California certificó su elección presidencial el viernes, preparando el camino para que el gobernador Gavin Newsom emita un certificado de comprobación, que permitirá designar a los 55 electores del estado para que voten por el demócrata Joe Biden.
El secretario de Estado, Alex Padilla, aprobó los resultados, informó su oficina, y el Colegio Electoral se reunirá el 14 de diciembre para emitir sus votos. Tres estados más que proyectan a Biden como vencedor —Colorado, Hawai y Nueva Jersey— no han certificado aún sus resultados.
Los pasos relacionados con la certificación y el nombramiento de los electores presidenciales a menudo ignoran las formalidades, pero la mecánica de la elección del presidente en Estados Unidos es objeto de un nuevo escrutinio este año, ya que el presidente Donald Trump continúa aplicando estrategias legales para intentar demostrar que los resultados fueron fraudulentos.
Una fecha clave en este proceso es el 8 de diciembre, la fecha límite del llamado «puerto seguro», lo que significa que si se resuelven las controversias jurídicas y se certifican los resultados de las elecciones para esa fecha, los estados se liberan de cualquier otra impugnación de la contienda electoral.
El viernes hubo una avalancha de sentencias judiciales y acciones legales en seis estados de la contienda electoral, ya que el plazo del puerto seguro está muy cerca, más allá del cual el camino de Trump hacia la victoria se reduce.
Los resultados de la votación del Colegio Electoral son recibidos y normalmente aprobados por el Congreso el 6 de enero, aunque los legisladores pueden objetar la aceptación de los votos de los electores. La Cámara controlada por los demócratas y el Senado controlado por los republicanos votarán por separado para resolver cualquier disputa. Una de ellas ya surgió en relación a Pensilvania, donde 75 legisladores republicanos firmaron una declaración el viernes instando al Congreso a bloquear los votos electorales del estado para que no se emitan para Biden.
El equipo legal de Trump inició numerosos procesos legales mientras continúa recogiendo evidencia en apoyo de las acusaciones de fraude. The Epoch Times no declarará un ganador de la elección hasta que todos los resultados sean certificados y cualquier desafío legal sea resuelto.
Una de las estrategias seguidas por el equipo de Trump fue pedir a las legislaturas estatales republicanas que nombren un grupo rival de electores comprometidos con Trump. Esta táctica sufrió un revés en el estado de Arizona el viernes, donde el presidente republicano de la Cámara de Representantes dijo que los llamados para anular los resultados de las elecciones presidenciales no son legales y no se llevarán a cabo.
De acuerdo con la ley federal, ambas cámaras del Congreso tendrían que votar para aceptar una lista de electores en competencia. Si no lo hacen, se deben utilizar los electores designados por los gobernadores de los estados.
Después que el Colegio Electoral emita sus votos, la última acción que queda para bloquear la elección sería un esfuerzo para rechazar a los electores del Congreso. Esta táctica ya se intentó antes, cuando un puñado de demócratas del Congreso en 2000, 2004 y 2016 se opusieron a que George W. Bush y Trump se convirtieran oficialmente en presidentes. Sus números no fueron suficientes para impedir que los dos hombres tomaran el cargo.
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Con información de Associated Press
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