LAS VEGAS—La pregunta de si Canelo Álvarez puede seguir noqueando a alguien probablemente no desaparecerá con su victoria unánime del sábado 4 de mayo por la noche, pero sigue siendo el campeón indiscutible del peso súper mediano al ser el boxeador más fuerte y efectivo.
Álvarez que tiene un récord de 61 peleas ganadas, 2 perdidas y 2 empates, llegó con pronósticos de menos 380 en BetMGM una casa de apuestas deportivas, se sobrepuso a un comienzo algo lento para dominar y propinarle a Jaime Munguía que cuenta con un récord de 43 peleas ganadas frente a 1 perdida, su primera derrota.
El campeón tomó el control total tras derribar a Munguía en el cuarto round ante la multitud anunciada de 17,492 espectadores, que se encontraba dividida de manera bastante equitativa entre los dos competidores.
El juez Tim Cheatham calificó la pelea con 117-110, David Sutherland la anotó con 116-111 y Steve Weisfeld 115-112.
«Cuando me retire, mis números dirán en qué posición estoy», dijo Álvarez. «Sé que hubo muchos grandes peleadores mexicanos en el pasado, pero yo soy el mejor peleando en este momento».
Esta es la segunda vez consecutiva que Álvarez no dejó dudas sobre quién era el mejor luchador y demostró por qué, incluso a los 33 años, sigue siendo uno de los grandes de todos los tiempos del deporte.
Álvarez se mostró circunspecto respecto de lo que podría hacer a continuación y dijo que regresará al ring «si el dinero es suficiente».
«He vencido a todos y puedo hacer lo que quiero», dijo.
El período previo a la pelea fue inusualmente civilizado, y ambos peleadores dijeron que estaban orgullosos de representar a México el fin de semana del Cinco de Mayo.
«Esta victoria significa mucho», dijo Álvarez. «Me alegro de haberle dado esta oportunidad. Munguía es un gran tipo y un gran campeón. Va a tener una gran carrera. Estoy muy orgulloso de que todos los mexicanos estén aquí mirándonos».
Álvarez guardó sus críticas más duras durante la semana no para su oponente, sino para el promotor de Munguía. Oscar De La Hoya solía estar en la esquina de Álvarez, pero ahora claramente se encuentran en lados opuestos y casi incluso llegan a los puños el miércoles en una conferencia de prensa después de intercambiar improperios.
Munguía, de 27 años, fue el boxeador más agresivo en los primeros tres rounds, e incluso puso a Álvarez contra las cuerdas en el tercero. Álvarez, sin embargo, demostró en el cuarto que no iría a ninguna parte, lanzando una zurda y luego una derecha en la cara para enviar a Munguía a la lona con 38 segundos restantes para cambiar el tenor de la pelea.
Luego, Álvarez procedió a picar a Munguía durante los siguientes cuatro rounds con tiros en la cara. Munguía armó sus propias ráfagas, pero le hicieron poco daño notable a Álvarez.
Eso fue hasta el noveno round, cuando Munguía le dio algunos golpes en la cara que enviaron a Álvarez hacia atrás, incluso a la esquina en un momento. Pero Álvarez respondió con sus propias combinaciones, incluyendo salir de la esquina, en el round con más acción de la pelea.
Los rounds 10 y 11 estuvieron reñidos, pero en gran medida siguieron las mismas tendencias: Álvarez realizó los golpes más duros.
Munguía salió en la ronda final como si supiera que estaba detrás de las tarjetas de los jueces, pero hizo poco para cambiar el resultado. Fue Álvarez quien nuevamente dio los mejores golpes, usando una combinación con aproximadamente un minuto restante en la cabeza de Munguía y siguiendo con varios tiros más para finalizar la pelea.
«Salí fuerte y gané las primeras rondas», dijo Munguía. «Dejé ir mis manos, pero él es un peleador con mucha experiencia. La pérdida duele porque es mi primera derrota y me sentí fuerte».
Por Mark Anderson.
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