El dueño de un centro de donación de cadáveres en Arizona, ahora cerrado, donde agentes del FBI encontraron cubetas con de partes de cadáveres, ha recibido la orden de pagar USD 58 millones a 10 personas por mal manejo de los restos donados de sus seres queridos.
Un jurado del Tribunal Superior del Condado de Maricopa dictaminó el 19 de noviembre que Stephen Gore, propietario del Centro de Recursos Biológicos (BRC, por sus siglas en inglés), debe pagar la suma de 10 de los 21 demandantes por desmembrar partes del cuerpo y venderlas para obtener ganancias: 50 millones de dólares en daños punitivos y 8 millones de dólares en daños compensatorios.
Un abogado de las familias donantes, dijo que cree que los jurados no dictaminaron a favor de otros 11 demandantes porque no testificaron en el juicio.
Hablando con Phoenix New Times, el abogado Michael Burg describió el fallo como «un veredicto histórico», ya que el caso había sido emocionalmente devastador para los miembros de la familia que a menudo se culpaban a sí mismos por ser presa de la estafa de la compañía, creyendo que los restos serían utilizados para la investigación médica.
«El FBI le dijo a la gente… que las partes del cuerpo de su familiar han sido vendidas en todo el país», dijo Burg. «No pueden dejar de pensar cómo la cabeza de su ser querido está ahora en Florida. Fueron cortados como un pedazo de carne. Es despreciable».
El negocio de Gore fue acusado de fraude al afirmar que los cuerpos donados serían utilizados para investigación médica, cuando sabía que algunos de los restos serían vendidos para pruebas militares, como choques y explosiones. Una mujer cuyos restos mortales fueron vendidos para pruebas militares recibió 6,5 millones de dólares.
El espantoso descubrimiento fue hecho durante una redada de tráfico de partes de cuerpos humanos a través de múltiples estados en 2014.
Los agentes también encontraron cuerpos que habían sido cortados con «herramientas que no son apropiadas para desmembrar cuerpos científicos», como sierras de cinta y motosierras, según la demanda.
Troy Harp donó los cuerpos de su madre y su abuela al BRC en 2012 y 2013, pensando que sus cuerpos serían utilizados para fines científicos como la investigación del cáncer.
El BRC, al igual que muchas otras empresas que participan en la industria de la donación de cuerpos, ofreció a las familias que recogieran los cuerpos e incineraran parte de cada uno de ellos de forma gratuita, confiando principalmente en aquellos que no podían permitirse el lujo de pagar por un funeral, informó Reuters.
«Esta es una historia de terror. Es simplemente increíble. Esta historia es increíble», dijo Harp.
Harp dijo que su madre y su abuela querían que sus cuerpos se utilizarán para ayudar a la investigación médica después de su muerte. El BRC le hizo creer que sus cadáveres serían utilizados con fines científicos.
«Cáncer y leucemia, y cualquier otra cosa que utilice células de muestra, eso es lo que me dijeron», dijo.
El exagente del FBI Mark Cwynar dio testimonio de que descubrió «varias escenas inquietantes» durante la redada en el BRC.
Esto incluía una «nevera llena de genitales masculinos, un cubo de cabezas, brazos y piernas, cabezas infectadas y una pequeña cabeza de mujer cosida a un gran cuerpo masculino ‘como Frankenstein’ que luego fue colgado en la pared, lo que en la demanda se denominó una ‘broma morbosa'».
El agente también dijo que encontró cuerpos sin placas de identificación y «charcos de sangre humana y fluidos corporales» en el piso del congelador, entre la cantidad de inquietantes descubrimientos, según los detalles de la demanda.
En total, los agentes encontraron 1755 partes del cuerpo humano en el BRC —desde la cabeza hasta las uñas— que llenaron 142 bolsas para cadáveres y pesaron 10 toneladas, reportó Reuters.
Esto incluyó 281 cabezas, 241 hombros, 337 piernas y 97 espinas dorsales. Los agentes encontraron las partes del cuerpo de al menos 36 personas en una sola bolsa.
«¿Quién en su sano juicio? Es absolutamente repugnante», dijo Harp.
Después de revisar miles de registros internos del BRC y los documentos confidenciales de aplicación de la ley de más de 2200 donantes, Reuters encontró detalles perturbadores de las transacciones que mostraban que las partes del cuerpo estaban siendo extraídas y vendidas.
La instalación vendió el hígado de un conserje de una escuela pública a una compañía de dispositivos médicos por USD 607. Una compañía de desarrollo de productos con sede en Minnesota compró las piernas de un activista sindical por USD 350 cada una. El torso de un gerente de banco jubilado fue comprado por USD 3191 dólares por un instituto de investigación suizo, mientras que un cuerpo entero alcanzó los USD 5893, informó Reuters en 2017.
Harp dijo que una caja que supuestamente contenía las cenizas de su madre apareció en su puerta. Harp, sin embargo, tiene dudas de que las cenizas sean de ella.
El abogado defensor de Gore, Timothy O’Connor, argumentó anteriormente que los clientes de BRC habían firmado formularios de consentimiento que otorgaban permiso para desmembrar los cuerpos donados, y que era legal que la instalación obtuviera ganancias.
Gore se declaró culpable en octubre de 2015 de un delito grave por su papel en el mal manejo de las partes donadas.
Aunque Gore negó las acusaciones en la demanda, lo reconoció al declararse culpable de conducir ilegalmente una empresa que proveía a los vendedores tejido humano que estaba contaminado y usaba las donaciones en contra de los deseos de los donantes.
En una carta dirigida al juez que dictó la sentencia, Gore dijo que debería haber estado más involucrado en la supervisión de sus empleados y que podría haber sido más abierto sobre el proceso de donación.
The Associated Press contribuyó a la elaboración de este informe.
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