Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y sus asociados descubrieron indicios de que las vacunas contra COVID-19 de Pfizer-BioNTech y Moderna podrían causar una afección persistente llamada tinnitus, pero nunca revelaron los hallazgos al público, informó The Epoch Times.
Los indicios se descubrieron al analizar los datos del Vaccine Safety Datalink (VSD) de los CDC, que se ha descrito como uno de los sistemas de vigilancia más potentes de los CDC porque utiliza registros de atención sanitaria.
La detección se produjo justo después de que los CDC dijeran a una periodista que tras la vacunación contra COVID-19 no se registraron signos de un gran número de casos de tinnitus, que se manifiesta comúnmente como un zumbido constante en la cabeza, según los documentos obtenidos por The Epoch Times.
Los CDC nunca actualizaron a la reportera, cuya historia informó que los CDC no habían encontrado ninguna agrupación de casos tras la vacunación.
Los CDC declinaron hacer comentarios.
Los documentos «demuestran que eran conscientes de una señal de riesgo de tinnitus después de las vacunas contra COVID-19, ya en 2022», dijo el Dr. Joel Wallskog, copresidente del grupo de defensa React19, a The Epoch Times por correo electrónico. «Sin embargo, que yo sepa, esta señal de riesgo nunca se comunicó al público y nunca se completó ningún estudio epidemiológico adicional sobre el tinnitus en VSD».
The Epoch Times obtuvo los documentos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
Solicitudes anteriores aportaron otras pruebas de que los CDC conocían posibles problemas de riesgos de las vacunas contra COVID-19, pero no alertaron al público. Eso incluye la detección en mayo de 2022 de una señal de riesgo de tinnitus con las vacunas de Pfizer y Moderna, en un análisis de datos de otro sistema de los CDC basado en informes presentados por médicos y otras personas.
«A medida que pasa el tiempo y se ejecutan más solicitudes de la FOIA, ¿cuántas señales más de riesgos conoceremos que el CDC conocía hace años? ¿Cuándo terminará esta pesadilla? ¿Cuándo sabrá el público estadounidense toda la verdad y nada más que la verdad? ¿Son los CDC malvados o incompetentes? O tal vez ambas cosas», dijo el Dr. Wallskog.
Detección
Según uno de los correos electrónicos obtenidos por The Epoch Times, una portavoz de los CDC dijo a una periodista el 21 de septiembre de 2022 que los CDC tenían conocimiento de informes de tinnitus tras la vacunación contra COVID-19, los que fueron presentados en el Sistema de Notificación de Efectos Adversos de Vacunas (VAERS). Ese sistema gestionado por los CDC acepta informes de cualquier persona, aunque la mayoría son presentados por trabajadores médicos.
«Como se ha vacunado a tanta gente, y como el tinnitus es tan común en la población, se esperan casos asociados temporalmente, y se espera que algunos ocurran poco después de la vacunación», dijo Martha Sharan, la portavoz.
Los CDC optaron por explorar posibles vínculos en el VAERS.
«A diferencia del VAERS, que se basa principalmente en informes voluntarios (…) el VSD utiliza datos de registros sanitarios electrónicos», dijo la Sra. Sharan. «En consecuencia, es menos probable que los datos de VSD se vean afectados por los sesgos de notificación y otros sesgos que afectan los patrones de notificación espontánea en VAERS y la calidad de los datos».
El análisis de los datos del VSD mostró que «hasta la fecha, no se ha observado ninguna agrupación de diagnósticos de tinnitus tras la vacunación», añadió la portavoz.
Katherine Yih, PhD, que dirige los análisis de los datos del VSD para controlar la seguridad de las vacunas, informó sobre el tinnitus. Ella es profesora adjunta del Departamento de Medicina de la Población del Harvard Pilgrim Health Care Institute y recibe financiación de los CDC.
La Sra. Yih informó a los funcionarios de los CDC el 29 de septiembre de 2022 de que los análisis de los datos del VSD habían revelado «agrupaciones temporales estadísticamente significativas» de tinnitus tras la recepción de las vacunas de Pfizer y Moderna, muestra otro correo electrónico obtenido por The Epoch Times. Ambas vacunas utilizan la tecnología del ARN mensajero (ARNm).
«Las dos agrupaciones más evidentes para las vacunas de ARNm comienzan alrededor de 12-13 días después de cuando probablemente habrían recibido la dosis 2», dijo la Sra. Yih. «Los riesgos relativos son bastante bajos y ciertamente es difícil ver algo en la inspección visual de los gráficos, especialmente para Moderna, por lo que parece ser un efecto sutil si realmente es un VAE, a menos que uno esté entre los desafortunados que tuvo tinnitus».
VAE son las siglas de vaccine adverse event (evento adverso a una vacuna).
