A las 1:03 de la madrugada del 5 de diciembre, el físico experimental Alex Zylstra, por primera vez habría visto que un objetivo producía más energía de una reacción de fusión que la que un láser le inyectaba. Esto sin contar que en primer lugar se necesitó una energía de entrada mucho mayor para alimentar el láser.
«Una de las primeras cosas que hice fue llamar a uno de los expertos en diagnóstico para que volviera a comprobar los datos», declaró el físico durante una rueda de prensa celebrada el 13 de diciembre con sus colegas del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
Zylstra estaba realizando una prueba con el láser más energético del mundo, el National Ignition Facility (NIF) de Lawrence Livermore.
Al hacer estallar una cápsula de átomos de hidrógeno con un láser hasta que los átomos se calientan en plasma y se combinan, él y sus colegas pretendían lograr la fusión nuclear a través de una modalidad conocida como confinamiento inercial.
Otra modalidad importante de lograr esta fusión, es la fusión por confinamiento magnético, que utiliza dispositivos como los tokamaks para contener plasmas mediante potentes campos magnéticos.
Tammy Ma, física del NIF, dijo que «se le cayeron las lágrimas» al conocer el resultado.
«Yo quiero subrayar que cada experimento que hacemos se basa en 60 años de trabajo en este campo y más de una década en el propio NIF», dijo Zylstra.
El último trabajo de su equipo en dicha instalación es el último de una serie de logros recientes relacionados con la fusión nuclear, donde la investigación de la fusión se lleva a cabo en el marco del programa de «Gestión de arsenales» de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, como una alternativa a las pruebas nucleares subterráneas que se finalizaron a principios de la década de 1990.
El más importante de esos logros puede haber ocurrido en agosto de 2021, cuando los investigadores del NIF lograron por primera vez brevemente la ignición según un conjunto de criterios, a saber, cuando las fuerzas que enfrían el plasma no son lo suficientemente fuertes como para anular las fuerzas que lo calientan. (El resultado del 5 de diciembre también se ha denominado «ignición», ya que marca el punto de equilibrio energético científico).
«El resultado del NIF en agosto de 2021 lo cambió todo, en cambio, este resultado no cambia nada», declaró el físico Daniel Jassby, exinvestigador del laboratorio de plasma de la Universidad de Princeton, en una entrevista concedida el 13 de diciembre a The Epoch Times.
En la rueda de prensa del 13 de diciembre, el director de Lawerence Livermore, Kim Budil, dijo que unos 300 megajulios de energía impulsaron el experimento en su conjunto. El objetivo produjo unos 3.15 megajulios de energía a partir de 2.05 megajulios de energía, según un comunicado de prensa.
El último resultado y la rueda de prensa coinciden con la negociación en el Congreso de un proyecto de ley de gastos de última hora. Los senadores republicanos pidieron a sus colegas que esperen hasta que su partido tome la Cámara de Representantes en enero para ultimar el paquete.
Jassby no descartó la posibilidad de que el momento del último anuncio tenga algo que ver con el actual debate sobre el gasto.
«Esto podría ser una actividad política normal», dijo el físico a The Epoch Times.
El avance comunicado por la Casa Blanca coincide también con la creciente tensión entre Estados Unidos y su rival geopolítico, Rusia, un país dotado de armamento nuclear en medio de la guerra de Ucrania. Mark Hermann, de Lawrence Livermore, señaló cómo la investigación de fusión nuclear del NIF está ayudando a la capacidad de disuasión nuclear de Estados Unidos.
Los científicos, burócratas y funcionarios de la administración Biden que hablaron el 13 de diciembre dijeron que los resultados reivindican décadas de investigadores anteriores que han buscado el equilibrio energético.
«Ellos nunca perdieron de vista este objetivo», afirmó Arati Prabhakar, directora de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca.
Sin embargo, surgió una aparente discrepancia en cuanto a un calendario plausible para que la energía de fusión nuclear sea comercial.
