Había un hombre de negocios llamado Ma Wenan que vivía en el condado de Xinghua, provincia de Jiangsu en la antigua China. El Sr. Ma tenía una buena educación y buenos modales. Su esposa, la Sra. Wu, era inteligente, bonita y buena haciendo las tareas del hogar, pero era un poco arrogante y crítica con los demás.
La Sra. Wu no se llevaba bien con su suegra. Cada vez que Ma Wenan regresaba a casa después de un viaje de negocios, tanto su esposa como su madre se culpaban mutuamente por todos sus problemas y se negaban a escucharse. Esto hizo que el Sr. Ma se sintiera muy incómodo. Sabía que su esposa no respetaba a su madre y quería cambiar eso.
Un día se le ocurrió un plan para ayudar a su esposa a comprender mejor el conflicto que tenía con su madre.
La siguiente vez que la Sra. Wu comenzó a quejarse de su suegra, Ma Wenan dijo: “Sé que mi madre es demasiado habladora y he pensado en mudarme. Sin embargo, nuestros familiares y amigos no saben lo difícil que es mi madre. Si nos mudamos tan de repente, la gente dirá que no hemos cumplido con nuestro deber para con nuestros mayores y que somos crueles y despiadados. Así que tendrás que tolerarla durante uno o dos meses. Antes de mudarnos, si puedes cuidar a mi madre de todo corazón, todos sabrán de tu gran piedad filial y de lo irracional que es mi madre. Entonces, nadie podrá criticarnos”.
La Sra. Wu se mostró reacia a aceptar la propuesta. Ma Wenan continuó: “Nos mudaremos pronto. Durante las próximas semanas, puedes tratar a mi madre como si fuera una invitada respetada. Es solo un corto tiempo».
La Sra. Wu finalmente estuvo de acuerdo. A partir de ese día, fue increíblemente amable y respetuosa con su suegra. La suegra notó el cambio en la nuera y estaba muy contenta. Estaba feliz y se volvió muy considerada y amable con su nuera. Su conflicto naturalmente disminuyó y su relación mejoró.
Varios días después, el Sr. Ma notó que su esposa no se había quejado de su madre. Él le preguntó: «¿Cómo te ha estado tratando mi madre últimamente?», «Mejor», respondió ella. El Sr. Ma dijo: “Ahora que está mejorando, tendrás que atenderla con más cuidado para mostrarles a todos lo filial que eres y lo irracional que es mi madre. Solo entonces podremos mudarnos fácilmente». La Sra. Wu asintió con la cabeza.
Varios días después, el Sr. Ma le preguntó a su esposa: «¿Cómo te trata mi madre?», la Sra. Wu dijo: “Mi suegra me trata tan bien, ahora que no quiero mudarme más. Me siento honrada de estar a su lado y cumplir con mis deberes de cuidarla».
Después de ese tiempo, la Sra. Wu se llevó muy bien con su suegra. Todos elogiaron a su familia como modelo a seguir por el respeto y la armonía entre las dos generaciones.
Fuente: la traducción está adaptada de www.minghui.org
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