La adopción de las nuevas vacunas contra el COVID-19 es inferior a la ideal, afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
«La aceptación de la vacuna contra el COVID-19 es menor de lo que nos gustaría ver, y la mayoría de las personas se quedarán sin la protección adicional que puede reducir la gravedad del COVID-19», dijeron los CDC en un comunicado del 22 de noviembre.
Sólo el 14 por ciento de los adultos estadounidenses han recibido una de las nuevas vacunas, que estuvieron disponibles en el otoño, según datos de los CDC.
Las encuestas muestran que las personas no reciben las vacunas debido a preocupaciones sobre los efectos secundarios y la falta de datos clínicos.
Los CDC recomendaron las vacunas para casi todos los estadounidenses después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. las autorizara y aprobara basándose en gran medida en pruebas con animales.
Sólo se han informado resultados de pruebas en humanos hechas a 50 personas.
Los CDC no han respondido a las solicitudes de pruebas que respalden sus afirmaciones respecto a que las vacunas pueden proteger contra enfermedades graves.
La agencia dijo el miércoles que la aceptación fue mayor entre los blancos que entre los negros y los hispanos, y también fue mayor entre aquellos con seguro que entre los no asegurados. Los CDC dijeron que estaban trabajando «para eliminar las barreras a la vacunación», en parte trabajando con grupos comunitarios y «mensajeros confiables» como los médicos «para generar confianza y conciencia sobre las vacunas».
Los CDC dijeron que la buena noticia era que las personas mayores, que tienen muchas más probabilidades de ser hospitalizadas y morir a causa de COVID-19, habían recibido la vacuna en tasas más altas: Aproximadamente tres de cada 10 habían recibido una.
«Es fundamental que esta población se vacune para protegerse contra los efectos graves del COVID-19. La mala noticia es que más de dos tercios de los adultos mayores no han recibido una vacuna anti-COVID actualizada y necesitan esta protección adicional», dijeron los CDC.
Los CDC no proporcionaron datos en su declaración sobre la eficacia o seguridad de la vacuna.
Un hipervínculo a otra parte del sitio web de la agencia decía que las formulaciones actualizadas «salvan vidas y previenen hospitalizaciones», pero no mostraba ningún dato que respalde la afirmación.
Las recomendaciones de los CDC reconocen que el consejo se basó en anticuerpos de un ensayo con la vacuna de Moderna y pruebas en animales con la vacuna de Pfizer. Si bien la vacuna de Novavax también está disponible, sólo se han hecho públicos los resultados de las pruebas preclínicas.
Entre las 50 personas que recibieron la inyección de Moderna en un estudio clínico, las respuestas de anticuerpos fueron mayores contra las variantes más nuevas en comparación al tiempo anterior a la inyección. Se cree que los anticuerpos protegen contra el COVID-19, pero no se han establecido formalmente como un correlato de protección.
Los CDC dijeron que su consejo se basó, en parte, en versiones anteriores de las vacunas.
«Basándonos en tres años de experiencia con estas vacunas, podemos esperar que aumenten la protección y salven vidas», dijo la agencia.
Las vacunas iniciales fueron reemplazadas porque cada vez funcionaban peor contra infecciones y enfermedades graves. La versión que los reemplazó, disponible desde el otoño de 2022 hasta hace poco, no protegió por mucho tiempo contra ninguno de los dos, según datos de observación.
Esa versión también fue eliminada por falta de datos de ensayos clínicos.
Los CDC han enfrentado críticas de algunos médicos y legisladores por hacer afirmaciones repetidas sobre la vacunación sin datos que las respalden.
«No están haciendo un buen trabajo y los estadounidenses saben que no deben participar en su experimento anual de COVID porque no tienen datos aleatorios», dijo en un video reciente el Dr. Vinay Prasad, un crítico frecuente de los CDC.
Señaló que muchos otros países han reducido las recomendaciones de la vacuna anti-COVID y calificó la recomendación actual de los CDC como «absolutamente descabellada».
Algunos críticos han señalado cómo las encuestas indican que la confianza del público en la agencia ha caído en los últimos años.
La representante Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), presidenta del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, y el representante Morgan Griffith (R-Va), presidente del Subcomité de Supervisión e Investigaciones del panel, dijeron esta semana que la nueva directora de los CDC, la Dra. Mandy Cohen, comparecería para responder a preguntas el 30 de noviembre.
“La confianza pública en los CDC se ha visto dañada como resultado de sus mensajes confusos y otras fallas durante la pandemia de COVID-19. Esta falta de confianza podría generar complicaciones a medida que Estados Unidos se adentra en una temporada de enfermedades respiratorias”, dijeron en un comunicado conjunto. “Esperamos escuchar a la directora Cohen hablar sobre cómo la agencia está aplicando las lecciones aprendidas durante la pandemia a sus directivas públicas dirigidas a las enfermedades estacionales comunes, como la influenza y el VSR, para que el pueblo estadounidense esté equipado para tomar las mejores decisiones”.
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