ANNAPOLIS, Md.— Peter Frank navegó desde la península superior de Michigan en junio hasta la bahía de Chesapeake en Maryland este mes en su canoa Sawyer Loon de 1982, pero aún le queda mucho por recorrer.
El joven de 23 años está aproximadamente a un cuarto del camino en su viaje planificado de unas 6000 millas para completar la ruta del Great Loop. Esta ruta acuática continua incluye parte de los canales intracosteros del Atlántico y del Golfo, los Grandes Lagos, parte de los Canales del Patrimonio Canadiense y ríos interiores de EE. UU..
Para Frank, el viaje es en gran parte una forma de expresar su gratitud por seguir vivo y tener la capacidad de asumir el reto físico, casi una década después de que un accidente automovilístico lo dejara con 14 huesos rotos y casi paralizado. Estaba escondido en un montón de hojas para sorprender a un amigo cuando un auto lleno de adolescentes pasó por encima del montón sin saber que él estaba allí debajo.
«Es mi forma de mostrar mi agradecimiento por estar vivo y poder caminar y hacer las cosas que puedo hacer», dijo durante una pausa en Annapolis, Maryland, a principios de este mes, un día antes de continuar su viaje.
También disfruta escribir sobre sus experiencias en su blog y conocer gente en el camino.
«Estoy agradecido de estar aquí y poder compartir esta historia», dijo Frank. «En cierto sentido, siento que tengo la responsabilidad de documentar las cosas que experimento para las personas que no pueden vivirlas o que sueñan con vivirlas. Por eso es importante para mí».
Vestido con un sombrero de piel de conejo y ropa que hizo él mismo para parecer un pirata, generalmente rema entre seis y diez horas al día en su embarcación de 1982, cuyo casco fue ahuecado para guardar provisiones. Muchas noches, duerme en una tienda de campaña junto al agua. Sin embargo, a menudo recibe invitaciones de lectores de su blog para quedarse en sus casas.
Para mantenerse caliente, eligió un abrigo grueso de plumas de los años 70, una chaqueta ultraligera marca Patagonia que encontró en una tienda de segunda mano, mitones de clima frío del ejército alemán de los años 50, un conjunto de ropa térmica y varios pares de calcetines de lana. Recientemente, cuando sintió que no estaba suficientemente abrigado, diseñó y cosió sus propios pantalones, los cuales acolchó sobre franela de algodón para mayor aislamiento.
Lleva 10 baterías portátiles, además de cables y enchufes. Dice que solo su bolsa de electrónicos, que contiene solo baterías y cables, pesa casi 25 libras.
«Encuentro que 10 es una buena cantidad y mantendrán cargados [los aparatos]: la radio, las cámaras y la batería del teléfono, además el GPS por cualquier eventualidad», dijo. «También llevo un panel solar como respaldo y puedo cargar casi cualquier cosa que necesite».
No lleva mucho para defensa personal: solo un pequeño cuchillo de filetear para pescado y un cuchillo de bolsillo para cortar cuerdas. Frank dice que tiene confianza en su capacidad para protegerse, como estar atento en áreas con osos, atar la comida o simplemente evitar zonas pobladas.
«A largo plazo, nunca fue una gran preocupación para mí y hay cosas fuera de mi control que no se pueden cambiar con lo que lleve conmigo», dijo.
El Boy Scout, quien aún visita a una tropa local de scouts en su ciudad natal, preparó una buena parte de su comida para la larga aventura. Deshidrató carne de caza y carne molida en un horno y la selló al vacío para el viaje.
Frank genera algunos ingresos escribiendo sobre su experiencia. Su blog también le ayuda a cubrir los gastos de alimentos a través de su «Fondo de Pollos asados», donde las personas pueden hacer clic para enviarle donaciones en efectivo.
«De vez en cuando, alguien me envía 20 dólares en línea, lo que ayuda mucho para cosas como comida y demás, pero mientras tanto, también escribo para revistas y las revistas publican mi trabajo», dijo.
Frank ya realizó viajes largos en bicicleta, monociclo y canoa. Por ejemplo, ya exploró Florida en canoa, lo que le llevó unos 11 meses, finalizando en mayo de 2023. Esa es una parte importante de lo que intenta hacer ahora. Sabe que eventualmente tendrá que atar su canoa a los manglares durante un tramo para dormir.
«Realmente, realmente, gozo», dijo Frank sobre las aventuras. «Lo que más disfruto es estar vivo y supongo que para mí estas expediciones no solo son mi universidad y mi educación, sino también una forma de glorificar y agradecerle al mundo por estar vivo y poder caminar».
El Great Loop es su viaje más desafiante hasta el momento. Si bien el viaje sigue una ruta que los entusiastas de la navegación deben recorrer, rara vez se realiza confiando solo en la fuerza para mover una canoa.
Frank también viaja en sentido horario, lo que él considera que es la ruta más difícil, porque rema contra la corriente en ríos interiores durante más del 25 por ciento del recorrido.
Frank inició su viaje el 27 de junio en Escanaba, Michigan, su ciudad natal. Remó hacia Canadá y cruzó el Lago Ontario, donde acampó en islas. En su camino hacia el sur, pasó por la ciudad de Nueva York, navegando cerca de la Estatua de la Libertad.
Aunque estudió bastante la ruta del Great Loop, no todo fue perfectamente planeado para el canoísta. Dijo que tuvo que orientarse por sí mismo.
Al salir de Nueva York, tomó el Canal Delaware y Raritan, utilizando porteos que, según dice, encontró por su cuenta y que no estaban planeados en su ruta previamente. Frank espera escribir una guía informativa para llenar algunos vacíos sobre detalles de la ruta. También piensa en escribir una autobiografía.
«Me gustaría crear algo puramente educativo, una guía, y luego algo que sea como la historia de un joven encontrándose a sí mismo en un mundo que aún no comprende completamente», dijo Frank.
Vivía con sus padres antes de comenzar a viajar, cuando dejó su hogar para recorrer los Estados Unidos en monociclo por una causa benéfica a los 19 años.
«A veces vuelvo y visito el lugar por un par de meses entre expediciones, pero durante los últimos tres años he estado viajando a tiempo completo», dice.
Todo lo que posee está en su canoa.
Dice que no necesita mucho dinero para seguir adelante.
«Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, no cuesta una cantidad tremenda viajar, especialmente cuando eliminas los boletos de avión, el gas, los bienes y los alojamientos como hoteles y restaurantes», dijo.
Nunca ha tenido mucho dinero y realizó expediciones previas con menos de 1000 dólares.
«¿Es esto cómodo o práctico? Absolutamente no, pero a través de las luchas por seguir mis sueños con poco o nada, desarrollé la capacidad de encontrar satisfacción en lo simple y como resultado, vivo bien con poco», dijo.
También describe el viaje como una travesía de autodescubrimiento.
«Es muy difícil imaginar dónde estaré dentro de tres años, ya que todavía soy joven y estoy en crecimiento, pero espero que en este viaje, este largo viaje de autodescubrimiento, tal vez lo encuentre», dijo.
Estima que le tomará aproximadamente 17 meses completar el recorrido. Tendrá que terminarlo para el próximo noviembre, afirmó, debido a una fecha límite natural impuesta por el congelamiento de los lagos que necesitará cruzar.
«Yo diría que la naturaleza es mi mayor competidor, definitivamente», dijo Frank.
Por Brian Witte.
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