Los legisladores republicanos de Carolina del Norte han impulsado un proyecto de ley para proteger el derecho de los padres a dirigir la educación de sus hijos, incluido el derecho a ser informados de las conversaciones que la escuela mantiene con sus hijos sobre sexo y género.
El proyecto de ley, similar a uno que recientemente se convirtió en ley en Florida, prohibiría que los planes de estudio de las escuelas públicas para los cursos de preescolar a tercero contengan instrucción sobre orientación sexual e identidad de género. En general, los directivos y empleados de las escuelas no podrían mantener en secreto a los padres ninguna información relacionada con la «salud mental, emocional o física o el bienestar» de sus hijos.
Según la propuesta, las escuelas de Carolina del Norte tendrían que informar a los padres si su hijo quiere que se le llame por un nombre o pronombre diferente, así como pedir el consentimiento de los padres antes de proporcionar al niño cualquier servicio de asesoramiento u otra atención médica que no sea de emergencia.
Además, el proyecto de ley permitiría a los padres demandar a la escuela si ésta no atiende las preocupaciones sobre sus derechos parentales. Cualquier proveedor de atención médica que no obtenga el consentimiento de los padres antes de administrar tratamientos médicos no urgentes a su hijo también se enfrentaría a sanciones, incluidas multas de hasta 5000 dólares.
Las medidas propuestas se añadirán a un proyecto de ley sobre la transparencia de los planes de estudio, que garantizaría a los padres el derecho a revisar y objetar los libros de texto y los materiales complementarios, a solicitar una exención médica o religiosa de los requisitos de vacunación para sus hijos y a ver qué libros ha tomado prestados su hijo de la biblioteca escolar.
«Los padres quieren participar más en la educación de sus hijos. Esta propuesta refuerza la relación entre las escuelas y los padres», dijo el líder del Senado estatal, Phil Berger, en una conferencia de prensa el 24 de mayo. «El proyecto de ley trata de la transparencia y la confianza en nuestras escuelas públicas. Cuanto más abierta sea la comunicación del personal escolar con los padres sobre la educación y el bienestar de los niños, mejor».
Si el proyecto de ley es aprobado por la Asamblea Estatal, controlada por los republicanos, es muy probable que sea vetado por el gobernador demócrata Roy Cooper. En ese escenario, los republicanos necesitarán el apoyo de los demócratas para conseguir los votos suficientes necesarios para anular el veto del gobernador.
Cuando se trata del debate sobre si a los niños pequeños se les debe enseñar en las escuelas públicas sobre temas relacionados con el colectivo LGBTQ, Cooper tiene una opinión diferente a la del vicegobernador republicano Mark Robinson, que calificó abiertamente esas enseñanzas de «obscenidades».
«Esos temas no tienen cabida en las escuelas», dijo Robinson el pasado mes de junio en un acto de una iglesia baptista. «No hay ninguna razón para que nadie, en ningún lugar de Estados Unidos, le hable a ningún niño de transexualidad, de homosexualidad… de ninguna de esas obscenidades».
Robinson se negó a retractarse de esos comentarios después de que un video de su discurso se hiciera viral en las redes sociales, diciendo en cambio que «seguiría luchando por el derecho de los niños a recibir una educación libre de conceptos sexuales que no pertenecen a las aulas».
La oficina de Cooper emitió un comunicado criticando los comentarios de Robinson. «Él no habla en nombre de Carolina del Norte», dijo el gobernador. «Somos un estado acogedor e inclusivo y queremos que toda la nación y el mundo lo sepan».
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