Se necesitarían grandes recortes en el presupuesto de California si el estado pone en marcha el nuevo plan de desempleo del presidente Donald Trump, según el gobernador Gavin Newsom.
Esto «crearía una gran carga que ni siquiera un estado tan grande como California podría absorber sin, nuevamente, recortes masivos a servicios importantes o una mayor carga… a empresas e individuos», dijo Newsom, un demócrata, a los reporteros durante una conferencia de prensa virtual realizada el lunes.
Trump, un republicano, firmó una orden ejecutiva durante el fin de semana que aumenta el pago por desempleo a 400 dólares a la semana. El aumento será financiado en un 75-25 dividido entre el gobierno federal y los estados, según un memorándum de la Casa Blanca.
La responsabilidad del 25 por ciento de California sería de 700 millones de dólares a la semana, dijeron los funcionarios estatales. Podrían sacar de un fondo que actualmente tiene 70 mil millones de dólares, pero si el fondo baja a 25 mil millones o menos, el apoyo al gobierno federal desaparece.
«Si el estado de California absorbiera esos costos, estaríamos hablando de 2800 millones de dólares semanales de recursos estatales que tendríamos que encontrar, programas que de otra manera tendríamos que recortar o ingresos que tendríamos que generar, para compensar esa brecha», dijo Newsom.
«Vamos a necesitar que el gobierno federal brinde el apoyo en ese 25 por ciento, o corremos el riesgo de estar en una posición en la que estamos haciendo falsos compromisos, falsas promesas a millones de californianos, que en última instancia, simplemente no podemos cumplir», agregó más tarde.
Trump dijo a los reporteros el domingo que algunos estados pueden no pagar nada por el incremento del pago por desempleo.
«Tenemos un sistema en el que podemos dar el 100 por ciento o el 75 por ciento, ellos pagarán el 25, y dependerá del estado, y harán una solicitud. Lo miraremos y tomaremos una decisión», dijo.
Otros gobernadores también se han pronunciado sobre la acción ejecutiva.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un demócrata, dijo el lunes a los periodistas en una conferencia de prensa conjunta con el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, que le costaría al estado 4000 millones de dólares entre ahora y diciembre, pagar el 25 por ciento de la responsabilidad de la mejora del pago de desempleo.
«Empezamos con un agujero de 30 mil millones de dólares y ¿su solución es que me cueste otros 4 mil millones de dólares? Gracias. Eso es darle un ancla al ahogado. ‘Sostén esto, tal vez te ayude'», dijo Cuomo.
Beshear, otro demócrata, afirmó que «prácticamente ningún estado» puede permitirse pagar el costo compartido propuesto.
«Creo que es muy importante que veamos en definitiva una solución del Congreso y me gustaría verla al nivel de los 600 dólares, pero si está al nivel de los 400 dólares tiene que ser totalmente financiada por el gobierno federal con un costo administrativo adjunto», dijo.
La Ley CARES incluía un aumento de 600 dólares de fondos federales para el desempleo, pero esos beneficios expiraron a finales de julio.
La consejera de la Casa Blanca Kellyanne Conway dijo a los periodistas el martes por la mañana que las órdenes de Trump fueron firmadas debido a la ausencia de acción del Congreso.
«Sabe que se necesita un par de cientos de dólares extra además de lo que reciben por el desempleo o la otra asistencia del gobierno, o tal vez incluso trabajos a tiempo parcial, y dice que con 400 dólares extra, se puede cubrir algunos de esos gastos, ya sean alimentos, medicinas, lo que sea que su familia o el hogar necesite», dijo.
El presidente Donald Trump, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el lunes, dijo que los funcionarios quieren que los estados participen en lo que describió como un plan de desempleo de costo compartido.
«Nos gustaría que los demócratas se centraran en algo distinto a lo que están haciendo, que es el rescate de los estados que están siendo mal administrados», dijo.
Apareciendo en «Fox News Sunday», la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi (D-Calif.) dijo que las órdenes de Trump «no dan el dinero con beneficios mejorados, sino que ponen una fórmula complicada que tomará un tiempo, si es que se logra, para poner el dinero en los bolsillos del pueblo estadounidense».
Los demócratas y los republicanos siguen estando muy lejos de negociar un nuevo paquete de estimulo.
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