Las autoridades noruegas emitieron un aviso de búsqueda internacional de un hombre relacionado con la distribución de dispositivos electrónicos explosivos al grupo militante Hezbolá en Líbano.
A principios de mes, Hezbolá sufrió una oleada de dos días de explosiones de dispositivos electrónicos manipulados, entre ellos miles de bípers y walkie-talkies, que causaron decenas de muertos y miles de heridos.
El viernes, Reuters identificó al hombre como Rinson Jose, de 39 años, que desapareció durante un viaje de trabajo a Estados Unidos la semana pasada. Se cree que había fundado una empresa búlgara que, al parecer, formaba parte de la cadena de suministro de bípers.
«Hoy hemos enviado, en nombre de la policía de Oslo, un aviso de búsqueda internacional», declaró el jueves a Associated Press Åste Dahle Sundet, portavoz del Servicio Nacional de Investigación Criminal de Noruega.
En Noruega, es una costumbre legal y cultural no nombrar públicamente a las personas, especialmente en las primeras fases de los procedimientos judiciales.
Difusión de localizadores a Hezbolá
La agencia de seguridad interior de Noruega, conocida por sus siglas PST, dijo que también ha iniciado una «investigación preliminar».
«PST ha iniciado una investigación preliminar para determinar si hay razones para iniciar una investigación sobre la base de las alegaciones en los medios de comunicación de que una empresa de propiedad noruega puede haber estado involucrada en la difusión de localizadores a Hezbolá», dijo Haris Hrenovica, abogado de la policía en PST a The Epoch Times por correo electrónico.
La empresa noruega en la que trabaja José, DN Media Group, dice que se fue a una conferencia en Boston el 17 de septiembre y que la empresa no ha podido ponerse en contacto con él desde el 18 de septiembre. Trabaja en el departamento de ventas del grupo.
El director general de la empresa del hombre dijo a la AP en un correo electrónico que la empresa había «intentado ponerse en contacto con nuestro empleado sin éxito desde que oímos por primera vez las graves acusaciones sobre su supuesta actividad privada, de la que no teníamos conocimiento y que no tiene nada que ver con nosotros como empresa».
«No sabemos nada de él desde (el pasado) miércoles, y no sabemos dónde está. Esto nos preocupa», declaró Amund Djuve, director general de DN Group.
Como el empleador de José denunció su desaparición a la policía de Oslo, las autoridades enviaron una orden de búsqueda a Interpol a través del Servicio Nacional de Investigación Criminal de Noruega (NCIS). The Epoch Times entiende que se trata de un procedimiento normal [eso es lo que dijo la policía noruega aparte].
Investigación multinacional
El aviso forma parte de una investigación multinacional que trata de esclarecer lo ocurrido en Líbano.
El 17 de septiembre, el fabricante taiwanés de bípers cuya marca aparecía en los restos de bípers que explotaron en Líbano afirmó que habían sido fabricados por otra empresa de Hungría.
El modelo de bípers utilizado en las detonaciones de Líbano fue fabricado por BAC Consulting, con sede en Budapest, según la empresa taiwanesa Gold Apollo.
La firma dijo que solo había concedido la licencia de su marca a la empresa y que no estaba implicada en la producción de los dispositivos.
Sin embargo, el Servicio Especial de Seguridad Nacional de Hungría declaró a AP la semana pasada que el director general de BAC Consulting había sido interrogado «varias veces» en el marco de una investigación, pero que creían que la empresa no había participado en la manipulación de los dispositivos para que explotaran.
«Los resultados de la investigación hasta ahora han dejado claro que los llamados localizadores nunca han estado en territorio húngaro, y que ninguna empresa húngara o experto húngaro estuvo involucrado en su fabricación o modificación», dijo la agencia en un correo electrónico.
Hezbolá ha culpado a Israel de la oleada de dispositivos electrónicos explosivos, pero las autoridades israelíes aún no han comentado públicamente el asunto.
Yossi Kuperwasser, exfuncionario de inteligencia militar y ahora director de investigación en el Foro de Defensa y Seguridad de Israel, dijo a Reuters la semana pasada que no había confirmación de que la unidad de inteligencia militar Mossad estuviera involucrada en el ataque.
Un fallo explotado
Las dos principales teorías planteadas inicialmente por los analistas eran que los actores de la amenaza aprovecharon un fallo en las baterías de los bípers, o que colocaron y luego activaron cargas explosivas añadidas a estos dispositivos.
La teoría sugiere que los autores de la amenaza se infiltraron en la cadena de suministro de estos bípers e introdujeron en su interior pequeñas cantidades de explosivos de gran potencia antes de que fueran entregados a sus usuarios finales y que, a continuación, los autores activaron estas cargas explosivas con un mensaje codificado.
Carlos Perez, director de inteligencia de seguridad de TrustedSec, dijo: «La batería era probablemente mitad explosivo y mitad batería real».
Sean Moorhouse, exoficial del ejército británico y experto en desactivación de artefactos explosivos, dijo: «Viendo el video, el tamaño de la detonación es similar al causado por un detonador eléctrico solo o uno que incorpore una carga explosiva extremadamente pequeña».
Comentando un video de los daños causados por la explosión de un localizador, el exanalista de la CIA Mike Dimino, del think tank estadounidense Defense Priorities, escribió en la plataforma de redes sociales X: «Se trataba de una pequeña carga explosiva de plástico hecha para encajar en uno de los componentes del localizador. Una batería no está haciendo esto».
Con información de Ryan Morgan, Reuters y AP.
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