California ha implementado en los últimos dos meses tres nuevas leyes destinadas a enfrentar el suicidio y el bullying.
El proyecto de ley AB-1767, firmado por el gobernador Gavin Newsom el 9 de octubre, amplía la ley existente que requiere que los programas de prevención del suicidio en las escuelas comiencen en kindergarten en lugar del séptimo grado. Se requiere que la nueva política esté lista antes del año escolar 2020-21.
Los otros dos proyectos, AB-984 y AB-34, crearon un Fondo de Contribución Voluntaria para la Prevención del Suicidio para los contribuyentes y requieren que las escuelas publiquen información fácilmente accesible sobre el bullying y la prevención del acoso en los sitios web locales.
Mientras tanto, la muerte de una niña de 10 años en Santa Ana el 13 de octubre está siendo investigada como un aparente suicidio. Los detectives están investigando si el alumno de quinto grado puede haber sido víctima de acoso escolar.
Un estudio del Journal of Pediatrics publicado el año pasado analizó los resultados de las Encuestas de Clima, Salud y Aprendizaje de la escuela de California (CalSCHLS), y descubrió que casi uno de cada cinco estudiantes de secundaria tenía pensamientos suicidas.
La encuesta, realizada a estudiantes de noveno y undécimo grado, preguntó a los estudiantes si habían «considerado seriamente el suicidio» en el último año y si realmente intentaron suicidarse. Los datos recopilados son parte de un esfuerzo para recopilar nueva información, crear conciencia y proporcionar soluciones preventivas para estudiantes que luchan contra el suicidio, la depresión y la salud mental.
En 2017, Pew Research informó que 3,2 millones de adolescentes de 12 a 17 años experimentaron «un episodio depresivo mayor en el último año», un aumento del 8 por ciento desde 2007. Se descubrió que el suicidio era la segunda causa de muerte en los Estados Unidos en 2015 para edades de 10 a 24.
Causas y soluciones
Si bien el uso de las redes sociales junto con la depresión en los adolescentes continúa siendo ampliamente debatido, algunos psicólogos clínicos creen que ambos van de la mano. En una publicación de blog de 2017 en el sitio web de la Asociación de Ansiedad y Depresión de América, el psicólogo Dr. Jeff Nalin argumentó que «las redes sociales pueden causar depresión y otros problemas», incluidas las habilidades sociales disminuidas, el acoso cibernético y la presión para encajar entre los compañeros.
El Dr. Avishek Adhikari, profesor de neurociencia conductual en la UCLA y miembro del Brain Research Institute, cree que existe una correlación entre las redes sociales y los síntomas depresivos, pero los estudios «no pueden decir realmente que las redes sociales causen esos síntomas».
«En este momento se trata de todas las correlaciones, pero no hay forma de decir cuáles son las causas», dijo el Dr. Adhikari a La Gran Época. «Y ciertamente no es un problema específico de California».
El Dr. Adhikari señaló que hay medidas conocidas para aumentar los síntomas del estado de ánimo que también están cambiando. Por ejemplo, tener una red social fuerte, como la familia, los amigos o un sistema de apoyo, aumenta la resistencia contra los trastornos del estado de ánimo en los adolescentes.
«También sabemos que esas medidas han estado disminuyendo constantemente en los últimos años», dijo el Dr. Adhikari. “Estar afuera en la naturaleza, tener fuertes lazos sociales, son cosas que se realizan menos. Pasar mucho tiempo en las redes sociales, una combinación de muchas causas diferentes o podría ser algo que está completamente fuera de nuestros radares».
La Dra. Jessica Borelli, profesora asociada de ciencias psicológicas en la Universidad de California, Irvine, estuvo de acuerdo con los sentimientos del Dr. Adhikari.
«Para la mayoría de las personas, las conexiones sociales son nuestro oxígeno, si nos privan de nuestras conexiones, nos marchitaremos», dijo. “En los adolescentes, el ciclo de tiempo de esto puede ser exagerado, quizás particularmente con las redes sociales. Confían mucho en sus conexiones sociales y la validación que obtienen a través de las redes sociales para su autoestima».
El Dr. Borelli dijo que los adultos deben asegurarse de «prestar atención a los estados emocionales cambiantes de los adolescentes, expresar externamente su interés y deseo de comprender los estados emocionales de los adolescentes, ofrecer recursos cuando un adolescente está luchando y alentarlos a priorizar su salud y bienestar por encima del logro académico u otro».
Si usted o alguien que conoce tiene problemas de depresión, ansiedad o está considerando suicidarse, llame a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255 o visite SuicidePreventionLifeline.org.
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