La Sra. Yih dijo a los funcionarios que podrían discutir el asunto durante una próxima conversación.
Sin divulgación
Tara Haelle, la reportera que se puso en contacto con los CDC acerca de la VSD y el tinnitus, solicitó una entrevista con uno de los funcionarios, el Dr. Tom Shimabukuro, en agosto de 2022, después de que un estudio encontrara «un apoyo estadístico abrumador en VAERS» para que el tinnitus fuera un posible efecto secundario de las vacunas de ARNm.
La Sra. Sharan informó a la Sra. Haelle de que el análisis del VAERS no mostraba ninguna agrupación de casos de tinnitus tras la vacunación contra COVID-19. En un correo electrónico de seguimiento del 29 de septiembre de 2022, atribuido al Dr. Shimabukuro, ella repitió la afirmación.
Horas más tarde, la Sra. Yih alertó al Dr. Shimabukuro y a otros sobre la agrupación de casos que se habían encontrado.
Al parecer, los CDC nunca alertaron a la Sra. Haelle, ni al público en general, del descubrimiento.
El Dr. Shimabukuro quería retrasar la entrevista, añadió poco después la Sra. Sharan, porque los CDC iban a realizar análisis adicionales de los datos del VSD. Los análisis se harían «relativamente pronto», según el Dr. Shimabukuro.
El 10 de noviembre de 2022, la Sra. Sharan le dijo a la Sra. Haelle que «los esfuerzos de supervisión de la seguridad de las vacunas en los CDC no habían identificado pruebas de una asociación causal entre la vacunación contra COVID-19 y el tinnitus u otras pérdidas auditivas», transmitiendo una declaración del Dr. John Su, otro funcionario de los CDC, y que el análisis del VSD estaba «en curso».
El 19 de diciembre de 2022, la Sra. Yih envió un «esquema de exploración del tinnitus» al Dr. Shimabukuro y a otros funcionarios. El «esquema para un posible informe sobre la vacunación contra COVID y el tinnitus» fue creado a petición de uno de los otros funcionarios, dijo la Sra. Yih. Gran parte de ese y otros correos electrónicos fueron tachados.
El 16 de diciembre de 2022 se publicaron los resultados de los análisis de los datos del VSD. El estudio, del que son coautores la Sra. Yih y otros, no menciona el tinnitus. La Sra. Yih no respondió a la solicitud de comentarios.
El 8 de enero de 2023, la Sra. Sharan dijo a la Sra. Haelle que los CDC «no tienen pruebas suficientes para justificar un estudio epidemiológico sobre el tinnitus en VSD».
A pesar de los esfuerzos de la Sra. Haelle, los CDC se negaron a proporcionar los resultados de sus análisis.
Un artículo de la Sra. Haelle se publicó el 21 de febrero de 2023. La Sra. reportera, que no respondió a una consulta, escribió que los CDC dijeron que «no encontraron evidencia de que los diagnósticos de tinnitus se agruparan después de la vacunación, pero no publicó ese análisis y se negó a compartir el informe preliminar».
«Si los CDC hubieran encontrado un vínculo estadísticamente significativo con el tinnitus, podrían haber tomado medidas para añadir una advertencia oficial en las etiquetas de las vacunas», añadió más tarde.
Otros países encontraron un vínculo
Otros investigadores y países han identificado una relación entre el tinnitus y las vacunas contra COVID-19.
Investigadores estadounidenses, por ejemplo, afirmaron a principios de 2022 que los datos del VAERS «sugieren una asociación» entre las vacunas y el tinnitus.
Investigadores australianos y surcoreanos informaron más tarde de que las personas vacunadas se enfrentaban a un mayor riesgo de tinnitus, incluidas las personas que recibieron una vacuna de Moderna o Pfizer.
Otros trabajos, en cambio, como uno de Estados Unidos, no informaron de un aumento de tinnitus tras la vacunación contra COVID-19.
Debido a la creciente evidencia de un vínculo, la Agencia Europea de Medicamentos añadió el tinnitus a las etiquetas de las vacunas contra COVID-19 de AstraZeneca y Johnson & Johnson. Según la agencia, el tinnitus puede afectar hasta a una de cada 1000 personas después de vacunarse.
Los organismos reguladores australianos también incluyeron el tinnitus en las etiquetas de las vacunas contra COVID-19 de AstraZeneca y Novavax. La vacuna de AstraZeneca nunca fue autorizada en Estados Unidos.
El método por el que las vacunas pueden causar tinnitus sigue sin confirmarse.
Los doctores Christian Rausch y Qun-Ying Yue, del Observatorio de Uppsala, han propuesto que en el tinnitus podría estar implicado el nervio vestibulococlear. Otros han postulado que la culpable es la inflamación. Los tratamientos incluyen ivermectina y bloqueadores ganglionares.
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