La reciente decisión del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de desechar la «Iniciativa sobre China», un esfuerzo de la era Trump para frustrar el espionaje económico del Partido Comunista Chino (PCCh), es «otro ejemplo de debilidad» de la Administración Biden, dice un senador estadounidense.
«El PCCh ha robado billones de dólares de propiedad intelectual estadounidense, ha destruido millones de puestos de trabajo en Estados Unidos y ha convertido a estudiantes e investigadores que estudian en Estados Unidos en espías extranjeros», dijo el senador Tom Cotton (R-Ark.) en una declaración del 23 de febrero.
«Sin embargo, hoy, el gobierno de Biden ha anunciado que cancela la iniciativa encargada de combatir el sabotaje y la agresión doméstica sin precedentes del gobierno chino porque dicen que es racista».
También dijo que el cierre del programa presentaba «otro ejemplo de debilidad de una administración más preocupada por ser políticamente correcta que por proteger a los estadounidenses».
El DOJ anunció el fin de la Iniciativa sobre China el 23 de febrero tras una revisión de sus prácticas provocada por las denuncias de discriminación racial y casos mal gestionados.
El programa fue iniciado por la Administración Trump en 2018 para contrarrestar las amenazas a la seguridad nacional derivadas del uso del espionaje, el fraude y el cibercrimen por parte del PCCh contra Estados Unidos. Sin embargo, el programa recibió una inmensa presión por parte de académicos y chinos-estadounidenses, que creían que era discriminatorio y que afectaba negativamente a la investigación.
El fiscal general adjunto, Matthew Olsen, que dirigió la revisión, dijo que no descubrió ninguna prueba que apoyara las reclamaciones de prejuicio, pero que la «percepción» de sesgo era lo suficientemente perjudicial como para justificar la cancelación del programa.
«No se equivoquen, seremos implacables en la defensa de nuestro país frente a China», dijo Olsen en un comunicado.
«Pero nuestra revisión nos ha convencido de que es necesario un nuevo enfoque para hacer frente a las amenazas más graves de una serie de estados-nación hostiles».
Olsen dijo que la iniciativa sería sustituida por una estrategia más amplia centrada en una serie de amenazas planteadas por los Estados-nación.
Ian Prior, que era el subdirector de asuntos públicos del Departamento de Justicia cuando se anunció por primera vez la iniciativa, dijo que el programa había sido importante para revelar la estrategia del PCCh de robar investigación y tecnología a gran escala.
Durante una entrevista concedida a The Epoch Times el 24 de febrero en la Conferencia de Acción Política Conservadora celebrada en Orlando, Florida, Prior dijo que casos como el del intento del PCCh de robar arroz modificado genéticamente demostraban lo generalizados que están estos esfuerzos de espionaje.
«Creo que eso es exactamente lo que motiva al PCCh a robar nuestra propiedad intelectual para aumentar su poder, su producción y su tecnología», dijo Prior.
Añadió que el PCCh se diferencia de otros adversarios potenciales, como Rusia, en que no persigue una estrategia de sembrar el caos y la discordia, sino de robar continuamente.
«El modelo de China es salir y mejorarse robando a Estados Unidos», dijo Prior. «Robando secretos comerciales, robando la propiedad intelectual, [haciendo que] los científicos vayan y trabajen para las empresas y luego lo lleven de vuelta a China».
«Eso acabará creando una situación en la que la propiedad intelectual y el valor económico de las cosas que están ocurriendo en Estados Unidos se transferirán a China a través del espionaje».
Las declaraciones de Prior coincidieron con las opiniones de expertos como Timothy Heath, analista principal de defensa de la Rand Corporation, quien dijo que la Iniciativa sobre China era necesaria para garantizar la seguridad nacional contra el espionaje del PCCh.
“El [PCCh] no ha ocultado su deseo de dominar las tecnologías e industrias de vanguardia, y ha dirigido a sus burocracias y funcionarios para que adquieran esas tecnologías por cualquier medio necesario”, dijo Heath.
A pesar de comentarios como los de Cotton, Prior expresó cierta esperanza de que la decisión de cerrar la Iniciativa sobre China no fuera partidista, y que Estados Unidos se esforzara por disminuir sus luchas interiores y centrarse más en el mundo en general.
«Nadie piensa realmente en este tipo de cuestiones hasta que se produce una situación como la actual, en la que están Rusia y Ucrania», añadió. «En general, es la forma en que siempre ha funcionado en Estados Unidos, donde se centran en el interior, en lugar de preocuparse por la escena global».
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