Las inundaciones obligaron a la gente a abandonar sus casas en algunas zonas de Iowa, como consecuencia de semanas de lluvia, mientras gran parte de Estados Unidos ansiaba este sábado aliviarse de otra ronda de calor extraordinario.
Las sirenas sonaron a las 2 de la madrugada en Rock Valley, Iowa, de 4200 habitantes, donde se ordenó a los habitantes de cientos de casas que salieran porque el río Rock ya no podía soportar las lluvias que han azotado la región. La ciudad carecía de agua corriente porque los pozos estaban inutilizables.
El alcalde Kevin Van Otterloo dijo que un helicóptero estatal estaba en camino para ayudar, pero fue cancelado cuando los barcos fueron capaces de llegar a los residentes varados.
«Hemos tenido mucha lluvia aquí», dijo. «Anoche llovió 10 centímetros en hora y media. Nuestro suelo no puede aguantar más».
El gobernador Kim Reynolds declaró un desastre para el condado de Sioux, que incluye Rock Valley. En el video de un dron publicado por el sheriff local, no se veían calles, sólo tejados y copas de árboles asomando por encima del agua.
En el resto de Estados Unidos, el calor y la humedad continuaron. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que aproximadamente 15 millones de personas estaban bajo una advertencia de calor – el nivel más alto de alerta – mientras que otros 90 millones estaban bajo una advertencia de calor. Millones de personas en todo el país han visto sus vidas perturbadas por las altas temperaturas.
Se espera un calor de tres dígitos en partes del sur de California este fin de semana
En Washington y Richmond, Virginia, se preveían temperaturas en torno a los 100 grados Fahrenheit (37.8 grados Celsius), mientras que Filadelfia, Newark, Nueva Jersey, Columbus, Ohio, y Detroit se preparaban para alcanzar los 90 grados.
Las visitas hospitalarias relacionadas con el calor en el estado de Nueva York fueron últimamente un 500 por ciento más altas que en un día medio de junio, según el Departamento de Salud.
«Todavía tenemos esta prolongada ola de calor en partes del valle de Ohio y en el noreste», dijo el meteorólogo del servicio meteorológico Marc Chenard. «Tendremos un poco de alivio a principios de semana, al menos en el este de EE.UU., el noreste, pero en general las temperaturas por encima de lo normal van a cubrir una gran parte del país incluso hasta la próxima semana».
En el sureste de Michigan, DTE Energy informó que 7400 clientes seguían sin suministro eléctrico el sábado por la tarde debido a cortes relacionados con la tormenta, frente a los 75,000 de principios de semana.
Un índice de calor de alrededor de 100 grados Fahrenheit (37.8 grados Celsius) no impidió a la pareja de Florida Judy y Bill Watson ver el partido de los Tigers contra los White Sox en el Comerica Park de Detroit. Su visita vespertina marcó un hito: Bill Watson ya ha visto partidos en los 30 estadios de la MLB.
«Somos de Florida. Puede que estén entrevistando a las personas equivocadas sobre el calor», dijo con una sonrisa el hombre de 71 años de Bradenton. «Bebimos agua, cerveza de vez en cuando. Estábamos contentos de que no lloviera».
Al otro lado del país, en California, se esperaba que las temperaturas en el Valle Central del estado alcanzaran los 106 grados Fahrenheit (41.1 grados Celsius), y el NWS emitió un aviso de calor hasta las 8 p.m. Cerca de 4000 hogares y negocios en Sacramento se quedaron sin electricidad durante menos de una hora a mitad del día, informó el Sacramento Bee.
Las inundaciones fueron un problema en el sureste de Dakota del Sur y el noroeste de Iowa. Se cerraron varias carreteras, incluido un tramo clave de la Interestatal 29 al sur de Sioux Falls que se reabrió más tarde. En Sioux Falls, la ciudad más grande del estado, llovieron más de 17.7 centímetros en tres días.
En Iowa, las plantas de tratamiento de aguas residuales de Hawarden y Spencer, con 14,000 habitantes, se quedaron sin electricidad.
Aiden Engelkes dijo que él y su novia agarraron ropa, gatos y agua embotellada y dejaron su apartamento inundado del primer piso en Spencer para ir al espacio seco de un amigo en el cuarto piso. Al otro lado de la calle, dijo, había amigos en un tejado esperando ayuda.
«Es aterrador», dijo Engelkes, de 20 años.
Las inundaciones también cerraron autopistas estatales y carreteras del condado en el sur de Minnesota. Windom, una ciudad de unos 4800 habitantes, recibió 3.2 centímetros de lluvia, que se sumaron a los fuertes aguaceros anteriores, y el río Des Moines alcanzó un nivel récord.
«Nos está costando mucho mantener el ritmo, levantar barricadas», dijo Jenny Quaid, miembro del consejo municipal. «Colocamos barricadas y, de repente, el agua sube tanto que la barricada vuelve a estar en el agua».
En Nuevo México, las fuertes lluvias y las advertencias de inundaciones repentinas llevaron a las autoridades a ordenar algunas evacuaciones y a habilitar refugios para los residentes desplazados.
El NWS anunció una emergencia por inundaciones repentinas desde la noche del viernes hasta las primeras horas del sábado. Las zonas afectadas incluían la ciudad de Las Vegas, Nuevo México, y comunidades cercanas a Albuquerque.
En Ruidoso, un pueblo de montaña en Nuevo México, los residentes a tiempo completo podrán regresar el lunes después de que se vieron obligados a salir por los incendios forestales, aunque la vida cotidiana no volverá a la normalidad.
«Van a tener que llevar comida para una semana, van a tener que llevar agua potable», dijo la alcaldesa Lynn Crawford en Facebook.
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