El porcentaje de niños estadounidenses en edad preescolar que fueron eximidos de los mandatos de vacunación escolar ha alcanzado su nivel más alto de la historia, dijeron el jueves funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Un informe de los CDC reveló que el 3% de los niños que ingresarán al jardín de infantes para el año escolar 2022-2023 recibieron una exención en su estado. Eso representa la tasa más alta jamás reportada en los Estados Unidos, dijeron las autoridades.
Cuarenta y uno de los 50 estados experimentaron aumentos en las exenciones de vacunas. Mientras tanto, los estados de Alaska, Arizona, Hawái, Idaho, Michigan, Nevada, Dakota del Norte, Oregón, Utah y Wisconsin vieron la tasa superar el 5 por ciento, respectivamente.
Idaho, con una tasa de exención del 12 por ciento, tuvo el porcentaje más bajo de niños que recibieron todas las vacunas este año escolar, según el informe. Misisipi tuvo el mayor porcentaje de niños que recibieron todas las vacunas, se encontró.
En Connecticut y Maine se produjeron descensos significativos, que los responsables de los CDC atribuyeron a cambios recientes en las políticas que dificultaron la obtención de exenciones.
Hawái registró el mayor aumento, con una tasa de exención del 6.4%, según los CDC. Casi el doble que el año anterior.
Los funcionarios no hicieron mención a las vacunas contra el COVID-19. En su lugar, se referían a las vacunas infantiles comunes contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR), así como contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP), además de las vacunas contra la poliomielitis y la varicela. Tampoco incluyó la vacuna contra la hepatitis B, que a veces se administra a los niños en edad escolar en algunos estados.
«Durante el año escolar 2022-23, la cobertura se mantuvo cerca del 93% para todas las vacunas informadas, que van desde el 92.7% para la DTaP hasta el 93.1% para el sarampión, las paperas y la rubéola y la poliomielitis», dijo el informe. Añadió que la tasa de exención aumentó 0.4 puntos porcentuales, del 2.6% del curso pasado al 3.0% de este curso.
La agencia sanitaria federal proclamó que se trata de la «tasa de exención más alta jamás registrada», y añadió que la tasa de vacunación entre los niños de guardería se mantuvo en torno al 95% o más durante años antes de la pandemia de COVID-19.
Todos los estados permiten que los niños queden exentos de las vacunas si padecen determinadas afecciones médicas. Muchos estados también permiten que los niños estén exentos de las vacunas si tienen razones religiosas u otras razones no médicas.
En los últimos años, los estados de California y Nueva York han aprobado leyes que restringen la capacidad de los padres para obtener una exención por motivos religiosos o filosóficos. Según el informe de los CDC, el 0.1% de los niños de Nueva York tenían exenciones para este curso escolar.
«No está claro si esto refleja un verdadero aumento de la oposición a la vacunación, o si los padres están optando por exenciones no médicas debido a las barreras a la vacunación o por conveniencia», señaló el informe de los CDC. «Ya sea por un aumento de la indecisión o por barreras a la vacunación, la pandemia de COVID-19 afectó a la vacunación sistemática infantil».
A continuación, el informe advertía que el descenso de las tasas de vacunación podría provocar futuros brotes de enfermedades infantiles.
«Debido a que los grupos de niños sin todas la vacunas pueden conducir a brotes, es importante que los programas de inmunización, las escuelas y los proveedores se aseguren de que los niños estén completamente vacunados antes de ingresar a la escuela, o antes de que expiren los períodos de inscripción provisional», dice el informe.
Conclusiones inusuales
El informe contiene una aparente paradoja: La tasa nacional de vacunación se mantuvo estable a pesar del aumento de las exenciones.
Los funcionarios de los CDC dicen que se debe a que en realidad hay tres grupos de niños en las estadísticas de vacunación. Uno es el de los que reciben todas las vacunas. Un segundo son los que obtienen exenciones. El tercero son los niños que no solicitaron exenciones, pero que tampoco recibieron todas sus vacunas ni completaron el papeleo en el momento en que se recopilaron los datos.
«El año pasado, los niños de ese tercer grupo probablemente disminuyeron», compensando el aumento en el grupo de exención, dijo Shannon Stokley de los CDC a The Associated Press esta semana.
Los estadounidenses son cada vez más reacios
Una encuesta reciente llevada a cabo por el Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania, en la que se encuestó a 1500 adultos estadounidenses entre el 5 y el 12 de octubre, reveló que aproximadamente el 63% de los estadounidenses cree que vacunarse contra el COVID-19 es más seguro que contraer el virus en sí, lo que supone un descenso de 12 puntos porcentuales desde abril de 2021, cuando el 75% mantenía esa opinión.
En particular, según la encuesta, más estadounidenses creen que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (SPR) está relacionada con el autismo. El 9% de los encuestados en junio de 2021 creía esa afirmación, pero ahora el 12% dice que esa afirmación es cierta, según la encuesta.
Y en cuanto a las vacunas contra el COVID-19, unos 15 millones de personas en Estados Unidos recibieron la última dosis de refuerzo hasta el 27 de octubre, según datos recientes del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). Esto equivale a más del 4.5% de la población estadounidense.
Para el 26 de octubre del año pasado, aproximadamente 23 millones de personas habían recibido la vacuna de refuerzo inicial actualizada, según datos de los CDC. La campaña de vacunación de otoño de 2022 comenzó unos 10 días antes que la de 2023. En total, unos 56.5 millones de personas, o el 17% de la población estadounidense, recibieron el refuerzo del año pasado.
Con información de The Associated Press.
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