La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley bipartidista para despojar a la China comunista de su estatus internacional de nación en desarrollo, limitando así el acceso del régimen a ciertas ayudas de Estados Unidos y otras naciones.
La H.R. 1107, coloquialmente conocida como la «Ley PRC no es un país en desarrollo», tiene como objetivo garantizar que el régimen comunista de China no reciba ningún trato preferencial en los tratados, acuerdos y organizaciones internacionales que de otro modo se conceden a una nación en desarrollo.
El proyecto de ley fue aprobado por 415 votos a favor y 0 en contra, con 20 representantes que no votaron, y ahora pasará al Senado para su consideración.
«El Partido Comunista Chino está explotando a países necesitados y recibiendo un trato preferente en tratados y organizaciones internacionales», dijo a través de una declaración el copatrocinador del proyecto de ley, el representante Young Kim (R- Calif.). «Nosotros debemos tomar medidas para corregir este error».
«La Ley PRC No es un país en desarrollo, se asegurará de que el gobierno chino no está recibiendo un trato injustamente favorable y una influencia a expensas de las naciones verdaderamente en desarrollo. Yo seguiré trabajando para garantizar que el PCCh rinda cuentas, y que Estados Unidos y nuestros valores lideren el apoyo a los países en desarrollo de todo el mundo».
Muchas organizaciones internacionales, incluida la Organización Mundial del Comercio, concede a los países en desarrollo un trato especial para aumentar sus oportunidades económicas.
A tal fin, el proyecto de ley exige al Departamento de Estado que tome medidas para impedir que China sea clasificada como país en desarrollo por las organizaciones internacionales.
Asimismo, el proyecto de ley ordena al Departamento de Estado abogar para que las organizaciones internacionales cambien el estatus de China de «país en desarrollo» a país de renta media-alta, país de renta alta o país desarrollado.
«Nosotros no podemos permitir que la República Popular China siga explotando a los países necesitados y aprovechándose injustamente de los tratados y organizaciones internacionales», declaró Kim en un discurso preparado ante la Cámara.
«Es hora de que demos a los países en desarrollo una mejor oportunidad de participar en programas pensados para ellos, y no pensados para la segunda mayor economía del mundo».
El proyecto de ley bipartidista surgió en medio de un renovado interés en el Congreso por contrarrestar y superar la influencia maligna del Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único.
También se produce en medio de un mayor escrutinio de cómo el régimen del PCCh explota el orden internacional basado en normas en su propio beneficio.
«China tiene un historial bien establecido de manipulación del sistema internacional en su beneficio y sigue utilizando su condición histórica de país en desarrollo en su beneficio», señaló un informe publicado a principios de mes por el grupo de expertos conservadores, Heritage Foundation, «a pesar de que es una potencia económica que rivaliza con Estados Unidos».
«China era un país de renta baja, pero ya no lo es. Estados Unidos debería tomar medidas para garantizar que estos beneficios no ayuden a las naciones ricas y poderosas como China, sino que se destinen a las naciones pobres, que es lo que se pretende».
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