Casi 4000 personas en Massachusetts, que han sido vacunadas por completo contra el COVID-19, han contraído el virus, lo que se suma al creciente número de casos importantes en todo el país.
Según el Departamento de Salud Pública de Massachusetts, al 12 de junio, había 3791 personas que dieron positivo por COVID-19 entre los 3.7 millones de personas completamente vacunadas en el estado, lo que representa aproximadamente una de cada 1000 personas vacunadas.
«Estamos aprendiendo que muchas de las infecciones posvacunas son asintomáticas o son muy leves y breves», dijo el especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Boston, Davidson Hamer, informó el Boston Herald. «La carga viral no es muy alta».
«Se esperan infecciones posvacunas y necesitamos comprender mejor quién está en riesgo y si las personas que tienen una infección de este tipo pueden transmitir el virus a otros», agregó Hamer. «En algunos casos, se presentarán niveles muy bajos del virus y no se transmitirán a otros».
Los llamados casos de infecciones posvacunas se refieren a casos que aparecen dos o más semanas después de la última inyección de una persona. Ese es el caso para la segunda dosis de Pfizer o Moderna, o de la vacuna Johnson & Johnson de una sola inyección.
«Se esperan casos de infecciones posvacunas», afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en su sitio web. “Las vacunas anti-COVID son efectivas y son una herramienta fundamental para controlar la pandemia. Sin embargo, ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva para prevenir enfermedades. Habrá un pequeño porcentaje de personas que estén completamente vacunadas y que aún se enfermen, estén hospitalizadas o mueran de COVID-19”.
La agencia de salud agregó: «Existe alguna evidencia de que la vacunación puede hacer que la enfermedad sea menos grave».
Los CDC dijeron el mes pasado que, hasta el 30 de abril, se informaron a la agencia 10,262 infecciones en 46 estados y territorios de EE.UU.
De los casos, más de seis de cada 10 ocurrieron en mujeres, con una edad promedio de 58 años, según un nuevo informe de los CDC, que dejó de contar las infecciones intercurrentes a partir del 1 de mayo, excepto aquellas que causan hospitalización o muerte.
Aproximadamente el 10 por ciento de los pacientes requirieron atención hospitalaria y 160, o alrededor del 1,5 por ciento, murieron.
Los datos indican que aproximadamente tres de cada 10 pacientes hospitalizados fueron admitidos por una razón no relacionada con COVID-19 o sin síntomas.
La edad promedio de los que murieron después de vacunarse fue de 82 años. Veintiocho muertes se vincularon a una causa no relacionada con COVID-19 o se produjeron en pacientes que no mostraban síntomas.
Los datos de secuenciación estaban disponibles para 555 de los casos de infecciones posvacunas. Más del 60 por ciento se identificó como derivado de variantes, incluida la variante B.1.1.7 que se identificó por primera vez en el Reino Unido.
Mientras tanto, los CDC han dejado de investigar las infecciones emergentes a menos que las personas sean hospitalizadas o mueran a causa de COVID-19.
Hasta el 30 de abril, alrededor de 101 millones de personas en Estados Unidos habían sido completamente vacunadas contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa el COVID-19. Hasta el lunes, esa cifra había subido a 150 millones de personas, según los CDC.
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