El 13 de mayo, la Casa Blanca corrigió su afirmación falsa de que las vacunas contra COVID-19 no estaban disponibles cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo, pero se olvidó de eliminar la afirmación incorrecta.
La cuenta oficial de Twitter de la Casa Blanca posteó la afirmación en esa fecha escribiendo que “cuando el presidente Biden asumió el cargo, millones estaban desempleados y no había vacunas disponibles”.
Millones de estadounidenses habían ya recibido una vacuna COVID-19 cuando Biden asumió el cargo el 20 de enero de 2021. Biden estaba entre ellos. El demócrata recibió dos dosis, un régimen primario completo de la vacuna Pfizer y BioNTech antes de prestar juramento.
Numerosas personas notaron la declaración falsa, incluido Jeryl Bier, editor de Pluribus.
“¿‘No hay vacuna disponible’? ¿Qué le inyectaron al presidente electo Biden? ¿Azúcar agua?», dijo Bier, compartiendo una publicación de la Casa Blanca fechada el 13 de enero de 2021, que mostraba a Biden mientras estaba recibiendo su segunda dosis.
“Entonces, ¿cuándo va a señalar esto el ministro de la Verdad?” escribió otro usuario, refiriéndose al jefe de la Junta de Gobernanza de la Desinformación recientemente anunciada por la administración de Biden.
Horas después del posteo de la afirmación falsa, la Casa Blanca reconoció que no era cierto.
“Anteriormente dijimos erróneamente que las vacunas no estaban disponibles en enero de 2021”, dijo la Casa Blanca. “Deberíamos haber dicho que no estaban ampliamente disponibles”.
“Las vacunas estuvieron disponibles poco antes de que el presidente asumiera el cargo. Desde entonces, es responsable de vacunar completamente a más de 200 millones de personas”, agregó.
La afirmación original no se eliminó y los usuarios no pueden ver la actualización a menos que vayan a las líneas de tiempo de la Casa Blanca.
Los expertos recomiendan eliminar publicaciones con información falsa al emitir correcciones para que la información no se siga difundiendo.
Tanto las vacunas de Moderna como las de Pfizer recibieron autorización de uso de emergencia por parte de los reguladores de EE. UU. en diciembre de 2020, lo que dio inicio a un impulso de vacunación en las administraciones de Trump y Biden que continúa hasta el día de hoy.
Originalmente promocionadas como altamente efectivas contra infecciones y hospitalizaciones, las vacunas han perdido efectividad con el tiempo.
Las vacunas brindan poca protección contra las infecciones de la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) y ofrecen una menor protección contra enfermedades graves. Una proporción cada vez mayor de los hospitalizados y fallecidos a causa de COVID-19 se encuentran entre los vacunados.
El virus del PCCh que también se conoce como SARS-CoV-2 es el causante de COVID-19.
Las autoridades sanitarias siguen recomendando que prácticamente todos los estadounidenses se vacunen, principalmente para protegerse de las enfermedades graves. Al mismo tiempo los reguladores están en conversaciones con los fabricantes de vacunas sobre el desarrollo de vacunas específicas que puedan brindar una mejor protección para las nuevas cepas.
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