La reforma de la fianza se ha convertido en un tema candente en Chicago. La detención preventiva puede afectar a los detenidos pobres, a menudo pertenecientes a minorías, que no pueden pagar la fianza y pueden perder sus empleos y su vivienda. Las prolongadas detenciones previas al juicio, especialmente cuando los detenidos son declarados inocentes, han impulsado el movimiento de reforma de la fianza, que pretende acabar con lo que se denomina «detención basada en la riqueza». Illinois se convirtió en el primer estado en poner fin a la fianza en efectivo a principios de 2021, pero las medidas completas aún no han entrado en vigor.
En 2020, el juez principal del condado de Cook, Timothy Evans, publicó un informe que indicaba que no había aumentado la delincuencia violenta después de que se redujera o eliminara la fianza monetaria para muchos acusados antes del juicio, pero el Chicago Tribune cuestionó los datos. Más de 2334 acusados de delitos graves fueron excluidos del conjunto de datos, reportó el Tribune, incluido un detenido liberado con una fianza que no se pagó en efectivo después de una acusación de delito grave de arma de fuego que presuntamente fue a disparar y matar a un trabajador de Calles y Saneamiento de la ciudad.
Un estudio realizado por los profesores Paul Cassell y Richard Fowles de la Universidad de Utah descubrió que «los nuevos cambios en los procedimientos de libertad en espera de juicio parecen haber provocado un aumento sustancial de los delitos cometidos por las personas en libertad provisional en el condado de Cook (…) El número de demandados liberados acusados de cometer nuevos delitos aumentó en un 45%. Y, lo que es más preocupante, el número de liberados antes del juicio acusados de cometer nuevos delitos violentos aumentó en un estimado de 33%».
En julio, la oficina del sheriff del condado de Cook, Tom Dart, informó que 100 personas acusadas de asesinato habían sido puestas en libertad con vigilancia electrónica. Matt Walberg, portavoz de su oficina, dijo que la vigilancia electrónica está pensada para delitos no graves y «no está diseñada para delincuentes violentos», reportó WBEZ Chicago.
Una división entre los funcionarios
La reforma de la fianza ha creado una división entre los responsables de la ciudad y los funcionarios judiciales del condado de Cook. Después de que la estrella del rap y miembro de una pandilla de Chicago, Londre Sylvester, recibiera 64 disparos en una emboscada al salir de la cárcel en julio, el comisario de la policía de Chicago, David Brown, señaló que Sylvester, cuyo nombre artístico era KTS (Kill To Survive) Dre, o Kutthroat Dreko, tenía un historial de antecedentes penales con 22 arrestos, incluido un cargo anterior por armas. «Es increíble que pudiera optar a la vigilancia electrónica. Es una locura. Nos hace a todos menos seguros», dijo Brown. La alcaldesa Lori Lightfoot se mostró de acuerdo.
«La anarquía que estas bandas traen a nuestras ciudades es terriblemente destructiva y a menudo difícil de procesar», dijo Steven Weinhoeft, fiscal del distrito sur de Illinois, a principios de este año sobre la pandilla a la que pertenecía Sylvester.
Sin embargo, la presidenta de la Junta del Condado de Cook, Toni Preckwinkle, y la fiscal del Estado, Kim Foxx, apoyan la reforma de la fianza encabezada por Evans. La división se acentúa por lo que muchos consideran un procesamiento indulgente de los alborotadores tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial. Según el Chicago Tribune, 2100 negocios fueron robados o dañados, lo que supuso más de 165 millones de dólares en daños, y sin embargo solo 157 delincuentes fueron acusados de delitos graves.
Reincidencia en la libertad bajo fianza
Son frecuentes las noticias sobre personas con largos antecedentes penales, incluidos delitos graves, que cometen más delitos después de no ser encarcelados. La conmoción más reciente en Chicago es la detención de un sospechoso en relación con un tiroteo tras el desfile del Día de Puerto Rico en Chicago. El conductor, Gyovanny Arzuaga, murió en el lugar de los hechos y la pasajera, Yasmin Perez, unos días después.
La policía detuvo unas semanas después a Anthony Lorenzi, de 34 años, que había huido a San Diego. El sospechoso tenía 26 arrestos por delitos graves y siete condenas por delitos graves, según Brown. Su condena más reciente fue por un robo a mano armada a dos manzanas de donde se produjo el tiroteo del Día de Puerto Rico.
Brandon Tatum, un exoficial de policía que sirvió seis años con el Departamento de Policía de Tucson, incluyendo como agente de SWAT y oficial de entrenamiento de campo, creó un video sobre el historial de arrestos del sospechoso en su canal de YouTube «The Office Tatum». «Podríamos arreglar estas cosas», dijo Tatum. «Podríamos sacar a esta gente de las calles. Nuestros jóvenes no serán aterrorizados si hacemos estas cosas. Los ponemos tras las rejas de por vida (…) decir que los negros y los hispanos y las minorías reciben sentencias peores, más duras (…) te están mintiendo. Esto [el historial de Lorenzi] es un ejemplo perfecto».
«Las ciudades liberales no hacen más que envalentonar a los delincuentes al no tomarse en serio estos delitos y volver a poner en la calle a la gente que asesina. Con demasiada frecuencia, querer limpiar las prisiones es solo virtud de exhibición», dijo Tatum a The Epoch Times. «Si tenemos que construir más prisiones, deberíamos hacerlo».
«El problema no es de la policía, sino del sistema judicial. Detener a los mismos delincuentes una y otra vez —algunos tienen hasta 1000 detenciones— agota los recursos policiales».
Pros y contras de la reforma de la fianza
«El concepto de fianza es que cuanto más grave es un delito, más probable es que el delincuente huya», dijo a The Epoch Times Tamara Cummings, consejera general del Consejo Laboral de la Orden Fraternal de Policía de Illinois. «Desgraciadamente, [debido a la ausencia de fianzas y a las fianzas bajas] existe un patrón de personas con largos antecedentes que quedan libres, incluso cuando han sido acusados de delitos con armas».
La reforma de las fianzas, incluida la vigilancia electrónica, surgió en parte de la «teoría o creencia de que las minorías son más encarceladas», dijo Cummings. Pero puede ser problemática. «¿Cómo se siente alguien que ha sido víctima al ver al presunto autor de los hechos de nuevo en la calle o en el barrio? El rápido retorno de los sospechosos a la calle también puede hacer que quienes están en las oficinas del fiscal o del sheriff se sientan incapaces de seguir haciendo lo correcto».
Harold Greenberg, un abogado de Los Ángeles que impartió clases relacionadas con la ciencia policial en la Universidad Estatal de California y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Glendale, afirma: «El policía de hoy se considera un matón o una víctima. Hemos llegado a un punto en el que un policía es condenado si actúa y condenado si no actúa. Las detenciones por delitos menores ni siquiera se procesan, así que ¿qué sentido tiene? Muchos están renunciando o retirándose del trabajo policial».
El problema es político, dijo Greenberg. Los funcionarios no entienden la lucha contra la delincuencia ni «se preocupan por el bien público, que es el precepto básico del gobierno. Alguien que comete un delito al salir de la cárcel no debería haber sido liberado».
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