El gobernador de Carolina del Sur ordenó el jueves el fin de la participación del estado en todos los programas federales de subsidios de desempleo relacionados con la pandemia de COVID-19, citando la falta de mano de obra.
La medida entrará en vigor el 30 de junio, por lo que el estado dejará de participar en seis programas federales de desempleo relacionados con la pandemia de COVID-19 en los que había decidido participar anteriormente.
El gobernador Henry McMaster anunció en una declaración que el estado se enfrenta actualmente a una escasez de mano de obra «creada en gran parte por los pagos suplementarios de desempleo que proporciona el gobierno federal».
«Dado que la administración Biden y el Congreso parecen no comprender el daño que se está produciendo, el Estado de Carolina del Sur debe tomar medidas», dijo.
En una carta (pdf) dirigida al director del Departamento de Empleo y Fuerza Laboral de Carolina del Sur (DEW), Daniel Ellzey, McMaster dijo que en muchos casos, los pagos de las prestaciones por desempleo son «mayores que los cheques de pago anteriores del trabajador».
«Lo que pretendía ser una ayuda financiera a corto plazo para los vulnerables y desplazados durante el punto álgido de la pandemia se convirtió en un peligroso derecho federal, que incentiva y paga a los trabajadores para que se queden en casa en lugar de animarles a volver al trabajo», escribió.
Los seis programas afectados son:
- Asistencia al Desempleo por Pandemia (PUA)
- Compensación de Emergencia por Desempleo en Caso de Pandemia (PEUC)
- Compensación Federal de Desempleo por Pandemia (FPUC)
- Compensación por Desempleo para Empleados Mixtos (MEUC)
- Ayuda de emergencia por desempleo para entidades gubernamentales y organizaciones sin ánimo de lucro
- Financiación federal temporal de la primera semana de desempleo ordinario compensable para los estados, sin semana de espera
«En este momento, hay 81,684 puestos abiertos en el estado de Carolina del Sur. Los sectores de hotelería y servicios alimenticios tienen una escasez de empleados que amenaza su sostenibilidad. A su vez ningún área de la economía se libra del dolor de la escasez de mano de obra», dijo el director ejecutivo de DEW, Ellzey, a través de una declaración.
«Mientras que los fondos federales apoyaron a nuestros trabajadores desempleados durante el pico del COVID-19, estamos totalmente de acuerdo en que el reempleo es el mejor plan de recuperación para Carolina del Sur y la salud económica del estado. Las cifras de reclamaciones iniciales de la semana pasada fueron las más bajas desde que comenzó la pandemia, y los empleadores de todo el estado están ansiosos de contratar y de que Carolina del Sur vuelva a funcionar».
La medida convierte a Carolina del Sur en el segundo estado de Estados Unidos que pone fin a la ampliación de las prestaciones por desempleo. Montana fue el primer estado en hacerlo, tras el anuncio del gobernador Greg Gianforte el 4 de mayo, quien dijo que el estado se retiraría de todos los programas federales de desempleo COVID-19, a partir del 27 de junio.
Además de optar por no participar en los programas federales de desempleo, Gianforte también anunció que el estado utilizará los fondos federales autorizados por la Ley del Plan de Rescate Americano del presidente Joe Biden, de 1.9 billones de dólares, para dar «bonos de retorno al trabajo» a los desempleados que se reincorporen a la fuerza laboral y permanezcan empleados durante al menos un mes.
«Montana vuelve a estar abierta a los negocios, pero escucho a demasiados empleadores en todo nuestro estado que no pueden encontrar trabajadores. Casi todos los sectores de nuestra economía se enfrentan a una escasez de mano de obra», dijo el gobernador Gianforte en una declaración. «Los incentivos importan, y la gran expansión de los beneficios federales de desempleo está haciendo más daño que bien. Necesitamos incentivar a los montaneses para que se reincorporen a la fuerza de trabajo».
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