La unidad de evaluación de amenazas cibernéticas de Microsoft dijo el 9 de agosto que un alto funcionario de una campaña presidencial de Estados Unidos había sido hackeado por un grupo respaldado por Irán, y la campaña de Trump reveló más tarde que había sido objeto de un ataque cibernético y vinculó la filtració a «fuentes extranjeras hostiles a los Estados Unidos».
El informe del Centro de Análisis de Amenazas de Microsoft (MTAC) indica que un grupo iraní llamado Mint Sandstorm que está conectado a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, envió un correo electrónico de spear phishing en junio a un funcionario de alto rango en una campaña presidencial desde la cuenta de correo electrónico comprometida perteneciente a un exasesor senior de la campaña.
«Mint Sandstorm también atacó una campaña presidencial en mayo y junio de 2020, cinco o seis meses antes de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos», dijo MTAC, añadiendo que el mismo grupo también intentó vulnerar una cuenta perteneciente a un excandidato presidencial, pero fracasó.
No se facilitaron detalles sobre la identidad del funcionario, pero el equipo de evaluación de amenazas de Microsoft afirmó que las violaciones vinculadas a Irán estaban relacionadas con los crecientes intentos de influir en las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.
«Esta reciente actividad de influencia cibernética surge de una combinación de actores que están llevando a cabo un reconocimiento cibernético inicial y sembrando personajes en línea y sitios web en el espacio de información», según el informe.
Tras la publicación del informe, la campaña presidencial Trump 2024 confirmó que había sido objeto de un ciberataque en el que se robaron documentos de la campaña.
La filtración, que Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump , declaró a Politico el 10 de agosto, que se atribuye a «fuentes extranjeras hostiles a Estados Unidos», supone un avance significativo en el ámbito de la injerencia extranjera en las elecciones estadounidenses, a medida que se enciende la contienda por la Casa Blanca.
Politico informó de que, el 22 de julio, empezó a recibir correos electrónicos de una fuente anónima que utilizaba el alias «Robert». Al parecer, los correos contenían documentos internos de la campaña de Trump, incluido un dossier de investigación de 271 páginas sobre el senador JD Vance (R-Ohio), que fue investigado como posible candidato a vicepresidente y posteriormente elegido como compañero de fórmula del expresidente Donald Trump.
El Sr. Cheung señaló el informe de Microsoft y su hallazgo de que piratas informáticos iraníes habían entrado en la cuenta de un alto funcionario de la campaña presidencial estadounidense como prueba de la implicación de una potencia hostil extranjera en la filtración de la campaña de Trump.
«Estos documentos se obtuvieron ilegalmente de fuentes extranjeras hostiles a Estados Unidos, con la intención de interferir en las elecciones de 2024 y sembrar el caos en nuestro proceso democrático», dijo Cheung al medio de prensa.
También relacionó el momento de la filtración con informes de complots iraníes contra Trump, que sigue siendo blanco de la hostilidad iraní tras ordenar el asesinato en 2020 del general iraní Qassem Soleimani.
El Sr. Cheung, que no respondió de inmediato a una solicitud de The Epoch Times para obtener más detalles sobre el desarrollo, se negó a decirle a Politico si la campaña de Trump había contactado a las fuerzas de seguridad en relación con la filtración.
Los servicios de inteligencia estadounidenses declararon recientemente que Irán había estado trabajando duro para sembrar la discordia política en Estados Unidos mediante el uso de cuentas de redes sociales clandestinas o fantasma. Irán ha negado que se estén llevando a cabo tales prácticas y ha dicho que cualquier acción contra Estados Unidos es puramente defensiva y no implica ciberataques.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) publicó en julio un comunicado en el que confirma que grupos iraníes habían apuntado a la campaña política estadounidense, en concreto a la de Trump, para influir en las próximas elecciones.
La comunidad de inteligencia estadounidense «ha observado que Teherán está trabajando para influir en las elecciones presidenciales, probablemente porque los líderes iraníes quieren evitar un resultado que perciben que aumentaría las tensiones con Estados Unidos», dice la declaración.
Según el informe de Microsoft, la actividad de los piratas informáticos abarcaba también un ámbito más amplio, que incluía la obtención de información sobre las campañas políticas estadounidenses, lo que permitía a los grupos iraníes apuntar a estados políticos indecisos en Estados Unidos.
El informe también afirma que la anterior filtración en la que estaba implicado el funcionario del condado, que tuvo lugar en mayo, formaba parte de una «operación de pulverización de contraseñas», más amplia. Este tipo de operación implica el uso de contraseñas comunes o filtradas, que los hackers utilizan en múltiples cuentas hasta que encuentran una coincidencia y se cuelan en una de ellas.
El documento confirmó que ninguna otra cuenta se vio comprometida por la filtración y que todos los demás funcionarios afectados fueron notificados del ciberataque.
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