El 29 de julio, la Casa Blanca instó a Israel a evitar una escalada de tensiones con Hezbolá, con sede en Líbano, tras un ataque con cohetes que mató a 12 niños en un campo de fútbol de los Altos del Golán.
«Israel tiene todo el derecho a responder», dijo el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, durante una llamada con periodistas. «Pero nadie quiere una guerra más amplia, y confío en que seremos capaces de evitar tal desenlace».
El Sr. Kirby dijo que funcionarios estadounidenses hablaron con sus homólogos israelíes durante el fin de semana, pero se negó a proporcionar más detalles.
«Quiero dejar que los israelíes hablen sobre cuál va a ser su respuesta a este ataque», dijo. «No queremos que la guerra se intensifique. No queremos que se abra un segundo frente en el norte. Lo que queremos hacer, y en lo que estamos tan centrados, es encontrar una solución diplomática».
Hezbolá es un grupo libanés respaldado por Irán y designada organización terrorista por el gobierno estadounidense.
En un comunicado del 28 de julio, Estados Unidos atribuyó el atentado a Hezbolá, tras mantener conversaciones con las autoridades israelíes y libanesas.
«Era su cohete y lo lanzaron desde una zona que controlan. Debe ser condenado universalmente», declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson.
«Hezbolá comenzó a disparar contra Israel el 8 de octubre, alegando solidaridad con Hamás, otro grupo terrorista respaldado por Irán. Nuestro apoyo a la seguridad de Israel es férreo e inquebrantable contra todas las amenazas respaldadas por Irán, incluida Hezbolá».
La Sra. Watson declaró que Estados Unidos también está trabajando en una solución diplomática a lo largo de la «Línea Azul», la frontera trazada por la ONU entre Israel y Líbano, para poner fin a los ataques y permitir a los ciudadanos de ambos lados de la frontera regresar a casa sanos y salvos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió tomar represalias por el ataque con cohetes y afirmó que su gobierno impondría un «alto precio» al grupo terrorista Hezbolá.
«Israel no pasará por alto este ataque asesino», declaró el 27 de julio.
Hezbolá ha negado ser responsable del ataque con cohetes, que se produjo en Majdal Shams, una localidad de mayoría drusa situada en los Altos del Golán, a unos 11 kilómetros de la frontera entre Israel y Líbano. El 28 de julio, el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Abdallah Bou Habib, declaró a los medios de comunicación que Hezbolá no había atacado a ningún civil.
Mientras tanto, la embajada de EE.UU. en Beirut ha advertido a los estadounidenses que abandonen Líbano o estén preparados para refugiarse en el lugar debido a la «situación compleja y rápidamente cambiante».
«Recomendamos a los ciudadanos estadounidenses que desarrollen un plan de acción en caso de crisis y que se marchen antes de que empiece la crisis», dijo la subsecretaria de Asuntos Consulares, Rena Bitter, en un mensaje de video publicado en X el 29 de julio.
Si el transporte aéreo comercial no está disponible, cualquier persona que permanezca en Líbano debe estar preparada para refugiarse en el lugar durante un período prolongado, dijo Bitter.
Con informacion de Monica O’Shea y Chase Smith
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