Budil, de Lawrence Livermore, afirmó que la comercialización podría lograrse «probablemente en décadas», tal vez no en 50 o 60 años.
«Con un esfuerzo y una inversión concertados, unas décadas de investigación sobre las tecnologías subyacentes podrían ponernos en condiciones de construir una central eléctrica», declaró Budil.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en cambio, apeló a la «visión decenal del presidente Joe Biden de llegar a un reactor de fusión comercial en 10 años».
El último resultado «demuestra que es posible», dijo Granholm.
Cuando un periodista preguntó a Granholm por ese desfase, Budil intervino para decir que la fusión magnética estaba más avanzada que la fusión por confinamiento inercial. Por su parte, ella no afirmó que ninguno de las dos modalidades pudiera comercializarse de forma realista en una década.
«Con una inversión real y un enfoque real, esa escala de tiempo puede acercarse», dijo Granholm.
Elogios y escepticismo
Algunos expertos en fusión nuclear han destacado la importancia de la contribución del NIF.
Un portavoz de una importante colaboración internacional en fusión magnética llamada Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) dijo que los resultados eran «una inyección de adrenalina para la empresa mundial de fusión R&D».
Los tokamaks —la tecnología en la que se centra el trabajo del ITER— siguen siendo «lo más cercano a la implantación comercial», añadió Laban Coblentz, portavoz del ITER.
Andrew Holland, CEO de la Asociación de la Industria de la Fusión, con sede en Washington, declaró que el anuncio del hallazgo «demuestra al mundo que la fusión no es ciencia ficción. Esta pronto será una fuente viable de energía».
Holland también pidió que se regulara el incipiente sector de la fusión, y añadió que el experimento del NIF «dará a los gobiernos de todo el mundo más incentivos para apoyar el desarrollo de la energía de fusión comercial».
También abogó por la regulación del emergente sector de la fusión, añadiendo que el experimento del NIF «dará a los gobiernos de todo el mundo más incentivos para apoyar el desarrollo de la energía de fusión nuclear comercial.»
Sin embargo, otros expertos que hablaron con The Epoch Times se mostraron más escépticos, sobre todo respecto a la idea de que la energía de fusión nuclear alcance la comercialización en una década.
«Se tardará medio siglo en desarrollar las tecnologías actualmente inexistentes necesarias para un reactor de potencia basado en [la fusión por confinamiento inercial], incluido un láser práctico o un haz de iones», dijo el físico Daniel Jassby en un correo electrónico a The Epoch Times.
En cuanto a los tokamaks, en su opinión siguen siendo «altamente especulativos».
«Cualquiera que prediga la fusión comercial antes del 2050 tiene mucha más imaginación que yo», dijo a la vez Rod Adams, un veterano nuclear de la Marina que dirige el fondo de riesgo Nucleation Capital, en un correo electrónico enviado el 13 de diciembre a The Epoch TImes.
Al igual que Jassby, Adams se refirió al extraño momento en que se produjo el último resultado, que coincidió con un debate sobre el gasto en el Congreso.
«Una última fuente de escepticismo es la hábil orquestación del anuncio. ¿Por qué se ‘filtró’ la noticia a tiempo para que múltiples fuentes produjeran artículos incluso antes de la rueda de prensa ampliamente promocionada?», se preguntó Adams.
Steven Krivit, periodista y destacado crítico de la fusión, dijo a The Epoch Times en un correo electrónico del 13 de diciembre que los últimos datos del NIF son «irrelevantes» desde un punto de vista práctico, aunque no necesariamente para los científicos.
Krivit cuestionó las definiciones utilizadas para afirmar que la reacción superó el umbral de rentabilidad, señalando que los láseres utilizados para llevar a cabo los experimentos requieren cientos de megajulios de energía.
En un mensaje de seguimiento ligado a The Epoch Times, Adams dijo que la producción experimental de energía neta se reducía al «ruido y furia producidos por docenas de artículos sobre un gran avance».
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