El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, afirmó que a medida que el mundo toma partido en la guerra entre Rusia y Ucrania, con la emergente «alineación de autocracias», China se enfrenta a un momento decisivo para cimentar la forma en que el mundo le verá.
Si toma el «camino más oscuro», ya no tendrá forma de seguir adelante como segunda economía del mundo.
«China tiene que tomar una decisión», afirmó Sullivan el 17 de diciembre en el 92NY, en conversación con Ian Bremmer, Presidente del Grupo Eurasia y de GZERO Media. «Puede seguir estrechando esos vínculos militar y diplomáticamente […] [o] acabar en una circunstancia en la que realmente forme parte de un eje».
«O podría hacer lo que creo que es mucho más natural desde el punto de vista de los intereses y la oportunidad de la perspectiva de China, que es ser un gran competidor de Estados Unidos».
Dado que Rusia se enfrenta a sanciones internacionales que le impiden obtener legalmente los fondos y materiales necesarios para la guerra, ha creado nuevas alianzas. La principal de ellas es un pacto oficial con Corea del Norte. Funcionarios internacionales también han confirmado que Rusia está recibiendo apoyo financiero o material a través de canales chinos e iraníes para eludir las sanciones.
Rusia, Corea del Norte, China e Irán —a los que Sullivan se refirió como la «alineación de autocracias»— han sido calificados por los expertos como un nuevo «eje». Pero aún es pronto, dijo Sullivan, y la forma en que China decida actuar marcará la pauta de la respuesta de Estados Unidos.
Como ejemplo, según el asesor, se espera que las tensiones entre Estados Unidos y China aumenten con la próxima administración Trump, que prevé aranceles elevados a las importaciones chinas en todos los ámbitos. Sullivan señaló que tanto la administración Biden como la primera administración Trump han sancionado a China por diversos motivos, y los funcionarios de ambas administraciones afirman repetidamente que se trata de una respuesta a las acciones de China, que van desde violaciones del comercio a abusos de los derechos humanos, rechazando las afirmaciones de que Estados Unidos es el agresor.
«La mayoría de las veces, la gente pregunta (…) desde el punto de vista de: ‘¿Qué vas a hacer uno, Estados Unidos, para ayudar a que eso suceda? ¿Cómo va a ser más amable con China siendo que China está dispuesta a hacer esas cosas?», dijo el asesor.
«En realidad, es más decisión de China que nuestra».
«Ellos tienen que decidir. ¿Va a hacer Xi que la [relación] Xi-Putin sea la cuestión dominante, o va a pensar la RPC en sí misma como un tipo distinto de actor que no forma parte de este eje?», dijo Sullivan, utilizando el acrónimo de la República Popular China, el nombre oficial de la nación bajo el dominio del régimen comunista chino.
«Personalmente, no creo que hayan tomado totalmente esa decisión, ni en un sentido ni en otro. Realmente existe el riesgo de que tomen un camino más oscuro (…) No está predeterminado que China acabe a cuatro velas en este eje».
«Creo que el mundo debería hacer recaer sobre China la responsabilidad de tomar la decisión correcta».
Sullivan declaró que ha mantenido conversaciones con el próximo asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, ya que la seguridad nacional y la política exterior son cuestiones que las administraciones en transición consideran apremiantes.
También manifestó que hay dos campos de pensamiento en cuanto a la relación entre Estados Unidos y China: uno que espera una competencia «de ojos claros» y otro que dice que Estados Unidos debe desempeñar un papel fundamental para acabar con el Partido Comunista Chino.
«Sea cual sea la trayectoria, Estados Unidos y China van a tener que aprender a convivir como grandes potencias del mundo en un futuro previsible, y necesitamos unas condiciones en las que podamos hacerlo», afirmó Sullivan.
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