Chick-fil-A defendió sus donaciones a grupos izquierdistas como el Southern Poverty Law Center (SPLC) después de que una declaración de impuestos mostrara que la fundación de la compañía había dado dinero a la controvertida organización, así como a varios grupos a favor del aborto.
Un portavoz de Chick-fil-A dijo a la Daily Caller News Foundation que la donación al SPLC «fue hecha por un miembro voluntario del Consejo Asesor de la Fundación Chick-fil-A».
«A cada asesor voluntario, en 2017, se le ofreció la oportunidad de recomendar a un beneficiario de la subvención», dijo el portavoz. «Las becas fueron otorgadas a una serie de organizaciones, incluyendo Comidas sobre Ruedas, la Misión de Atlanta, el Fondo de Apoyo a Sobrevivientes del Holocausto, la Sociedad Histórica de Georgia, y la investigación de la salud cerebral en la Universidad de Emory».
Chik-fil-A ha enfrentado duras críticas de los conservadores después de anunciar recientemente que no iba a donar a varios grupos considerados como cristianos, incluyendo el Ejército de Salvación, en 2020. Las donaciones de la fundación se concentrarían en unos pocos grupos, a diferencia de las docenas para los que proporcionó dinero en 2019 (pdf).
En una declaración en respuesta, el Ejército de Salvación dijo: «Nos entristece saber que un socio corporativo ha sentido la necesidad de desviar fondos hacia otras organizaciones de lucha contra el hambre, la educación y la falta de hogar, áreas en las que el Ejército de Salvación, como el mayor proveedor de servicios sociales del mundo, ya está plenamente comprometido. Servimos a más de 23 millones de personas al año, incluyendo a aquellos en la comunidad LGBTQ+. De hecho, creemos que somos el mayor proveedor de alivio de la pobreza para la población LGBTQ+».
Y añadió: «Cuando la desinformación se perpetúa sin ningún hecho, nuestra capacidad para servir a los necesitados, independientemente de la orientación sexual, la identidad de género, la religión o cualquier otro factor, está en peligro. Instamos al público a buscar la verdad antes de apresurarse a emitir juicios mal informados y apreciamos enormemente a aquellos socios y donantes que se aseguran de que cualquier persona que necesite nuestra ayuda se sienta segura y cómoda para entrar por nuestras puertas».
Al igual que el consejo, Chick-fil-A ha promovido valores cristianos tradicionales como el matrimonio limitado a un hombre y una mujer.
Pero una declaración de impuestos de 2017 mostraba que Chick-fil-A donó a la SPLC, que el consejo todavía enlista como un «grupo de odio». También dio dinero a Covenant House, un refugio para personas sin hogar que es pro-LGBTQ; YWCA, un grupo pro-aborto que se asocia con Planned Parenthood; el Pace Center for Girls, otro grupo pro-aborto; y el New Leaders Council, que dice que promueve «un panorama político y cultural más progresista».
Los principios cristianos sobre los que el fundador de la compañía, Truett Cathy, construyó el negocio «siguen guiando el negocio hoy en día», dijo el portavoz.
«Tenía una frase famosa: ‘Probablemente el mayor regalo que Dios nos ha dado a cualquiera de nosotros es el poder que tenemos para cambiar las vidas de las personas con lo que hacemos'», dijo el vocero. «‘La compañía mejor dirigida es la que siempre está pensando en los demás’. Es con este espíritu que se hacen todas las donaciones».
El portavoz no hizo comentarios sobre las otras donaciones.
En una declaración, el presidente del Consejo de Investigación Familiar, Tony Perkins, criticó la donación al SPLC.
«Los informes de impuestos han puesto al descubierto a Chick-fil-A por financiar al anticristiano Christian Southern Poverty Law Center (Centro Legal de la Pobreza del Sur), una organización vinculada en la corte federal al terrorismo nacional después de que su campaña de desprestigio de organizaciones cristianas resultó en un tiroteo en el que el pistolero planeó embadurnar sándwiches de Chick-fil-A en los rostros de las victimas», dijo Perkins.
Floyd Lee Corkins atacó al Consejo de Investigación Familiar en 2012, dijo, porque el SPLC lo catalogó como un «grupo anti-gay». Corkins quería «matar a tantos como fuera posible y untar los sándwiches Chick-fil-A en la cara de las víctimas, y matar al guardia». Más tarde fue condenado a 25 años de prisión.
Perkins dijo: «Chick-fil-A no solo ha abandonado las donaciones a grupos cristianos, incluyendo el Ejército de Salvación, sino que ha donado a uno de los grupos anticristianos más extremistas de Estados Unidos. Cualquiera que se oponga al SPLC, incluyendo a muchos protestantes, católicos, judíos, musulmanes y conservadores tradicionales, es calumniado y abofeteado con la etiqueta de «extremista» o, peor aún, con la designación de «grupo de odio».
«En un momento dado, el SPLC incluso agregó al Dr. Ben Carson a su lista de ‘extremistas’ debido a sus puntos de vista bíblicos (y solo lo sacó de la lista después de la protesta pública)».
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