Un general de alto rango en Estados Unidos advirtió este jueves que el régimen chino está aumentando su capacidad militar a un «ritmo muy serio y sostenido», lo que podría suponer una amenaza para la estabilidad y la paz mundial.
El general del Ejército Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, dijo que es necesario que Estados Unidos «mantenga nuestra ventaja competitiva y tecnológica» sobre el Partido Comunista Chino (PCCh). Sus declaraciones se produjeron después de que el presidente Joe Biden y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, plantearan en los últimos días preocupaciones similares sobre la retórica procedente del PCCh, y mientras Estados Unidos y China se mantienen intransigentes sobre Taiwán, las violaciones de los derechos humanos del PCCh y las disputas sobre el territorio.
Austin dijo el jueves a los senadores que la solicitud de defensa de Biden, de 715,000 millones de dólares, es necesaria para hacer frente al desafío que plantea el régimen «cada vez más asertivo».
«La solicitud se debe a que reconocemos que nuestros competidores —especialmente China— siguen ampliando sus capacidades», dijo Austin durante una audiencia con el Comité de Servicios Armados del Senado. «Debemos adelantarnos a esos avances para seguir siendo un elemento disuasorio creíble en los conflictos de todo el mundo», añadió.
Durante la audiencia, Milley también indicó que el gasto total de defensa combinado de China y Rusia es mayor que el de Estados Unidos, aunque no dijo cómo había llegado a esa conclusión. Aparte de eso, China representa la amenaza militar «número uno» para Estados Unidos, añadió.
A principios de este mes, un grupo bipartidista de senadores visitó Taiwán y dijo que Estados Unidos proporcionaría 750,000 dosis de la vacuna COVID-19 a la nación insular. Esto provocó una serie de declaraciones belicosas por parte de funcionarios chinos, como Wu Qian, portavoz del ministerio de Defensa Nacional de China, quien señaló que Estados Unidos está «socavando gravemente» la estabilidad de la región.
A continuación Wu amenazó que cualquiera —sin dar nombres— que se atreviera a «separar a Taiwán de China» sufriría un «decidido ataque frontal» de parte del ejército chino. El PCCh está afirmando desde hace mucho tiempo que Taiwán le pertenece, pese a que Taiwán afirma que es una nación soberana y democrática. Como el régimen cree que Taiwán es parte de su territorio, se opone a que cualquier gobierno u organismo mundial establezca vínculos con la nación insular.
El comentario de Milley se produjo meses después de que otro alto comandante estadounidense, el almirante Philip Davidson, jefe del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, advirtiera ante el mismo panel del Senado que el ejército de China está amenazando el dominio de Estados Unidos en el Pacífico.
«El equilibrio militar en el Indo-Pacífico es cada vez más desfavorable para Estados Unidos y nuestros aliados», dijo Davidson. «Nuestra postura de disuasión en el Indo-Pacífico debe demostrar la capacidad, la habilidad y la voluntad de convencer a Beijing de forma inequívoca de que los costes de alcanzar sus objetivos mediante el uso de la fuerza militar son simplemente demasiado altos».
El Senado aprobó el martes un proyecto de ley de casi 250,000 millones de dólares para invertir en fabricación y tecnología para superar a Beijing, lo que incluye unos 190,000 millones de dólares de gasto. Gran parte de ese dinero se destinará a la investigación y el desarrollo en universidades y otras instituciones.
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