Las principales calificadoras de riesgo del mundo cambiaron la categoría de la economía de México. Pasó de ser estable a negativa, debido a las políticas económicas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
No solo se levantan muros que separan a México, sino que se cierran las puertas a los mercados del mundo, en vista de que las calificadoras de riesgo son el principal parámetro de medición para la inversión extranjera y México ya ocupa el último lugar como atractivo para invertir.
El presidente de los EE. UU., Donald Trump, le advirtió a México que debe cooperar para reducir la migración en la frontera, de lo contrario, se aumentarán los aranceles sobre productos mexicanos que entrarán en vigencia el 10 de junio. Dicha advertencia afectó la credibilidad del vecino del sur, cuya economía ya estaba debajo de su potencial.
De acuerdo con la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service, bajo AMLO las políticas económicas son menos predecibles, lo cual afecta negativamente la confianza de los inversionistas, además de las perspectivas económicas de mediano plazo.
México cayó al último puesto de Índice del Confianza de Inversión Extranjera Directa
Ya en mayo de este año, la consultora A. T. Kearny informó que México cayó al último puesto del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa. Además, afirmó que López Obrador “podría comenzar a desmantelar los procesos de privatización que se habían iniciado”, lo que afectaría el decrecimiento de la inversión. Como respuesta, el Gobierno acusó a las empresas calificadoras de «castigar» a México.
Por su parte, Rocío Nahle, ingeniera petrolera y titular de la Secretaría de Energía, llamó «hipócritas» a las calificadoras de riesgo que alertaron a inversores internacionales sobre el riesgo de llevar su dinero a México por el peligro inminente contra los bienes privados.
Standard & Poor’s (S&P), por ejemplo, además de Moody’s, emitió advertencias ante la agenda de política pública de la nueva administración federal, lo cual produjo repercusiones negativas sobre los mercados financieros nacionales.
La deuda de la petrolera estatal aumentó el riesgo de invertir en México
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), las tres principales empresas calificadoras de riesgo financiero: Moddy’s Corporation, Standard & Poor’s y Fitch Ratings acumulan, entre las tres, el 50 % del mercado global de estos servicios financieros. Esto muestra que toda información emitida por ellas impactará considerablemente al país.
Paralelamente, con una perspectiva de negativa a estable, Fitch Rattings bajó la calificación de México de BBB+ a BBB. Dicha calificadora le restó credibilidad a la economía mexicana por la situación de la empresa petrolera estatal Pemex.
Cabe resaltar que, además de las deudas que tiene la empresa, AMLO decidió que en lugar de tercerizar gastos y conceder licitaciones al sector privado, el Estado invertirá recursos (160 mil millones de pesos, 8 000 millones de dólares) en la construcción de la refinería Dos Bocas en el estado de Tabasco, contrato que ha causado enorme controversia en el país, dado que se financiará con fondos públicos.
López Obrador decidió pisar el acelerador hacia el abismo, según economista
Por ejemplo, para el economista Jorge Suárez Vélez, autor de La Próxima Gran Caída de la Economía Mundial, «parece que enfilado al abismo, López Obrador decidió pisar el acelerador».
Se refirió a Pemex como una de las petroleras más endeudadas del mundo, y recalcó que «por mucho» AMLO «tirará cientos de miles de millones de pesos que no tiene»
Bloomberg informó que en los primeros cuatro meses del 2019 la construcción de una sola refinería ha aumentado el gasto del Ministerio de Energía en un 364 %, en comparación con el año anterior, incluso cuando el Gobierno está recortando gastos en la mayoría de los ministerios. Por eso es que las calificadoras insisten en que Pemex pone en riesgo las cuentas fiscales futuras.
A su vez, Fitch Ratings afirma que las políticas energéticas del Gobierno generan riesgo fiscal de mediano plazo, dado el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) no solo por la deuda que conlleva, sino por los gastos que exige, dado el cierre a licitaciones.
Sin embargo, la calificadora reconoce que el presupuesto de 2019 presentado en diciembre mantiene una postura fiscal disciplinada. Pero resalta que tienden a la baja los ingresos estimados del petróleo para 2019.
“Los planes fiscales del Gobierno siempre fueron inconsistentes. AMLO quería gastar en sus planes y luego pagar a través de ahorros que siempre fueron demasiado ambiciosos», dijo Daniel Kerner, analista para Latinoamérica del Grupo Eurasia.
Ante los informes de las calificadoras, el peso mexicano se debilitó, disminuyendo un 0,8 %, a 19,7379 por dólar. Asimismo, el jueves 6 de junio los bonos de Pemex 2027 sufrieron su mayor caída desde enero.
López Obrador rechaza los informes de las calificadoras de riesgo
No obstante, AMLO rechazó la decisión de las dos compañías de calificación crediticia. Alega que sus modelos son anticuados y que no toman en cuenta los beneficios de combatir la corrupción.
«Tenemos finanzas públicas saludables», dijo el jueves en su conferencia de prensa diaria en la Ciudad de México. «La economía crecerá más, al menos un 2 % este año».
Más allá de la opinión del mandatario, son los informes de las calificadoras de riesgo el mayor respaldo para los inversores internacionales. Y Fitch dejó la calificación crediticia de México dos niveles arriba del último.
De modo que si AMLO no produce un cambio de estrategia, que se abra a los mercados, seguirá espantando inversores. Lo último que necesita una economía endeudada como la suya.
Este artículo fue publicado originalmente en PanAm Post.
Las opiniones expresadas en este artículo son opiniones del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de La Gran Época.
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