La Casa Blanca denunció el último brote de violencia relacionada con las protestas en Louisville (Kentucky), instando a realizar manifestaciones pacíficas y alertando del peligro de la retórica en los medios de comunicación que podría alimentar los llamamientos a la «justicia de las masas».
La secretaria de Prensa Kayleigh McEnany hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa el 24 de septiembre, en la que abordó una serie de temas, incluyendo una aclaración que confirmó que el presidente Donald Trump «aceptará los resultados de unas elecciones libres y justas», y la crítica a las acciones de los demócratas que, según ella, «siembran el caos y la discordia», como el considerar el impeachment como un «castigo» para Trump, que tiene la intención de ejercer su autoridad constitucional para nominar a un magistrado para la Corte Suprema.
A McEnany le preguntaron cuál es el mensaje del presidente para la familia de Breonna Taylor, que murió en marzo a causa de los disparos de la policía cuando devolvieron el fuego mientras cumplían una orden «no-knock» en su casa de Louisville.
«Nuestros corazones están con ella. Fue una tragedia horrible la que ocurrió», respondió, añadiendo, «y nuestros corazones también están con los dos policías que recibieron disparos anoche en los disturbios de Louisville».
Dos agentes del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (LMPD) recibieron disparos el miércoles en el centro de Louisville y sufrieron heridas que no amenazaban su vida durante los crecientes disturbios relacionados con el manejo del caso de Taylor, en el que estuvo implicada la policía.
Un gran jurado determinó el miércoles que el sargento Jonathan Mattingly y el detective Myles Cosgrove tenían motivos para abrir fuego contra Taylor y su novio, Kenneth Walker. El novio de Taylor dijo a la policía que oyó llamar pero que no sabía quién estaba entrando en la casa, y abrió fuego en defensa propia, hiriendo a uno de los policías en la pierna. El detective Brett Hankison, que disparó varias veces contra el apartamento de Taylor desde el exterior, fue acusado de tres cargos de homicidio imprudente en primer grado.
Después de la decisión del gran jurado, se produjeron disturbios en varias ciudades de EE.UU.
El fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, en una conferencia de prensa tras la decisión del gran jurado, calificó el incidente de tragedia y pidió calma.
«La decisión que está en manos de mi oficina no es decidir si la pérdida de la vida de Breonna Taylor fue una tragedia; la respuesta a esa pregunta es inequívocamente afirmativa», dijo Cameron.
«Si simplemente actuamos en base a la indignación, no hay justicia, la justicia de los hombres no es justicia», añadió más tarde. «La justicia que busca la violencia no es justicia. Solo se convierte en venganza».
Las protestas que estallaron después del anuncio del gran jurado en un momento dado se volvieron violentas, y el portavoz de la policía, el sargento Lamont Washington, dijo que 46 personas fueron arrestadas.
McEnany, en la conferencia de prensa, señaló la situación en Louisville, diciendo que había noticias de vandalismo y arrestos.
«La administración Trump insta a la calma y recuerda a aquellos que desean que sus voces sean escuchadas que lo hagan pacíficamente. Tienen el derecho a la protesta pacífica, como se indica en la Primera Enmienda», dijo. McEnany luego se refirió a la declaración de Cameron instando a la gente a no recurrir a la «justicia de las masas», antes de apuntar a una reportera de la CNN por desafiar las palabras del fiscal general.
«Y contrasta su mensaje con el de Brianna Keilar de CNN, quien dijo, ‘Cuestiono el juicio del fiscal general de Kentucky que dice que la justicia de las masas no es justicia’. Sabemos que es un lenguaje muy cargado. Es una declaración espantosa de Brianna Keilar de la CNN. Y lo que es indignante de esta postura es que la justicia de las masas no es justicia», dijo McEnany.
Ella después agregó: «Esto no tiene nada que ver con la política, tiene todo que ver con el valor de la vida humana y la seguridad de nuestras ciudades estadounidenses y, a lo largo del país, hemos visto a nuestros agentes de policía ser atacados mientras cumplían con su deber (…) Nuestros agentes de policía merecen nuestro respeto y la violencia que se está cometiendo contra ellos (…) es indignante».
McEnany describió las palabras de Keilar como «escandalosas, irresponsables, y nunca debemos escuchar declaraciones como esas después de que dos policías recibieran disparos [hace solo] unas horas».
Keilar respondió más tarde en un tuit: «La Breonna de la que debes hablar hoy no soy yo, @PressSec».
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