Robert F. Kennedy Jr. se ha enfrentado a múltiples desafíos legales en su esfuerzo por incluir su nombre en la boleta de las elecciones presidenciales de noviembre desde que declaró su intención de presentarse como candidato independiente el pasado octubre.
Esta semana, comparecerá ante un tribunal de Albany, Nueva York, como demandado en un pleito en el que se le acusa de haber declarado falsamente su residencia en Nueva York.
Presentada por Clear Choice PAC, una organización liderada por partidarios del presidente Joe Biden, la acción legal sostiene que la petición de nominación de Kennedy decía que vive en Nueva York, pero ha residido en Los Ángeles desde 2014 después de casarse con la actriz de «Curb Your Enthusiasm» Cheryl Hines.
Clear Choice PAC presentó la impugnación ante la Junta Electoral del Estado de Nueva York, alegando que al menos 102,000 de las más de 145,000 firmas que presentó la campaña de Kennedy son inexactas.
Si el juez falla en contra de Kennedy, las peticiones serán declaradas inválidas, y no podrá aparecer en la papeleta de las elecciones generales de Nueva York.
David Michaelis testificó el 5 de agosto que acogió a Kennedy como invitado durante 2017 en el condado de Westchester, a unos 65 kilómetros al norte del centro de Manhattan, pero dijo que Kennedy nunca fue inquilino de la casa.
Barbara Moss, la mujer propietaria de la casa de los suburbios de Nueva York que Kennedy afirma que es su residencia, testificó ante el tribunal el 6 de agosto que alquila una habitación por USD 500 al mes.
Interrogada por el abogado de Kennedy, William F. Savino, Moss dijo que Kennedy era su inquilino, pero que no había contrato de alquiler por escrito. Testificó que Kennedy recibía correo regularmente en la propiedad e identificó fotos que tomó recientemente de la habitación que mostraban la ropa de Kennedy en un armario y cajones de la cómoda.
«Mientras Bobby necesite la habitación, seguirá siendo así. Ese era nuestro acuerdo», dijo Moss, cuyo marido es amigo de Kennedy, según los documentos judiciales.
John Quinn, abogado del demandante, dijo que Kennedy hizo su primer pago a Moss el 20 de mayo, un día después de que el New York Post publicara una historia cuestionando la afirmación de Kennedy de que vivía en la dirección.
La demanda afirma que Kennedy «no tiene conexiones significativas o continuas con la propiedad» y ha pasado «muy poco tiempo [allí], si es que ha pasado alguno».
«Además, las pruebas demostrarán que la esposa y los hijos de Kennedy viven en California, junto con sus tres perros, dos cuervos, un emú y sus pertenencias personales», sostiene la acción legal.
Savino dijo en un comunicado del 5 de agosto que «la casa… en Katonah, Nueva York, es la dirección oficial de Kennedy».
«Recibe correo allí. Su permiso de conducir y su automóvil están registrados allí. Su registro electoral y sus licencias de pesca y cetrería son de Nueva York. Su bufete de abogados está en Nueva York. Paga impuestos al Estado de Nueva York. Nueva York ha sido su residencia ininterrumpida desde 1964, y Kennedy tiene profundos lazos con ella. Incluso tiene a sus queridos halcones en el Estado de Nueva York. Nunca ha reclamado ningún otro estado como residencia. Tiene intención de volver a Nueva York en cuanto su mujer se retire de la actuación», declaró Savino.
En una rueda de prensa celebrada el 4 de agosto, Kennedy se hizo eco de la declaración de Savino y señaló que «Nueva York forma parte de lo que soy».
La campaña informó que el 28 de mayo Kennedy presentó más de 145,000 firmas, más que ningún otro candidato presidencial en la historia de Nueva York.
Su campaña señaló que el mes pasado, la Junta Electoral del Estado de Nueva York determinó que Kennedy presentó 108,680 firmas válidas, más del doble de las 45,000 requeridas.
En abril de 2023, Kennedy anunció su candidatura para competir con el presidente Joe Biden por la nominación presidencial del Partido Demócrata en 2024.
Tras encontrarse con múltiples obstáculos por parte del Comité Nacional Demócrata (DNC) y afirmar que la organización estaba «amañando las primarias» para favorecer a Biden e impedir que otros candidatos compitieran, optó por presentarse como independiente en octubre de 2023.
Desde entonces, Kennedy se ha centrado en conseguir el acceso a las urnas en los 50 estados y el Distrito de Columbia. El DNC y otras organizaciones pro-Biden han intentado desestabilizar su campaña.
A principios de este año, el DNC anunció la creación de un equipo para contrarrestar a los candidatos presidenciales independientes y de terceros partidos.
Contrató a Lis Smith, una veterana estratega demócrata que dirigió la fallida campaña presidencial de Pete Buttigieg en 2020, para encabezar un agresivo plan de comunicación para combatir a Kennedy, al independiente Cornel West y a la candidata del Partido Verde Jill Stein.
En octubre pasado, después de anunciar su candidatura como independiente, Kennedy dijo a The Epoch Times que su campaña esperaba esfuerzos organizados de ambos partidos para mantenerlo fuera de la boleta electoral y del escenario de debate, y que estaría preparado para combatir esos intentos.
Durante la rueda de prensa del 4 de agosto, reiteró ese objetivo.
La campaña de Kennedy señaló que tiene un «historial perfecto de victorias en las impugnaciones de acceso a las boletas» y que ha «derrotado todas las impugnaciones legales de acceso a las boletas que se le han hecho en todo el país».
Según la campaña, Kennedy ha recogido más de un millón de firmas hasta la fecha, más que ningún otro candidato presidencial en la historia de Estados Unidos. Kennedy ha recogido hasta ahora las firmas necesarias para aparecer en la papeleta electoral en 45 estados, señaló la campaña el 6 de agosto.
Con información de The Associated Press.
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