Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. declararon que los niveles de COVID-19 en todo el país son actualmente «muy altos» en más de la mitad de los estados, y que las variantes KP.3 y KP.3.1.1 de ómicron representan aproximadamente la mitad de todos los casos.
Citando datos de aguas residuales a fecha de 15 de agosto, los CDC señalaron que se están observando niveles «muy altos» de COVID-19 en 32 estados, así como en Washington, D.C., y «altos» en 11 estados. Según los CDC, todos los estados de la costa occidental y los estados montañosos se encuentran en el nivel «muy alto».
Otro cuadro de mando de los CDC muestra que, en la semana que finalizó el 10 de agosto, las visitas a urgencias por COVID-19 descendieron ligeramente del 2.5% al 2.4%, mientras que las hospitalizaciones aumentaron ligeramente del 3.2% al 3.3%. Durante un anterior aumento de casos en diciembre de 2023, las visitas a urgencias alcanzaron un máximo del 3.4%, según los datos de los CDC.
Las muertes relacionadas relacionadas con el COVID, según los mismos datos de los CDC, han estado en niveles bajos récord durante los últimos tres meses aproximadamente. En la semana que finalizó el 3 de agosto, se registraron 618 muertes en todo el país, muy por debajo de las aproximadamente 2000 muertes que se registraron cada semana durante el invierno de 2023-2024, cuando se produjo el último aumento a nivel nacional de COVID-19.
En el invierno de 2020-2021, se registraron más de 25,000 muertes relacionadas con el COVID cada semana, según los datos de los CDC.
En la actual ola de COVID-19, el rastreador Nowcast de la agencia, que muestra las estimaciones del virus para períodos de dos semanas, muestra que la variante KP.3.1.1 derivada de ómicron representa el 36.8% de las infecciones positivas, mientras que la variante KP.3 está en el 16.8%.
Un portavoz de los CDC dijo a The Epoch Times a principios de agosto que la variante KP.3.1.1 «es muy similar a otras variantes circulantes en Estados Unidos, y todos los linajes actuales son descendientes de JN.1, que surgió a finales de 2023».
«En este momento, anticipamos que los tratamientos y las vacunas contra COVID-19 seguirán funcionando contra todas las variantes circulantes», dijo el portavoz de los CDC, y agregó que la agencia de salud está monitoreando la gravedad de las variantes y si las vacunas son efectivas.
No hay información «que indique actualmente que esta variante cause un COVID-19 más grave», y se espera que cause síntomas similares a los de otras variantes, añadieron los CDC.
También en agosto, los CDC informaron que el COVID-19 ya no es una de las principales causas de muerte en Estados Unidos, y que el año pasado la enfermedad figuraba en 49,928 certificados de defunción. Esa cifra es inferior a los 86,552 de 2022 y al pico de 416,893 de 2021, según los datos de la agencia.
El COVID-19 es ahora la décima causa de muerte. Al principio de la pandemia, el virus era la tercera causa de muerte en el país. Cayó al cuarto lugar en 2022.
Las principales causas de muerte fueron las enfermedades cardíacas, el cáncer y una categoría de lesiones que incluye muertes relacionadas con armas de fuego y sobredosis de drogas.
El año pasado se produjeron casi 3.1 millones de muertes en Estados Unidos, frente a los 3.3 millones de 2022. Durante muchos años antes de la pandemia, las muertes solían aumentar año tras año, en parte porque la población del país crecía. El COVID-19 aceleró esa tendencia, convirtiendo 2021 en el más mortífero de la historia de EE. UU. con 3.4 millones de muertes. Pero la cifra se redujo en 2022 a medida que la pandemia disminuía.
Mientras tanto, un panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) dijo en junio que los principales fabricantes de vacunas de EE. UU. ahora deben apuntar a cualquier variante de COVID-19 que se derivan de JN.1. Esas vacunas deben ser lanzadas en el mercado de EE. UU. Según las autoridades, esas vacunas deberían lanzarse en otoño de 2024.
La semana pasada, los fabricantes de medicamentos Pfizer y BioNTech dijeron que un ensayo tardío de su vacuna experimental de ARNm contra COVID-19 y la gripe encontró que la inyección no cumplió uno de los dos objetivos principales del ensayo, según un comunicado de prensa.
«Seguimos siendo optimistas sobre nuestro programa de combinación de COVID-19 e influenza, para el cual estamos evaluando los próximos pasos», dijo en el comunicado Annaliesa Anderson, jefa de investigación y desarrollo de vacunas de Pfizer.
Con información The Associated Press
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
