Caitlin Clark volvió al trabajo este viernes con un gran partido contra las Phoenix Mercury, el primero tras la parada de las olimpíadas.
La superestrella novata de las Indiana Fever, que no pudo jugar en los Juegos Olímpicos, anotó 29 puntos en la victoria de 98-89 contra las Mercury. A pesar de su juego dominante en 36 minutos, admitió que todavía se está adaptando al parón olímpico de casi un mes.
«Yo pedí una sustituta a los seis minutos, si soy sincera (…) Necesitaba un minuto rápido, porque estábamos jugando rápido y mi defensa no era tan buena», dijo Clark a los periodistas tras el partido. «Es una especie de responsabilidad para nuestro equipo, así que tenía que conseguir un segundo para respirar».
«Volver a la forma de juego ha sido, creo, bastante fácil. Nosotros hemos estado compitiendo muy duro en los entrenamientos», dijo la deportista. «Han venido árbitros, creo que básicamente entre cinco y siete veces diferentes, y hemos estado jugando en directo».
Clark y compañía jugaron por última vez el 17 de julio, antes del parón olímpico, donde ella anotó 24 puntos y repartió 19 asistencias en una derrota por 101-93 ante las Dallas Wings.
Ella volvió a conseguir un doble doble el viernes con 10 asistencias, y ayudó bajo la canasta con cinco rebotes.
Sus tiros de tres puntos parecieron tan peligrosos como siempre, con una actuación de 4-11 desde más allá del arco. También lanzó 8-16 dentro del arco y 9-10 en la línea de tiros libres.
«Fue muy divertido», dijo Clark. «Salimos con mucha energía, continuando para encontrar una manera de mantener eso, pero al mismo tiempo, son un equipo realmente bueno. Ellos no van a desaparecer».
En medio de la mejor actuación en tiros de tres puntos desde el 10 de julio, Clark hizo una imitación de Michael Jordan cuando sacó la lengua después de encestar uno de sus triples. A pesar del desaire olímpico, ella se ha convertido en la imagen del baloncesto femenino, y ahora, de la WNBA, del mismo modo que Jordan se convirtió en la imagen de la NBA en las décadas de 1980 y 1990.
«Siento que tengo una buena experiencia con eso», dijo Clark sobre su celebración a lo Jordan y emocionando al público. «Creo que es algo que me encanta hacer, pero al mismo tiempo, tienes que usarlo para ayudarte».
«No puede ser como una distracción», dijo a continuación. «No puede ser algo que te saque de tu juego. Deja que los aficionados te ayuden, y están aquí. Hacen mucho ruido para nosotras, y esta noche han estado increíbles».
Al igual que Jordan, Clark se ha acostumbrado a batir récords. Lo hizo de nuevo el viernes como la primera novata de la WNBA en alcanzar los 450 puntos y más de 200 asistencias en una temporada.
Además, Clark llevó a las Fever a una victoria contra un equipo de las Mercury, que contaban con tres medallistas de oro de la selección femenina de Estados Unidos. Indiana lideró hasta por 28 puntos en la victoria.
La escolta de las Fever, Kelsey Mitchell, tuvo mucho que ver en ello, con 28 puntos, cinco rebotes y tres asistencias. La alero Aliyah Boston logró 14 puntos y nueve rebotes, y NaLyssa Smith añadió 13 puntos y nueve tableros.
En cuanto a las tres olímpicas, la escolta de las Mercury Kahleah Copper anotó 32 puntos. Sus compañeras olímpicas y jugadoras de las Mercury, Diana Taurasi y Brittney Griner, anotaron 16 y 10 puntos cada una.
«Dejamos que se escaparan, pero respondimos. Dejamos que hicieran otra carrera, pero tenemos que limitar sus rachas», dijo Clark. «Creo que ahí es donde daremos nuestro siguiente paso».
«Así que estoy muy orgullosa de nosotras».
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