El candidato presidencial argentino Alberto Fernández anunció el 8 de octubre ante la prensa que las decisiones del Grupo de Lima se contradicen con la posición que él tiene respecto a Venezuela, por lo que en caso de llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre podría retirar la participación del país.
El Grupo Lima se inició con una reunión en agosto de 2017 en Lima, Perú, para ayudar a Venezuela a encontrar una salida pacífica a la crisis humanitaria y política. Después del encuentro, en una declaración conjunta, 12 naciones manifestaron su “enérgica condena a la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente (creada por Nicolás Maduro) de usurpar las competencias y facultades legislativas de la Asamblea Nacional”.
Fernández dijo que su posición se alinea con México y Uruguay y no con el Grupo de Lima.
“He dicho siempre que me parece que la posición que México y Uruguay tomaron con el tema Venezuela es la posición correcta. Demuestra una enorme dignidad de ambos países, de México y Uruguay, para enfrentar un problema que todos vemos”, dijo el candidato de partido del Frente de Todos, cuya vicepresidente será la expresidente Cristina Fernández.
“Nadie deja de advertir el problema que vive Venezuela, nadie deja de advertir que allí se ha complicado mucho la convivencia democrática”, añadió.
#7Oct | Alberto Fernández , candidato presidencial de Argentina??, alertó que su país saldría del Grupo de Lima si llega a ganar los comicios.
?”La posición de México y Uruguay sobre Venezuela ?? es la posición correcta”, agregó.
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— El Diario de Caracas (@ElDiariodeCCS) October 7, 2019
Después de asumir el cargo de presidente de México, el socialista Andrés Manuel López Obrador no siguió la postura de su antecesor que formó parte inicial del Grupo de Lima.
López Obrador argumentó para ello que “se apega a sus principios constitucionales”, al tomar la decisión de “no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de controversias internacionales, igualdad jurídica de los Estados”.
“Para ser claros –anunció López Obrador– México no ignora ni ignorará, tampoco condona ni condonará las violaciones a los derechos humanos que ocurran en otras latitudes. Tampoco se sumará al infructuoso camino de la presión internacional caracterizado por sanciones y descalificaciones”.
México y Uruguay comunicaron recientemente que “la vía del diálogo y la negociación es la única aceptable para alcanzar una solución pacífica a la situación por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela” y reiteraron su posición anunciada en febrero en la reunión del Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela organizada por dichos países en Montevideo. De América estuvieron presentes Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay, además de los anfitriones.
En una siguiente reunión en marzo, miembros del Grupo de Contacto Internacional propusieron “la celebración de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles, tan pronto como sea posible”.
Alberto Fernández no aclaró en detalle cómo ayudaría su gobierno a que los venezolanos encuentren una salida a la crisis.
“Desde el primer día dije que Argentina debe ser parte del grupo de países en que está México y Uruguay, de los que queremos encontrar una salida, o que los venezolanos encuentren una salida”, señaló el candidato.
¿Fuera del Grupo Lima?, le preguntó un periodista. “Sí”, respondió Fernández.
“Estar en el Grupo de Lima se contradice con lo que estoy diciendo”, concluyó.
El Grupo de Lima se formó con Argentina, México, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú. En cambio Guyana, Santa Lucía, Barbados, EE.UU., Granada y Jamaica se unieron más tarde. Venezuela, al mando Juan Guaidó como presidente encargado, lo hizo en febrero de 2019.
A diferencia de Uruguay y México, el Grupo de Lima considera que “el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro ha demostrado no tener voluntad de diálogo y por ello exigen el cese inmediato de la usurpación”, según una declaración conjunta del 15 de abril.
“Esta es una condición indispensable para el restablecimiento de la democracia y el orden constitucional a través de la celebración de elecciones libres, justas y transparentes, con acompañamiento y observación internacional”.
Además dice que “Venezuela vive una crisis humanitaria, política, económica y moral generada por el régimen ilegítimo y dictatorial de Nicolás Maduro que constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, con efectos regionales y globales”.
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