La Asamblea Nacional Constituyente chavista (ANC) no presentará un proyecto de reforma de la Constitución, ni someterá a referendo las leyes que aprobó, dijo el domingo su jefe Diosdado Cabello.
Sin especificar cuáles, Cabello afirmó que aprobarían un conjunto de leyes constitucionales.
El comentario llega en momentos en que Venezuela está acercándose a la fecha de unas criticadas elecciones para renovar el parlamento, que hoy es controlado por la oposición.
“Hemos cumplido las labores que el mandato constitucional da, no necesariamente tú tienes que cumplir todas las que dicen porque la Constituyente del año 99 lo único que hizo fue la Constitución”, dijo Cabello en una entrevista transmitida en el canal del Estado.
La ANC electa el 30 de julio de 2017, en medio de un proceso desconocido por la oposición y gran parte de la comunidad internacional por considerarlo ilegítimo, dejará de funcionar en diciembre, el mismo mes en el que está prevista la celebración de elecciones legislativas, y en las que la mayoría opositora liderada por el presidente encargado Juan Guaidó se niega a participar argumentando que se tratan de un “fraude”.
«Debo decirlo responsablemente, creo que no (…) En verdad, cuando revisas, nosotros nos dimos un mandato sometido en votación hasta el 31 de diciembre del año 2020, 31 de diciembre, pensando que en 2021 viene una nueva Asamblea Nacional», dijo Cabello al ser consultado sobre la redacción de una nueva Carta Magna en una entrevista con el periodista y ministro de Cultura, Ernesto Villegas, por su canal Youtube.
La ANC, de 545 miembros, ha sancionado desde julio de 2017 leyes casi en paralelo con la Asamblea Nacional que lidera Guaidó. Además destituyó a una fiscal y aprobó allanamientos de inmunidad parlamentaria a varios legisladores opositores, algunos de los cuales fueron liberados por el régimen venezolano la semana pasada.
El constituyente Hermann Escarrá, quien en 1999 fungió como corredactor de la Constitución vigente, había asegurado previamente que la elaboración del proyecto de la nueva Carta Magna ya había concluido, y que sólo quedaban pendientes dos discusiones plenarias para aprobarlo, pero que el retraso estaba relacionado con la coyuntura provocada por la pandemia.
Elecciones «con pandemia o sin pandemia»
Sobre la celebración de elecciones parlamentarias el 6 de diciembre, Maduro aseguró que no hay marcha atrás.
«Con pandemia o sin pandemia habrá elecciones en Venezuela, así de sencillo», dijo Maduro el domingo, durante otro evento transmitido por la televisión estatal.
El excandidato presidencial Henrique Capriles, que se apartó de la posición de Guaidó y de unos 28 partidos de no participar en las elecciones organizadas por Maduro, llamó el domingo a luchar por «condiciones mínimas» en la participación. Pidió no quedarse como un espectador a que «algo» pase, aunque insistió en los riesgos de efectuar comicios bajo la pandemia.
«Si la UE (Unión Europea) decide aceptar la invitación y venir como observadores con su riguroso protocolo de vigilancia de las condiciones electorales, empezaría un nuevo escenario político hacia el rescate de la confianza de los venezolanos en la ruta electoral», dijo el opositor en un comunicado que divulgó en su cuenta de Twitter.
Venezuela, que enfrenta una severa crisis política y un colapso económico aunado a un débil sistema de salud, no escapa de la pandemia. De acuerdo a estadísticas del régimen de Maduro, el número de casos del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) aumenta y supera los 53,000 casos y más de 400 fallecidos. Fuentes del gobierno encargado aseguran que existe un subregistro y no confían en las cifras de las instituciones controladas por Maduro.
Intenciones
Pareciera no ser casualidad que las elecciones parlamentarias coincidan con la disolución de la ANC. Analistas políticos concuerdan en que el propósito del chavismo es hacerse con la mayoría del parlamento.
“Prácticamente el gobierno (en disputa) de Maduro ha buscado hacerse un traje a la medida para efectos de poder garantizar ciertos apoyos legislativos en primer orden y segundo tratar de buscar fórmulas, especialmente en contratos petroleros, en contratos mineros con actores que claramente están dispuestos a apoyar su régimen”, expuso el analista político, Oswaldo Ramírez.
A juicio de Ramírez, el papel de la constituyente ha sido neutralizar al parlamento de mayoría opositora, dejándolo sin “capacidad legislativa”.
“La realidad (es que) ha sido un instrumento de persecución política en primer orden, pero por otro lado ha sido un instrumento para claramente torcer la voluntad de la Asamblea Nacional y de los diputados que hacen vida allí”, sostiene.
Desde el año pasado decenas de parlamentarios opositores y colaboradores han denunciado ser víctimas de persecución política y muchos de ellos, por motivos de seguridad, salieron del país.
La semana pasada varios de los legisladores en el exilio fueron incluídos en la lista de «indultados» por el régimen de Maduro, pero de momento no han manifestado si volverán al país, pues además de insistir en que no han cometido delito alguno, desconocen la legitimidad de Maduro y por lo tanto de todas sus decisiones.
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