Las nuevas normas que regirán la Cámara de Representantes en el 118º Congreso (pdf) incluyen múltiples reformas solicitadas por los republicanos conservadores, que pretenden frenar el poder de los líderes del Congreso y dar a los miembros de base un mayor control de la Cámara Baja.
La más controvertida de las reformas solicitadas por el Caucus de la Libertad de la Cámara de Representantes bajo la presidencia de Scott Perry (R-Pa.) —reintroducir la moción para dejar vacante la presidencia, forzando así una nueva votación para elegir al presidente de la Cámara— fue una adición tardía del líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), al paquete que se hizo público el domingo por la noche.
McCarthy dio marcha atrás en su anterior oposición a restablecer la moción la mañana del domingo durante una conferencia telefónica con los republicanos de la Cámara.
Esa moción —que faculta a un solo miembro de la Cámara en cualquier momento para proponer una votación para un nuevo presidente de la Cámara— estuvo en vigor durante prácticamente toda la historia del Congreso, pero se abandonó después de que los demócratas recuperaran la mayoría de la Cámara en 2018.
La nueva norma restaura la moción uninominal, pero añade el requisito de que haya al menos cuatro copatrocinadores. La última vez que se utilizó la moción fue en 2015, cuando el entonces representante Mark Meadows (R-N.C.) lo hizo y forzó la destitución del presidente de la Cámara, John Boehner (R-Ohio).
La marcha atrás de McCarthy en la moción de destitución se produjo cuando luchaba por reunir suficientes votos entre la nueva mayoría republicana de la Cámara, que incluye 222 miembros. McCarthy debe conseguir al menos 218 votos si todos los miembros de la Cámara están presentes en el hemiciclo para la votación del 3 de enero, cuando se reúna el 118º Congreso.
McCarthy también ha prometido, como parte de su campaña de portavoz, hacer un mayor uso del poder que la Constitución otorga a la Cámara en el Artículo I para originar todo el gasto federal. Esa disposición proporciona a la Cámara una gran influencia sobre el Senado y el presidente, una influencia que los conservadores de la Cámara han instado durante años a los líderes republicanos a utilizar con más frecuencia.
«Al igual que este año hemos utilizado el proyecto de ley anual de defensa para derogar el mandato de vacunación de nuestros miembros del servicio, vamos a señalar la legislación ‘debe pasar’ para avanzar en los objetivos políticos conservadores compartidos, entre ellos: asegurar nuestra frontera, restaurar nuestra independencia energética, y equilibrar nuestro presupuesto», dijo McCarthy en una carta el domingo a los republicanos de la Cámara.
Normas de financiación
El nuevo paquete de normas (pdf) incluye el restablecimiento del requisito de que cualquier aumento de los tipos impositivos federales sea aprobado por al menos tres quintas partes de la Cámara, así como el restablecimiento de la norma CUTGO que exige que cualquier aumento del gasto federal obligatorio se compense con un recorte de otros gastos obligatorios, y exige que la Oficina Congresional del Presupuesto (CBO, por sus siglas en inglés) informe sobre el impacto inflacionista de la legislación propuesta.
El paquete también restablece la Regla Holman, una disposición que data de la época posterior a la Guerra Civil y que permite al Congreso dejar de financiar el salario y las prestaciones de un determinado funcionario del poder ejecutivo.
El presidente de Americans for Tax Reform (ATR), Grover Norquist, declaró a The Epoch Times que «la bancada republicana adoptará dos normas que detendrán gran parte de la hemorragia y empezarán a dar la vuelta a Estados Unidos».
«En primer lugar, cualquier subida de impuestos requerirá el voto de tres/quintos, no una mayoría simple, para ser aprobada en la Cámara. En segundo lugar, cualquier aumento del gasto en prestaciones sociales debe ir acompañado de una reducción igual o mayor de dicho gasto. Y un límite a los nuevos gastos e impuestos. Es una línea defensiva fuerte».
Norquist fue uno de los arquitectos del «Contrato con América» de Newt Gingrich, entonces futuro presidente de la Cámara de Representantes, que permitió a los republicanos recuperar la mayoría en 1994 por primera vez en cuatro décadas.
Como preparación para la previsible avalancha de investigaciones de supervisión, sobre todo por parte del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes —antes conocido como Supervisión y Reforma— y el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, las nuevas normas exigen que todos los grupos de la Cámara con competencias de supervisión hagan público un plan de supervisión a más tardar en marzo.
La Comisión de Educación y Trabajo de la Cámara pasa a denominarse Comisión de Educación y Fuerza Laboral.
Abandono de las normas sobre la pandemia
En lo que respecta a la reapertura de la Cámara al público, las normas eliminan el sistema de votación por representación por la entonces presidenta Nancy Pelosi (D-Calif.) en marzo de 2020 en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Las nuevas normas también restauran el antiguo requisito de que los miembros de la Cámara estén físicamente presentes para participar en las audiencias de los comités, en lugar de asistir virtualmente, como Pelosi permitió bajo sus medidas contra la pandemia.
También desaparece la obligación de Pelosi de que los representantes y el personal lleven mascarillas en el hemiciclo y en el complejo del Capitolio, así como las multas a los miembros que no pasen por los detectores de metales antes de entrar en la Cámara.
Otras medidas exigidas por el nuevo reglamento son la creación de un nuevo Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino, y la reorientación de la finalidad del Subcomité Selecto sobre la Pandemia de Coronavirus para investigar los orígenes de la enfermedad, la financiación por Estados Unidos de investigaciones de ganancia de función que podrían haber conducido a la pandemia, y los análisis del impacto económico y social de los cierres obligatorios de escuelas y empresas.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes gana un nuevo Subcomité Selecto sobre la Armamentización del Gobierno Federal con autoridad investigadora. En su carta del domingo, McCarthy dijo que el único objetivo del nuevo subcomité será «exponer el armamentismo del gobierno contra nuestra ciudadanía, en general».
Para que la Cámara sea más transparente y eficiente, las nuevas normas exigen que cada proyecto de ley propuesto esté a disposición del público durante 72 horas antes de la votación. También exigen que el panel de Pelosi del 6 de enero entregue todos sus registros al Comité de Administración de la Cámara a más tardar el 17 de enero, facilitan que los miembros ofrezcan enmiendas a los proyectos de ley desde el hemiciclo y protegen el derecho de los miembros a utilizar palabras específicas de género en las audiencias del comité y en el hemiciclo.
Las nuevas normas también anulan la iniciativa de los demócratas de autorizar los sindicatos del personal del Congreso. Aún no está claro cuál será la situación de varios miembros del personal de oficina demócrata que solicitaron en 2022 permiso para organizar la representación sindical.
El presidente saliente del Comité de Reglas de la Cámara, Jim McGovern (D-Mass. ) condenó las nuevas normas propuestas por los republicanos, afirmando que los líderes de la mayoría «han cedido una vez más ante los miembros más extremistas de su propia bancada: permitiendo que la extrema derecha tome como rehén al presidente entrante; intentando acabar con la sindicalización del personal del Congreso; reinstaurando CUTGO para que puedan recortar más fácilmente los impuestos a las corporaciones multimillonarias mientras recortan la red de seguridad social; otorgando a los presidentes de los comités una discreción desequilibrada sobre qué testigos pueden y no pueden declarar; rechazando procedimientos de seguridad contra pandemias de sentido común como el voto a distancia por poder; y reinstaurando la regla Holman para que puedan atacar a los funcionarios con los que no están de acuerdo».
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