Una calculadora creada para facilitar las tasas de vacunación contra el COVID-19 entre los australianos se actualizó para incluir la información más reciente sobre vacunas para niños, con el fin de aumentar la vacunación infantil.
La calculadora de riesgo de COVID-19 (CoRiCal), lanzada por la Coalición para la Inmunización y formada por un equipo de médicos generalistas, científicos médicos, médicos de salud pública, epidemiólogos y estadísticos, se creó para ayudar a las personas a conocer su riesgo de contraer COVID-19 en diferentes escenarios de transmisión.
Kirsty Short, viróloga de la Universidad de Queensland y una de las investigadoras principales de la herramienta, explicó que los usuarios pueden acceder a ella e introducir su edad, sexo, transmisión en la comunidad y estado de vacunación para averiguar su cálculo de riesgo personalizado.
«Por ejemplo, puede conocer su probabilidad de infectarse con COVID-19 frente a su probabilidad de morir por la enfermedad», explicó la profesora asociada Short.
«También puede averiguar su probabilidad de desarrollar un coágulo sanguíneo atípico por la vacuna de AstraZeneca y ver estos datos en el contexto de otros riesgos relacionables, como ser alcanzado por un rayo o ganar la OzLotto».
Short dijo que la nueva actualización permitiría a los padres reunir esa misma información y aplicarla a las circunstancias de sus hijos.
«Uno de los principales retos para padres y médicos ha sido la falta de acceso a las últimas pruebas sobre los riesgos de la vacunación frente a sus beneficios, o sobre las enfermedades y muertes evitadas en los niños», afirmó.
El profesor asociado de la Universidad de Flinders John Litt dijo que promover la vacunación contra COVID-19 en niños ha sido difícil y que la baja aceptación es «preocupante».
«En particular, hemos observado una aceptación muy baja de la vacuna en niños de 5 a 11 años, con solo un aumento del 10% en los últimos seis meses», dijo el Dr. Litt.
«La ansiedad por los posibles efectos adversos, especialmente en el caso de las vacunas contra COVID-19, relativamente nuevas, puede provocar dudas a la hora de recibir la primera dosis o las siguientes».
«Por lo tanto, es crucial que las decisiones se basen en un análisis transparente de los riesgos y beneficios y en una comunicación eficaz de los riesgos, que garantice una mayor aceptación de la vacuna en los menores, especialmente ahora que entramos en los meses de invierno».
«Esperamos que la herramienta CoRiCal para niños proporcione un flujo de información estable y fiable, sin el riesgo de ser mal informado o engañado».
Los cálculos de riesgo de la calculadora se basan en un marco de modelización desarrollado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Queensland y la Universidad Tecnológica de Queensland, y puede accederse a ellos aquí.
Un senador acusa a la TGA de restar importancia a las vacunas contra COVID-19
El senador de la Coalición Gerard Rennick acusó a la TGA de restar importancia a los riesgos asociados a las vacunas contra COVID-19 y de no ser sincera en cuanto al número de acontecimientos adversos relacionados con estas vacunas.
Rennick formuló esta acusación después de que un médico australiano solicitara libertad de información y descubriera que la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) no había actualizado la base de datos de acontecimientos adversos en relación con varias muertes atribuidas a la vacuna, entre ellas las de dos niños de 7 y 9 años.
El senador Gerard Rennick dijo que el regulador está restando importancia a los riesgos que rodean a las vacunas contra COVID-19.
«Definitivamente están restando importancia a los riesgos. No disponen de información suficiente para descartarlo, dada la conocida relación entre las vacunas y la miocarditis y los paros cardiacos», declaró Rennick a The Epoch Times.
Dijo que presionaría para que la TGA se sometiera a una supervisión independiente.
«Una tercera parte médica independiente debería examinar las pruebas, ya que la TGA tiene un conflicto de intereses porque aprobó las vacunas y, por tanto, sería responsable de las muertes de estos niños debido a una mala supervisión reguladora», declaró Rennick.
Sin embargo, el subsecretario del Grupo de Regulación de Productos Sanitarios, el profesor John Skerritt, defendió la decisión de la TGA de recomendar las vacunas en una audiencia de Senate Estimates celebrada en febrero.
Dijo que, aunque la TGA reconocía y pedía disculpas por el dolor y la angustia de las personas gravemente heridas por las vacunas, esas reacciones eran una rareza.
«De hecho, me he disculpado en la televisión nacional, junto con el exministro Hunt, cuando la primera muerte —la primera muerte triste— fue una señora de la Costa Central. Nos disculpamos por escrito por lo que eran informes semanales y ahora son informes quincenales sobre la seguridad de las vacunas.
«Así que publicamos informes públicos detallados —además de hacerlo en los medios de comunicación— sobre la seguridad de las vacunas y, en ellos, reconocimos el dolor y la angustia de quienes habían sufrido lesiones graves, pero también hicimos hincapié en la extrema rareza de estas afecciones», dijo.
Con la colaboración de Victoria Kelly-Clark.
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