Casa Blanca: déficit y relación deuda-PIB bajarán a inicios de 2021 mientras la economía se recupera

Por Tom Ozimek
08 de septiembre de 2020 4:46 PM Actualizado: 12 de enero de 2021 10:16 PM

La Casa Blanca espera que para principios del próximo año, en Estados Unidos se produzca un descenso tanto del déficit como en la proporción deuda-PIB, que según la reciente proyección de una agencia federal, sobrepasará el 100 por ciento el próximo año, dijo un oficial en una reciente entrevista.

Hasta la fecha en este año alrededor de 3.3 billones de dólares en ayuda de emergencia para combatir las repercusiones económicas del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) fueron promulgados como ley, causando en 2020 un incremento del ya elevado déficit y de la deuda federal. Si se cumple por completo la cantidad del presupuesto, esto elevará el déficit presupuestario al 16% del PIB, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial y más del triple del déficit de 2019.

El gasto alimentado con el gasto para combatir el impacto de la pandemia hizo que aumente la deuda federal general mantenida por el público. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), no partidista, que produce análisis económicos y presupuestarios para apoyar el proceso presupuestario del Congreso, según su reporte de la semana pasada, proyecta que la deuda federal aumente bruscamente hasta el 98 por ciento del PIB en 2020, en comparación con el 79 por ciento a finales de 2019 y el 35 por ciento en 2007, antes del inicio de la recesión anterior.

«Esta excedería el 100 por ciento en 2021 y aumentaría al 107 por ciento en 2023, el valor más alto en la historia de la nación», declaró la CBO.

Joe LaVorgna, economista jefe del Consejo Económico Nacional, dijo a Just The News la semana pasada que el ratio de la deuda federal y el PIB del país se reducirán en la medida que la economía se recupere.

«En términos de la relación entre deuda y PIB general, esta ha aumentado porque los déficits han aumentado. Si la economía continúa recuperándose —y de nuevo, una gran parte de este deterioro del déficit es el resultado de esta contracción por la pandemia, así que a medida que nos alejamos de eso y volvemos a la normalidad, a principios del próximo año posiblemente la economía se recupere —o debería decir tal vez probablemente— toda la contracción relacionada con la pandemia, estos déficits no se van a ver cerca del tamaño que ellos son, y mientras eso sucede, la relación entre deuda y PIB tampoco se verá tan mal», dijo LaVorgna.

El pronóstico de la CBO no incluyó otra ronda de ayuda para la pandemia, que el Congreso podría promulgar y sobre la cual ha habido un acalorado debate entre demócratas y republicanos.

Si bien hay un apoyo bipartidista para un mayor estímulo, los republicanos y la Casa Blanca han pedido una ayuda más limitada, dirigida a ayudar a las empresas y las familias más afectadas por la pandemia, mientras que los demócratas han presionado para un paquete más amplio.

Las negociaciones sobre el estímulo se interrumpieron a principios del mes pasado, y los puntos claves eran si se debía proporcionar cerca de 1 billón de dólares en ayuda federal a los gobiernos estatales y locales, así como cuánto se debía proporcionar en beneficios de desempleo.

Se espera que los líderes del Congreso y los funcionarios de la Casa Blanca se reúnan para las próximas negociaciones este mes cuando los miembros del Congreso regresen a Washington después de su descanso.

El Capitolio de los EE.UU. se refleja en una ambulancia de reserva en Washington el 27 de marzo de 2020. (Alex Edelman/AFP vía Getty Images)

LaVorgna dijo que las bajas tasas de interés están manteniendo los costos del endeudamiento bajos, proporcionando un margen para un gasto deficitario temporalmente más alto para ayudar a sacar al país de la recesión del COVID-19. También dijo que el presidente Donald Trump era consciente del crecimiento de la carga de la deuda y que sus planes para impulsar el crecimiento económico aumentarán los ingresos del gobierno y reducirán la deuda.

«El presidente sabe que él tiene que hacer que la economía vuelva a ser como antes», dijo LaVorgna. «También ha hecho un tremendo progreso en hacer eso y si uno consigue crecimiento, uno va a conseguir ingresos. Ahora no es el momento de preocuparse por el déficit. El déficit está en función del hecho de que la economía se vio obligada a cerrar debido a la pandemia».

«Así que el punto es conseguir que la economía vuelva a funcionar, conseguir que los trabajos que están volviendo continúen obteniendo fuertes ganancias salariales», añadió. «Esas son todas las cosas en las que el presidente está enfocado. Si está viendo los déficits, eso es realmente, ahora mismo, una métrica totalmente equivocada».

LaVorgna dijo que el momento de enfrentar el problema del déficit y la deuda es cuando la tasa de desempleo cae «hasta donde era considerada un nivel muy bajo», lo cual cree que ocurrirá «mucho antes de lo que la gente piensa».

Cifras recientes del Departamento de Trabajo muestran (pdf) que la tasa de desempleo en agosto cayó en 1.8 puntos porcentuales hasta el 8.4 por ciento, ya que la economía añadió 1.4 millones de empleos. Esto ocurre luego que el empleo total de los asalariados no agrícolas aumentó en 1.8 millones en julio, 4.8 millones en junio y 2.5 millones en mayo, según los datos del Departamento de Trabajo, con lo que el total de empleos creados en los últimos 4 meses alcanzó la cifra récord de 10.5 millones.

La dinámica recuperación de los empleos se produce después de que los cierres impulsados por la pandemia hicieron que el empleo de los asalariados no agrícolas registró una baja de 701,000 en marzo y se desplomó a 20.5 millones en abril, también un récord.

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