Cada vez más conductores de vehículos eléctricos están pensando en volver a los automóviles con motor de combustión interna, según los nuevos resultados de la Encuesta Global de Consumidores de Movilidad 2024 de McKinsey & Co.
El 46% de los propietarios de vehículos eléctricos encuestados en Estados Unidos afirman que probablemente volverán a conducir vehículos de gasolina.
A nivel mundial, la encuesta realizada a 30,000 encuestados en 15 países reveló que más de una cuarta parte (29%) de los propietarios de vehículos eléctricos es probable que volverán a conducir autos propulsados por gasolina.
Australia encabeza la lista con un 49% que confirma que quiere volver a conducir un automóvil propulsado de gasolina, según el estudio.
La falta de infraestructura pública de recarga fue la principal razón por la que los encuestados querían volver a los vehículos de gas, con un 35% diciendo que «todavía no es lo suficientemente bueno para mí».
El 34% señaló que los costos totales de la propiedad de un vehículo eléctrico eran «demasiado altos».
La lista de razones para sentirse decepcionado con los autos eléctricos se completa con la imposibilidad de cargarlos en casa (24%), demasiada preocupación y estrés por la carga (21%), cambio en las necesidades de movilidad (16%) y no disfrutar de la experiencia de conducción (13%).
En general, el 21% de los encuestados de todo el mundo dijo que nunca querría cambiar a un vehículo eléctrico, sin cambios desde 2022. En comparación, el 18% confirmó que su próximo automóvil será un VE (vehículo eléctrico), frente al 16% de 2022.
De frente a los próximos 10 años, el 29% quiere sustituir el automóvil por otros medios de transporte. Citaron los elevados costos de propiedad del auto, el deseo de llevar un estilo de vida más sostenible y un trabajo de forma remota .
Otros estudios han detectado tendencias similares en Estados Unidos.
Según el informe BloombergNEF 2024 Electric Vehicle Outlook, ha habido una creciente consternación entre los consumidores en torno al mercado de VE.
«En EE.UU., el nerviosismo del mercado de los vehículos eléctricos, avivado por las próximas elecciones presidenciales, ha contribuido a ralentizar su adopción este año, y en 2027 solo el 29% de los autos vendidos en el país serán eléctricos», según el informe, ya que las preocupaciones en torno a la autonomía, el precio, la vida útil de las baterías y la poca fiabilidad de los sistemas públicos de recarga son omnipresentes en todo el mercado.
Infraestructura estadounidense para vehículos eléctricos
La Casa Blanca pretende que el 56% de las ventas de vehículos nuevos sean eléctricos en 2032.
Con el fin de impulsar los vehículos eléctricos en todo el país, el presidente Joe Biden anunció en marzo la normativa más estricta sobre emisiones de vehículos para impulsar la transición del sector automovilístico a los autos eléctricos.
La reciente medida del presidente Biden prevé limitar la cantidad anual de contaminación permitida por los tubos de escape de los automóviles. Los fabricantes de automóviles que incumplan estas nuevas normas sufrirán duras sanciones.
Pero mientras Estados Unidos ha ido facilitando un mercado de más ventas de vehículos eléctricos, ha hecho falta la infraestructura.
En la histórica Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo de 2021, los legisladores aprobaron 7500 millones de dólares para construir 500,000 estaciones públicas de recarga para autos eléctricos en todo el país. La Ley de Reducción de la Inflación también aumenta los créditos fiscales para los VE y la instalación de cargadores.
Hasta la fecha, solo se han instalado ocho estaciones públicas de recarga de VE, recibiendo críticas de ambos lados del pasillo.
«Es patético. Llevamos tres años con esto. Es un gran fracaso administrativo», declaró el senador demócrata Jeff Merkley el 5 de junio en una audiencia de la Comisión de Medio Ambiente y Obras Públicas del Senado. «Algo va terriblemente mal y hay que arreglarlo».
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, afirma que la Administración tiene previsto construir 500,000 cargadores de aquí a 2030.
«Ahora, para hacer un cargador, hace falta algo más que enchufar un pequeño dispositivo al suelo», declaró Buttigieg al programa «Face the Nation» de CBS el mes pasado. «Hay que trabajar en los servicios públicos, y también se trata de una nueva categoría de inversión federal. Pero hemos trabajado con cada uno de los 50 estados».
Cuando la presentadora Margaret Brennan le preguntó por qué solo se habían construido siete u ocho estaciones de carga, reiteró que se construirían medio millón de cargadores en los próximos seis años.
«Y ya se están construyendo físicamente los primeros cargadores», añadió el secretario.
A principios de este mes, la administración Biden anunció una financiación adicional de 1300 millones de dólares para ampliar la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en comunidades urbanas y rurales.
«Redoblar la apuesta por la electrificación es más importante que nunca para nuestra prosperidad económica y nuestra seguridad nacional», declaró el director ejecutivo de la Oficina Conjunta, Gabe Klein, en un comunicado. «Con el resto del mundo pisando el acelerador, nos estamos moviendo rápido para situar a Estados Unidos como líder mundial en el futuro hacia el cuál todos corren».
Estado del mercado estadounidense de VE
En el último año, la demanda de vehículos eléctricos por parte de los consumidores estadounidenses se ha estancado, lo que ha obligando a fabricantes de automóviles como General Motors, Ford Motor y Volkswagen a reducir o posponer sus planes de vehículos eléctricos.
Pero mientras el apetito de los automovilistas por los autos eléctricos se ha desvanecido, los precios de los VE han ido bajando, sobre todo los de segunda mano, es decir aquellos que ya han sido usados.
Los datos de iSeeCars muestran que los precios de los vehículos eléctricos usados fueron, de media, un 8% más bajos que el precio medio de un automóvil de gasolina usado.
«Karl Brauer, analista ejecutivo de iSeeCars, afirma: «No se puede negar la caída en el valor de los precios de los vehículos eléctricos usados durante el año pasado. Hemos visto cómo los precios de los VE [sic] han caído entre un 30 y un 40 por ciento desde junio del año pasado, mientras que el precio medio de los autos de gasolina ha bajado solo entre un 3 y un 7 por ciento en ese mismo periodo de tiempo».
En enero, Hertz reveló que estaba vendiendo 20,000 vehículos eléctricos, lo que representa alrededor de un tercio de toda su flota de vehículos eléctricos. La empresa de alquiler de automóviles incluso vendía Teslas usados a un precio medio de 25,000 dólares.
La decisión se produjo tres años después de anunciar la mayor flota de alquiler de vehículos eléctricos mas grande de Norteamérica.
Nuevos automóviles eléctricos
Las cifras de Edmunds destacan que los autos eléctricos nuevos más baratos en la actualidad son el Nissan Leaf 2024 (28,140 dólares), el Mini Electric Hardtop 2024 (30,900 dólares) y el Tesla Model 3 2024 (38,990 dólares).
Se espera que las condiciones del mercado de VE se estabilicen en los próximos años.
Según S&P Global Ratings, el modesto crecimiento de la demanda oscilará entre el 1 y el 2 por ciento de 2024 a 2026.
«Un crecimiento más suave de las ventas en marzo (lo que equivale a una tasa anual de ventas de 15.5 millones de unidades) es coherente con nuestras previsiones, que incorporan un impacto retardado en el poder adquisitivo de los consumidores de los choques macroeconómicos contiguos de los altos precios de los vehículos, la inflación en curso y las tasas de interés más altas durante más tiempo», dijo la firma en un informe de abril de 2024.
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