El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, firmó el martes un proyecto de ley que prohibiría a los profesionales de la salud realizar procedimientos de transición de género a menores en el estado.
El Sr. McMaster dijo que cree que el proyecto de ley «Help Not Harm», o H4624, «protegerá a los niños de nuestro estado de procedimientos irreversibles de transición de género y prohibirá que se utilicen fondos públicos para ellos».
«Espero unirme a los legisladores y partidarios en una firma ceremonial del proyecto de ley en el Upstate la próxima semana», declaró el gobernador republicano en la plataforma de medios sociales X.
Este proyecto de ley prohibiría a los médicos y otros profesionales de la salud proporcionar procedimientos de transición de género —como bloqueadores de la pubertad, hormonas de sexo cruzado y cirugías de reasignación de género— a menores de 18 años.
«Los fondos públicos no pueden utilizarse directa o indirectamente para procedimientos de transición de género», dice la ley.
En virtud de este proyecto de ley, los médicos podrían seguir proporcionando bloqueadores de la pubertad y tratamientos hormonales a los menores que comenzaron estos tratamientos antes del 1 de agosto de 2024, si los profesionales de la salud determinan que la interrupción inmediata del tratamiento causaría daño al menor.
El proyecto de ley establece que los profesionales de la salud «pueden instituir un período durante el cual el uso de la persona de la droga u hormona se reduce sistemáticamente», pero este período no debe extenderse más allá del 31 de enero de 2025.
Añade que los procedimientos de transición de género realizados en menores más allá de estas normas estarían «sujetos a medidas disciplinarias» por parte de la entidad de concesión de licencias con jurisdicción que supervise a los profesionales sanitarios.
«Un médico que realice a sabiendas una cirugía genital de reasignación de género en violación de este capítulo es culpable de infligir grandes lesiones corporales a un niño según lo dispuesto en la Sección 16-3-95(A)», establecía.
La legislación también prohíbe a los empleados de los colegios públicos animar o coaccionar a un menor «para que oculte a los padres o tutores legales del menor el hecho de que la percepción que éste tiene de su género es incompatible con su sexo».
Joseph Kohm, director de políticas de Family Policy Alliance, apoyó el proyecto de ley y dijo que Carolina del Sur era el 23º estado del país en aprobar una medida de este tipo.
«H4624, que se basa en nuestro proyecto de ley modelo Help Not Harm, protegerá a los niños vulnerables de Carolina del Sur que luchan contra la disforia de género de los daños irreversibles de los llamados procedimientos de transición de género».
«Estos procedimientos peligrosos, experimentales e irreversibles incluyen mastectomías o ‘cirugía superior’, así como medicamentos que bloquean la pubertad y hormonas sexuales cruzadas», dijo el Sr. Kohm en una declaración el 17 de mayo.
Las organizaciones de defensa de los derechos LGBTQ expresan su oposición
Algunas organizaciones de derechos LGBTQ han criticado el proyecto de ley. Chase Glenn, un líder en el S.C. Unidos por la Justicia y la Igualdad, dijo que la aprobación del proyecto de ley «haría inconmensurablemente más difícil para los jóvenes transgénero y muchos adultos para acceder a lss atenciones médicas que salvan vidas que necesitan y merecen».
«Pero que quede claro: esta derrota no desmorona un movimiento. Nuestro movimiento de apoyo a las personas transgénero en Carolina del Sur es más ruidoso y más fuerte de lo que nunca ha sido», dijo el Sr. Glenn en un comunicado de prensa.
«Hemos marchado a la Casa de Estado, hemos contado nuestras historias y nos hemos asegurado de que nuestros legisladores nos oyeran. Ahora haremos todo lo que esté en nuestra mano para ayudar a nuestra comunidad a superar esta crisis», añadió.
Jace Woodrum, director ejecutivo de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Carolina del Sur, expresó su decepción por la aprobación de la ley y criticó al Sr. McMaster por firmarla.
«Estamos de pie en el dolor y la solidaridad con los LGBTQ de Carolina del Sur, que son cada vez más atacados por nuestro propio gobierno. Podemos poner a descansar la idea de que el gobernador se preocupa por el gobierno limitado y la libertad personal», dijo Woodrum en un comunicado.
«De un plumazo, ha optado por insertar la voluntad de los políticos en las decisiones sanitarias, pisotear las libertades de los trans de Carolina del Sur y negar los derechos de los padres de los menores trans», añadió.
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