ROMA— El capitán de un superyate que se hundió durante una tormenta frente a Sicilia la semana pasada, causando la muerte de siete personas, decidió no responder este martes a las preguntas de los fiscales italianos, dijo su abogado.
James Cutfield, ciudadano neozelandés, de 51 años, está siendo investigado por posibles cargos de homicidio involuntario y naufragio culpable. El martes fue interrogado tres veces por los fiscales de Termini Imerese.
«Acaba de ejercer su derecho a permanecer en silencio, probablemente los fiscales esperaban eso», dijo a The Associated Press el abogado Aldo Mordiglia, agregando que el equipo legal del capitán acaba de ser nombrado y necesita tiempo para trabajar en su estrategia defensiva.
El Sr. Cutfield fue uno de los 15 supervivientes del naufragio del 19 de agosto, en el que murieron el magnate tecnológico británico Mike Lynch, su hija Hannah y otras cinco personas.
El fiscal jefe, Ambrogio Cartosio, que dirige la indagación, ha afirmado que su equipo estudiará todos los posibles elementos de responsabilidad, incluidos los del capitán, la tripulación, las personas encargadas de la supervisión y el fabricante del yate.
El Bayesian, un yate de lujo de 56 metros de eslora y bandera británica, naufragó cerca de la isla del Mediterráneo, en el sur de Italia.
Los investigadores se centraron en cómo un velero considerado «insumergible» por su fabricante, el astillero italiano Perini Navi, se hundiera mientras un velero cercano permanecía prácticamente ileso.
Según la fiscalía, el suceso fue «extremadamente rápido» y pudo deberse a un «downburst», un viento localizado y potente que desciende de una tormenta y se propaga rápidamente al tocar tierra.
La tripulación se salvó, salvo el cocinero y seis pasajeros que quedaron atrapados en el casco.
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