California y Nevada están ahora ambos con «el 100 por ciento en sequía», según un sistema de monitoreo federal. Las condiciones secas están activando la preocupación por la escasez de suministro de agua y los incendios forestales.
«Las condiciones de sequía, la rápida disminución de la capa de nieve y los bajos niveles de los embalses hacen que aumente la preocupación por la temporada de incendios forestales», dijo el Sistema Nacional Integrado de Información sobre la Sequía (NIDIS), en una reciente actualización.
California como Nevada están totalmente afectadas por la sequía y alrededor de tres cuartas partes de ambos estados están experimentando los niveles más altos de condiciones de sequía: «Extrema» o «Excepcional», dijo la agencia.
Las condiciones de sequía llevaron a las autoridades de Nevada a prohibir la mantención de alrededor del 31 por ciento del césped en la zona de Las Vegas en un intento de conservar el agua. La legislación firmada el viernes por el gobernador Steve Sisolak convirtió a Nevada en el primer estado del país en promulgar una prohibición permanente de ciertas categorías de hierbas.
La prohibición, que entrará en vigor en 2027, se dirige a lo que la Autoridad del Agua del Sur de Nevada llama «césped no funcional». Se aplica al césped que prácticamente nadie utiliza en los parques de oficinas, en las medianas de las calles y en las entradas de las urbanizaciones. La orden excluye las viviendas unifamiliares, los parques y los campos de golf.
El bajo nivel de agua está activando la preocupación por los incendios forestales. El condado de Butte, en el norte de California, sufrió en 2018 el incendio forestal más mortífero en un siglo, cuando murieron 85 personas. El año pasado, otras 16 personas murieron en un incendio forestal.
Caminando por el sendero Bidwell Canyon del condado de Butte la semana pasada, Lisa Larson, de 63 años, compartió su preocupación al ver la hierba y los árboles marchitos.
«Me siento un poco inquieta porque cuanto más seco esté, más incendios vamos a tener», dijo.
Los impactos de la sequía sobre el potencial de los incendios no son sencillos, según Chuck Maxwell, gerente de servicios de predicción del Centro de Coordinación del Suroeste, el centro de apoyo logístico y de decisiones para la lucha contra los incendios forestales en el suroeste.
En su intervención en un reciente webinar sobre la actualización de la sequía y las perspectivas de los incendios forestales en California y el suroeste, Maxwell dijo que la sequía severa aumenta el peligro de incendio en las zonas con vegetación forestal y/o arbustiva, pero también puede limitar el crecimiento de los pastos, donde los incendios tienden a iniciarse y propagarse.
Hay un «potencial de incendio significativo por encima de lo normal» para gran parte del suroeste hasta junio, que debería volver a un «potencial de incendio normal» en julio y agosto con el inicio del monzón, añadió.
En lo que va del presente año, hasta la fecha en California se registran más incendios y hectáreas quemadas que el año pasado, según CAL FIRE.
Aunque las sequías son habituales en California, la de este año es mucho más calurosa y seca que otras, lo que hace que se evapore más rápido el agua de los embalses y del escaso manto de nieve de Sierra Nevada, que los alimenta. Según Jay Lund, codirector del Centro de Ciencias de las Cuencas Hidrográficas de la Universidad de California-Davis, los más de 1500 embalses del estado están un 50 por ciento más bajos de lo que deberían estar en esta época del año.
«En la anterior sequía, los embalses tardaron tres años en estar tan bajos como lo están al segundo año de esta sequía», dijo Lund.
NIDIS informó en la actualización de la sequía que la mayoría de los diez embalses más grandes en el norte de California están en o por debajo de los niveles más bajos del percentil 10 para esta época del año.
Los bajos niveles de agua en toda California también limitarán la cantidad de energía que el estado puede generar a partir de las centrales hidroeléctricas, lo que lleva a los funcionarios locales a preocuparse por los cortes de energía.
El estado se quedó sin energía el verano pasado durante una ola de calor extremo que provocó los primeros apagones rotativos de California en 20 años. Las autoridades dicen que están mejor preparados este verano, tras obtener 3500 megavatios adicionales de capacidad antes de que lleguen los abrasadores meses de verano.
Con información de The Associated Press.
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