La Asociación de Conductores Independientes Propietarios-Operadores (OOIDA) advirtió a los reguladores federales que las interrupciones que afectan a las pruebas de drogas y alcohol plantean desafíos significativos para los conductores de camiones, dejando a muchos de ellos incapaces de conducir legalmente.
En una carta (pdf) enviada a la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes el 13 de octubre, el presidente y director general de la OOIDA, Todd Spencer, dijo que las interrupciones que afectan al sistema de pruebas de la FMCSA están causando «importantes desafíos y frustración» para los conductores de camiones.
Con el fin de seguir cumpliendo con las normas federales sobre drogas y alcohol, todos los conductores de camiones están obligados a someterse a pruebas aleatorias.
Sin embargo, múltiples problemas como la escasez de clínicas de pruebas disponibles, la falta de personal calificado para realizar las pruebas y la falta de equipos; impulsados por los continuos impactos de la pandemia de COVID-19, están dejando a muchos camioneros sin poder conducir.
«Cuando se notifica a un conductor que va a someterse a una prueba, debe presentarse inmediatamente en un centro de pruebas», escribió Spencer en su carta. «Si un conductor se encuentra con problemas en el lugar de recogida que impiden a la instalación completar la prueba, como la falta de equipo de pruebas o de personal cualificado, no pueden simplemente abandonar el lugar. Incluso si una instalación no puede completar la prueba requerida, el conductor no puede irse inmediatamente. Esto se debe a que abandonar el lugar podría constituir una negativa, lo que tiene las mismas consecuencias que una prueba positiva».
Cuando una instalación no puede completar una prueba, los conductores deben permanecer en el sitio e informar a su empleador del problema y tratar de encontrar otra instalación para llevar a cabo la prueba. Spencer dijo que los conductores que no pueden completar la prueba por diversas razones pierden su capacidad para conducir.
«Estas situaciones crean desafíos y frustraciones para los conductores, los sitios de pruebas, los empleadores y los consorcios que facilitan las pruebas», dijo Spencer.
El presidente de la OOIDA dijo que su asociación ha experimentado cada vez más dificultades para encontrar instalaciones que programen y completen las pruebas necesarias para sus miembros, muchos de los cuales han informado que las instalaciones carecen de equipos apropiados, como los recipientes para las pruebas de drogas, debido a la escasez de plásticos.
«En otros casos, las instalaciones no tienen personal calificado para administrar la prueba. Según lo que hemos oído de las instalaciones de pruebas, estas interrupciones se deben a los impactos continuos de la pandemia COVID-19», dijo Spencer.
El presidente de la OOIDA pidió a la FMCSA que emita directrices o «proporcione un alivio temporal» para garantizar que los conductores de camiones puedan conducir y no se les impida hacerlo debido a los problemas de la cadena de suministro que limitan las capacidades de las pruebas de drogas y alcohol.
Señaló que la FMCSA ya ha emitido un alivio para otros desafíos de pruebas. En junio de 2020, la administración emitió una exención de pruebas de drogas de tres meses para ayudar a los transportistas a traer de vuelta a sus conductores de camiones y autobuses suspendidos.
En julio, emitió una notificación de determinación de discreción (pdf) que permitía a la agencia ejercer su discreción a la hora de aplicar ciertos requisitos para las tasas y la frecuencia de las pruebas de drogas y alcohol.
Spencer también pidió que la FMCSA aclare qué opciones están disponibles para los conductores que tienen problemas para acceder a las pruebas en las instalaciones y no pueden completar una prueba.
«Además, la FMCSA debe asegurarse de que todo el personal del DOT responsable de administrar el programa de pruebas de drogas y alcohol sea consciente de estos problemas y pueda reconocerlos cuando se informen. Como mínimo, la FMCSA debe aliviar la posible confusión a la que pueden enfrentarse los conductores mejorando la comunicación sobre estas complicaciones», añadió Spencer.
Las industrias de todo Estados Unidos se enfrentan a graves cuellos de botella en las cadenas de suministro, como la escasez de materiales y de trabajadores, así como el aumento vertiginoso de los precios de los materiales, impulsado por la pandemia COVID-19, que exaspera aún más los niveles de inflación.
En agosto, Bloomberg informó que algunas empresas estaban recurriendo al extranjero, a países como Sudáfrica, México y Canadá, para contratar conductores.
En una reunión con el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, el secretario de Trabajo, Marty Walsh, y Meera Joshi, administradora adjunta de la Administración Federal de Seguridad de Autotransportes, el sector del transporte por carretera pidió al Departamento de Trabajo de EE.UU. que redujera la edad mínima de los conductores interestatales de 21 a 18 años y que le diera un pase a algunos procesos de certificación de inmigración para agilizar la contratación de conductores extranjeros.
El presidente Joe Biden anunció el miércoles que Walmart, FedEx y UPS ampliarán sus esfuerzos para ayudar en los cuellos de botella y la escasez de la cadena de suministro causados por la pandemia, de cara a la temporada navideña.
Biden dijo que el gobierno federal «trabajará con las partes interesadas de toda la cadena de suministro durante un periodo de 90 días hasta finales de año para solucionar y aliviar muchos de los cuellos de botella que podemos resolver rápidamente».
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