El número de casos diarios de COVID-19 en Estados Unidos ha alcanzado niveles casi récord debido a la propagación de la variante ómicron, superando la anterior oleada de delta. Sin embargo, hasta ahora las hospitalizaciones se han mantenido relativamente bajas, ya que los investigadores han sugerido que la nueva variante presenta síntomas más leves.
Hasta el 22 de diciembre, se habían notificado unos 243,817 nuevos casos de COVID-19 en todo el país, según los datos más recientes publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Algunos funcionarios creen que el punto máximo de la oleada de delta se produjo en algún momento a finales de agosto o principios de septiembre. Los datos de los CDC muestran que se registraron unos 198,000 casos durante el punto más alto de delta, el 1 de septiembre.
Alrededor de 64,000 estadounidenses fueron hospitalizados con COVID-19 en Navidad, es decir, el 25 de diciembre, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. Esta cifra representa un aumento de aproximadamente el 3% respecto a la semana anterior, en la que fueron hospitalizadas unas 62,000 personas el 18 de diciembre.
Sin embargo, es muy inferior a los puntos máximos de hospitalización que se produjeron durante la oleada del delta y aproximadamente la mitad del récord de hospitalizaciones de enero de 2021. El 1 de septiembre, unas 98,000 personas fueron hospitalizadas en Estados Unidos debido a la oleada de delta, y el 14 de enero de 2021, más de 133,000, según los datos.
Anteriormente, las autoridades sanitarias han dicho que las tasas de hospitalización a veces van por detrás de las tasas de casos a medida que los síntomas empeoran.
El estado de Nueva York, por su parte, batió su propio récord diario de casos de COVID-19 el pasado viernes tras informar de unos 44,331 nuevos casos, lo que supone un aumento del 14% respecto al día anterior.
«Esto no es una sorpresa», dijo la gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, a los periodistas sobre el aumento. «Es una variante muy, muy contagiosa».
Pero varios estudios recientes, incluidos dos publicados por investigadores del Reino Unido, sugieren que ómicron presenta síntomas menos graves y provoca menos hospitalizaciones en general. Hasta ahora, solo se ha reportado de una muerte asociada a la variante en Estados Unidos, una en Alemania y alrededor de una docena en el Reino Unido.
Los investigadores del Imperial College de Londres calcularon que los pacientes con la variante ómicron tenían entre un 20% y un 25% menos de probabilidades de necesitar atención hospitalaria y entre un 40% y un 45% menos de probabilidades de ser hospitalizados durante una noche o más en comparación con los pacientes con la variante delta.
Los investigadores también estimaron que la inmunidad natural, o la protección por una infección previa, reduce el riesgo de hospitalización en un 50% y el riesgo de una estancia hospitalaria de una noche o más en un 61%.
Además, los científicos de otro estudio realizado en Escocia, denominado Early Pandemic Evaluation and Enhanced Surveillance of COVID-19 (Evaluación temprana de la pandemia y mejora de la vigilancia de COVID-19), afirmaron que ómicron se asocia a una reducción de dos tercios del riesgo de ingreso hospitalario en comparación con delta.
Hace más de una semana, el Ministerio de Sanidad sudafricano señaló que las hospitalizaciones en el país «siguen siendo bajas».
La variante, dijo entonces el ministro de Sanidad, Joe Phaahla, no debería impedir a la gente disfrutar de una «alegre Navidad y prósperas celebraciones de Año Nuevo».
Con información de Alexander Zhang.
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