Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. revelaron en un análisis que cerca del 30% de los trabajadores sanitarios de Estados Unidos siguen sin vacunarse contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Según el análisis de los CDC que se publicó en la revista American Journal of Infection Control el 17 de noviembre, Hannah Reses, miembro del equipo de los CDC que realizó el análisis, reveló que la tasa de vacunación entre los trabajadores sanitarios «aumentó de forma constante» desde diciembre hasta abril, antes de volver a disminuir.
El análisis examinó los datos comunicados al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) de 2086 centros de todo Estados Unidos, en los que trabajan más de 3.3 millones de empleados.
Los profesionales empleados en los hospitales que tratan a los niños tenían la tasa de vacunación más alta: alrededor del 77%. La más baja se registró en los hospitales de acceso crítico, con un 64%. Otros centros incluían a los empleados de hospitales de cuidados intensivos de corta duración y de hospitales de cuidados intensivos de larga duración, en los que alrededor del 30% de ambos sectores seguían sin vacunarse.
Entre enero y abril de este año, la tasa de vacunación entre los profesionales de la salud aumentó del 36% al 60% antes de ralentizarse, alcanzando el 70% en septiembre, muestra el análisis.
«Nuestro análisis reveló que la cobertura de la vacuna entre el personal sanitario de los hospitales de EE. UU. se estancó significativamente después de la aceptación inicial», dijo Reses en el comunicado. «Ahora se necesitan esfuerzos adicionales para mejorar la cobertura de la vacuna entre los profesionales de la salud y reducir el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 a los pacientes y al resto del personal del hospital», añadió.
Las razones por las que los profesionales de la salud se niegan a vacunarse contra el virus del PCCh, causante de la enfermedad del SARS-CoV-2 o COVID-19, están relacionadas en las encuestas con la eficacia de las vacunas, los efectos adversos y la rapidez de su desarrollo.
«Los profesionales de la salud que no quería vacunarse solían informar de su escasa confianza en las autoridades reguladoras y en el gobierno», afirmaba el análisis de los CDC, citando las encuestas.
El análisis no incluyó todos los centros del Sistema Unificado de Vigilancia de Datos Hospitalarios del HHS, que son más de 5000. Solo se utilizó la información de 2086 centros, el 41.0%, que habían comunicado datos completos al HHS.
A principios de este mes, más de una docena de estados de EE. UU. demandaron al presidente Joe Biden por la exigencia de la vacuna contra el COVID-19 para los trabajadores de la salud, cuestionando su legalidad. Los funcionarios de la Administración Biden han expresado su confianza en que la orden y otras similares acaben imponiéndose a las demandas judiciales.
La fecha límite para que el personal sanitario de Estados Unidos se vacune contra el COVID-19 es el 4 de enero de 2022. No hay ninguna opción de exclusión de las pruebas, a diferencia de la orden sobre los empleadores privados que actualmente está bloqueada por los tribunales.
De NTD News
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