Una bacteria mortal que se encuentra en los sistemas de agua potable de todo el país está causando un alarmante aumento de brotes infecciosos y muertes, según un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
La legionela es responsable del 98% de las muertes transmitidas por el agua
Los brotes asociados a la legionela son ahora la principal causa de los brotes infecciosos, hospitalizaciones y muertes relacionadas con el agua en todo Estados Unidos, según los CDC. La legionela, un tipo de bacteria que puede formar biopelículas peligrosas, es responsable de causar la enfermedad del legionario, potencialmente mortal, una forma grave de neumonía.
Entre los años 2015 y 2020, la legionela fue la bacteria «más implicada» en los brotes asociados a los sistemas públicos del agua, causando el 92% de dichos brotes, señalan los CDC en su último informe «Vigilancia de brotes de enfermedades transmitidas por el agua asociadas al agua potable.»
El número de brotes asociados a la legionela en Estados Unidos fluctuó anualmente, con 14 brotes en 2015, 31 en 2016, 30 en 2017, 34 en 2018 y 33 en 2019, antes de disminuir a 18 en 2020.
Colectivamente, estos brotes asociados con la legionela representaron el 37 por ciento de todas las enfermedades transmitidas por el agua (876 casos), el 97 por ciento de las hospitalizaciones (544 casos) y el 98 por ciento de las muertes (86 casos) durante el período de cinco años, según el informe.
Cada año, los patógenos transmitidos por el agua, incluyendo la legionela, enferman a más de 7 millones de estadounidenses, con 118,000 pacientes que requieren hospitalización y 6630 casos con resultado de muerte. La carga que suponen las enfermedades transmitidas por el agua superan los 3000 millones de dólares en costos sanitarios directos.
Una de cada 10 personas que contrae la enfermedad morirá por las complicaciones. Lo que resulta alarmante es que la tasa de mortalidad aumenta a una de cada cuatro personas que contraen la enfermedad durante su estancia en un centro sanitario.
Los síntomas de la legionelosis incluyen tos, dolores musculares, fiebre, dificultad para respirar y dolores de cabeza. Las personas mayores de 50 años, fumadoras, con afecciones pulmonares crónicas, sistemas inmunitarios debilitados o que toman medicamentos inmunosupresores son las más propensas a enfermar por exposición a la bacteria legionela.
¿Qué favorece el rápido crecimiento de la legionela?
Aunque la bacteria legionela está presente de forma natural en las fuentes de agua dulce sin causar enfermedades, puede multiplicarse rápidamente y convertirse en un peligro para la salud en los sistemas de agua artificiales, como las tuberías, si el agua no se trata y no se mantiene adecuadamente.
La legionela prospera en el agua caliente y crece en biopelículas, sustancias viscosas y pegajosas que pueden acumularse en las tuberías del agua.
Los sistemas públicos de abastecimiento de agua, por ejemplo, pueden convertirse en focos de crecimiento de legionela, lo que supone un riesgo potencial para la salud, ya que las personas inhalan las bacterias presentes en el aire que rodea el agua contaminada. Otras fuentes habituales de infección por legionela son el agua potable utilizada en las duchas, las torres de refrigeración de los sistemas de aire acondicionado, las fuentes decorativas y las bañeras de hidromasaje.
La legionelosis no se transmite de persona a persona, sino que se contrae por exposición a la bacteria legionela. Las personas contraen la enfermedad por exposición a la propia bacteria legionela.
¿Dónde se ha detectado la legionela?
Los brotes de legionela no solo se han producido en los suministros de agua de la comunidad, sino que también se han asociado con brotes en entornos de la atención médica en todo el país. Entre 2015 y 2020, representaron alrededor de dos tercios de todas las hospitalizaciones y tres cuartas partes de todas las muertes relacionadas con la bacteria, según los CDC.
Además, la legionela se encontró en suministros de agua privados, como hoteles, moteles, albergues o posadas, y lo que es más alarmante, señalan los CDC, en viviendas privadas.
Los alojamientos temporales se enfrentaron a 111 brotes, que provocaron 444 casos, 364 hospitalizaciones y 73 muertes por legionela. Entre los años 2015 y 2019, hubo tres brotes en residencias privadas, que causaron siete casos y cuatro hospitalizaciones.
«Estos hallazgos ponen de relieve la gravedad de la infección por legionela en el entorno sanitario», según el informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC. Además, la agencia señala que los «brotes ilustran la importancia de contar con normativas eficaces, programas de gestión del agua y programas de prevención de salud pública que incluyan comunicaciones para reducir el riesgo de crecimiento y propagación de patógenos en forma de biopelícula en los sistemas públicos de agua potable, los sistemas de agua de los edificios y los domicilios particulares».
Determinar en el suministro de agua las causas previas que podrían dar lugar a la legionela sería probablemente todo un reto, señalaron los CDC. Los proveedores de agua y los municipios deberían examinar detenidamente los sistemas de fontanería para garantizar su seguridad, añadió la agencia.
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