La Casa Blanca defendió el jueves al presidente Joe Biden después de que afirmara que las próximas elecciones de mitad de término «podrían ser fácilmente ilegítimas».
«Seamos claros: POTUS no estaba poniendo en duda la legitimidad de las elecciones de 2022. Estaba diciendo lo contrario: en 2020, un número récord de votantes acudió a las urnas ante una pandemia, y los funcionarios electorales se aseguraron de que pudieran votar y de que esos votos fueran contados», dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
«Estaba explicando que los resultados serían ilegítimos si los estados hacen lo que el expresidente les pidió que hicieran después de las elecciones de 2020: tirar las papeletas y anular los resultados a posteriori. La Gran Mentira está poniendo en riesgo nuestra democracia. Estamos luchando para protegerla», añadió, utilizando un término que los demócratas han favorecido y que intenta relacionar las afirmaciones de que las elecciones de 2020 estuvieron plagadas de fraude con la propaganda nazi.
Biden, en una larga conferencia de prensa un día antes, dijo a los periodistas que las elecciones intermedias de 2022 «podrían ser fácilmente ilegítimas».
«No voy a decir que vaya a ser legítimo. Es —el aumento y la posibilidad de ser ilegítimo está en proporción directa a que no seamos capaces de aprobar estas reformas», dijo también.
Biden y muchos demócratas en el Congreso apoyan las medidas que federalizarían las elecciones, argumentando que los proyectos de ley son necesarios debido a que los estados han aprobado en los últimos meses leyes que refuerzan la seguridad de las elecciones, y las describen como un obstáculo para el acceso al voto.
La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que agrupa las medidas, pero el Senado, en una votación bipartidista la noche del miércoles, bloqueó un intento de cambiar el umbral de votación de 60 a 50, lo que podría haber permitido la aprobación del proyecto en la cámara alta.
Biden dijo que los demócratas no se darían por vencidos en el esfuerzo.
Los republicanos criticaron las afirmaciones del presidente.
«El presidente Biden dijo que las elecciones de 2022 no serán legítimas a menos que el Congreso prohíba la identificación de los votantes, legalice la recolección de boletas y financie las campañas demócratas con el dinero de los contribuyentes. Algunos podrían llamar a eso una Gran Mentira», dijo en las redes sociales el representante Mike Johnson (R-La.), vicepresidente de la conferencia republicana de la Cámara de Representantes.
«Lo que Biden está diciendo sobre las elecciones de 2022, tratando de socavar la confianza en su integridad, es exactamente lo mismo que hizo cuando puso en duda las vacunas en desarrollo durante la campaña de 2020. A ver si ahora lo dejan salirse con la suya, como hizo la primera vez», añadió Tim Murtaugh, el director de la campaña del expresidente Donald Trump en 2020.
El representante Jim Clyburn (D-S.C.), jefe de la mayoría de la Cámara de Representantes, secundó el jueves a Biden.
«Estoy absolutamente preocupado» por la legitimidad de las elecciones si no se aprueba la ley electoral, dijo en CNN.
Por su parte, al preguntársele a la vicepresidenta Kamala Harris por los comentarios de Biden durante sus apariciones en programas matutinos, se negó a abordar directamente sus afirmaciones sobre la legitimidad, pero dijo que era importante aprobar la legislación porque «los estados han puesto en marcha leyes que están dificultando a propósito el voto del pueblo estadounidense».
En una entrevista, Harris señaló que Biden podría recurrir a órdenes ejecutivas para abordar el asunto.
«Se trata de hacer el trabajo a través de órdenes ejecutivas, hacer el trabajo a través del Departamento de Justicia, que ha estado litigando estos casos en los distintos estados, porque creemos que son una violación del espíritu de la Constitución», dijo.
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