Los casos mundiales de COVID-19 «aumentaron drásticamente» la semana pasada, pero el número total de muertes disminuyó, dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su actualización epidemiológica semanal del jueves.
Entre el 27 de diciembre de 2021 y el 2 de enero de 2022, la cantidad de casos aumentó en un 71 por ciento en comparación con la semana anterior, según la agencia de salud de la ONU. No obstante, el número de muertes se redujo en un 10 por ciento en todo el mundo, dijo la OMS.
“Esto corresponde a poco menos de 9.5 millones de nuevos casos y más de 41,000 nuevas muertes notificadas durante la última semana. Al 2 de enero, se habían reportado un total de casi 289 millones de casos y poco más de 5.4 millones de muertes en todo el mundo”, dice la actualización de la OMS.
Si bien la OMS no mencionó la variante ómicron, es probable que la variante recién descubierta haya provocado la última erupción de infecciones. Esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. informaron que ómicron representa aproximadamente el 95.4 por ciento de todos los casos de COVID-19, reemplazando a la variante delta, que previamente era la cepa dominante.
La caída en las muertes a medida que aumentan los casos también sugiere que la variante ómicron presenta síntomas más leves que las variantes anteriores, incluida Delta. Varios estudios recientes han demostrado que la cepa causa menos hospitalizaciones, mientras que los médicos y los funcionarios de salud pública han dicho que los datos de hospitalizaciones por COVID-19 pueden estar sesgados porque las personas pueden dar positivo en la prueba del virus después de ir al hospital por otro problema médico.
“Es probable que la variante ómicron esté infectando el tracto respiratorio superior en lugar de la parte inferior de los pulmones, lo que podría causar una neumonía grave”, dijo el martes a los periodistas el gerente de incidentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Abdi Mahamud. Sin embargo, advirtió que se necesitan «más estudios» para respaldar tales afirmaciones.
Pero con la caída de muertes y hospitalizaciones, agregó, «lo que estamos viendo ahora es… la disociación entre los casos y las muertes».
Mientras tanto, algunos expertos han dicho que los legisladores deberían centrarse menos en contar los casos de COVID-19 y, en cambio, centrarse en las cifras de hospitalizaciones o muertes.
Los funcionarios también deberían «cambiar de enfoque, especialmente en una era de vacunación, para centrarse realmente en prevenir enfermedades, discapacidades y muertes, y por lo tanto contarlas», dijo el Dr. Wafaa El-Sadr, director del ICAP de la Universidad de Columbia, en una entrevista reciente a The Associated Press.
Y a fines del año pasado, Ashish K. Jha, decano de la Universidad de Brown y exprofesor de Harvard, hizo un comentario similar durante una entrevista con ABC.
“Durante dos años, las infecciones siempre precedieron a las hospitalizaciones que precedieron a las muertes, por lo que se podía observar las infecciones y saber lo que se avecinaba”, dijo Jha. “ómicron cambia eso. Este es el cambio que hemos estado esperando de muchas formas”.
El presidente Joe Biden dijo en diciembre que su administración desplegaría unos 500 millones de kits de pruebas caseras de COVID-19 a partir de enero. Ese anuncio fue reafirmado por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en declaraciones esta semana cuando dijo que las primeras pruebas caseras se distribuirían a finales de este mes.
«Estamos en camino de empezar a ver cómo se llevan a cabo las adjudicaciones a través de la RFP (solicitud de propuestas) esta semana», le dijo Psaki a los periodistas en la Casa Blanca el martes. «La primera entrega de los fabricantes comenzará a finales de este mes. Esa es nuestra expectativa».
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