El escritor y periodista cubano Carlos Alberto Montaner se mostró seguro este jueves de que la transición en Cuba hacia un Estado de derecho «llegará», pero antes los cubanos van a tener que enfrentarse «a la reconciliación».
Durante la presentación de su libro de memorias «Sin ir más lejos», celebrado en la librería Books and Books de Coral Gables (Florida, EE.UU.), el ensayista y novelista se refirió a la «experiencia española» tras 40 años de «dictadura franquista» para augurar que en Cuba se pueda dar una transición democrática similar.
En el transcurso de un charla que sostuvo con su hija, la también periodista Gina Montaner, el intelectual resaltó que, tal como está escrito en sus memorias, no ha habido «ni un solo día en que no haya vivido vinculado a la realidad cubana», un hecho que refleja que «el horror y la opresión de la revolución» ha marcado su vida y la de su familia.
«Ni un solo día de la vida nos hemos podido librar de esta maldición que es la revolución cubana», señaló, una frase que suscitó los aplausos de los asistentes que atiborraron la sala y hasta los pasillos adyacentes.
El autor de más de una treintena de libros publicados reflexionó sobre una sociedad cubana que en 1959 no pudo prever lo que iba a desencadenar la Revolución Cubana, un aspecto que su hija recalcó que «ha pasado en otros países y pasa ahora».
Montaner se mostró esperanzado que Cuba sabrá doblegar esa «debilidad» ante el «caudillismo» por encima del Estado de derecho y que el «fracaso» de la revolución en la isla ayudará a esa meta.
A lo largo de la charla, padre e hija, ella también escritora, repasaron sus décadas en España y los continuos viajes de una «familia liberal en el sentido más amplio de la palabra», como definió Gina.
Recordaron los años tras la caída del muro de Berlín, en 1989, y las expectativas que suscitó sobre un posible fin del régimen cubano, algo que no se cumplió y dio la sensación de que se mantenía la consigna de Fidel Castro: «La isla se hundirá en el mar antes que abandonar el marxismo leninismo».
Montaner criticó, como lo ha hecho antes, la «insolidaridad» de algunos exiliados cubanos con los nuevos que llegaban a EE.UU. amparados en una ventajosa política migratoria que practicó este país hacia los inmigrantes de la isla.
«Me perece insoportable e imposible de entender que los mismos cubanos cierren el paso a otros cubanos», señaló el ensayista, quien se mostró convencido de que en aspecto «el camino es abrir la mano».
La hija recordó ante el público que sus padres cumplieron este mes 60 años de casados y se refirieron a la matriarca, Lina, como la columna vertebral de la familia.
«Hemos sido amigos, colaboradores, cómplices. Lina me ha leído con mucho rigor», destacó el escritor, quien reconoció que para él «ella lo es todo».
El novelista, nacido en La Habana y que ha publicado artículos en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina, dijo que aspira a dedicarse en los años futuros a la creación de ficciones, como la que está preparando en la actualidad, una sobre el suicidio del cubano Paul Lafargue junto a su esposa, Laura Marx, una de las hijas de Karl Marx.
En una reciente entrevista con Efe con motivo de estas memorias, que se publican bajo el sello editorial Debate, Montaner reconoció que a lo largo de 55 años en el exilio para regresar a Cuba, de la que huyó a los 18 años de edad, «hizo lo que pudo, pero no fue suficiente».
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