China anunció el 6 de agosto su mayor número de infecciones diarias de nuevos pacientes con COVID-19, que son parte del brote actual que se notificó por primera vez el 20 de julio.
Las autoridades atribuyeron los últimos brotes principalmente a la variante delta, altamente transmisible y ordenaron a los residentes de las ciudades afectadas someterse a las masivas pruebas del virus y además les restringieron el movimiento y cerraron uno tras otro los complejos residenciales, los barrios y las comunidades.
En la ciudad de Yangzhou, en el este de China, el jueves, al menos 58 personas fueron diagnosticadas con COVID-19. El viernes, 4.56 millones de residentes se vieron obligados a permanecer en casa y el régimen cerró las carreteras y las vías férreas para frenar la propagación del virus.
«El ajetreo de Yangzhou se detuvo», informó el medio estatal Xinhua el 6 de agosto. «Toda la ciudad se quedó vacía y tranquila», porque la población está encerrada en casa o en los centros de cuarentena.
Incluso en una ciudad como Xiangtan, en la provincia de Hunan, en el centro-sur del país, donde solo tres residentes fueron diagnosticados en las últimas semanas, el control era estricto. El 6 de agosto, los residentes dijeron en entrevistas telefónicas a la edición en chino de The Epoch Times, que algunos de los códigos de salud generados por sus teléfonos móviles se volvieron repentinamente amarillos, incluso rojos, sin ninguna razón. Los residentes explicaron que tendrían que esperar a que una ambulancia los llevara a centros de cuarentena si los códigos se volvían rojos y que no podrían salir de sus casas si el código se volvía amarillo.
«Ellos no podían controlar sus emociones cuando [los códigos] cambiaron repentinamente sin una razón. Algunos rompieron a llorar, otros incluso se derrumbaron en el suelo», dijo Zhao, residente de Xiangtan. «De pronto ellos no pueden ir a trabajar, no pueden hacer nada de lo que tenían planeado (…) es doloroso».
El mayor número de infecciones diarias
China anunció 124 nuevos casos confirmados de COVID-19 registrados el jueves, dijo la Comisión Nacional de Salud, por encima de los 85 del día anterior. De las nuevas infecciones confirmadas, 80 fueron de transmisión local, frente a las 62 del día anterior, añadió.
En el mismo aviso, dado el viernes, las autoridades chinas informaron de 58 nuevos casos asintomáticos para el 5 de agosto, frente a los 54 del día anterior.
Los casos confirmados que anunció el régimen chino son pacientes que presentan síntomas como tos o fiebre, o signos de infección. El régimen no incluye a los casos asintomáticos en este recuento hasta que no aparezcan los signos.
El viernes, el régimen chino designó 191 regiones de alto y medio riesgo en 11 provincias y municipios de todo el país, donde la gente no puede salir de sus complejos residenciales.
Los casos locales fueron impulsados por un aumento de las infecciones en Jiangsu, una provincia próxima al centro comercial de Shanghai, que informó de 61 nuevos casos locales el jueves, frente a los 40 del día anterior.
El 6 de agosto, el gobierno de la ciudad de Zhengzhou prohibió la salida de la ciudad a los vehículos de taxi y de transporte colectivo y puso en cuarentena a todos los que habían visitado el hospital nº 6 —la zona cero del actual brote— y los barrios cercanos desde el 5 de julio.
Mientras tanto, las autoridades de Wuhan, donde el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) se originó a fines de 2019, sellaron siete complejos residenciales, bloquearon carreteras y pusieron en cuarentena a más de 2000 personas después de que se informara de siete casos el 2 de agosto, informó Xinhua.
«Todos hemos recibido dos dosis de vacunas, pero el brote sigue fuera de control. ¿Qué podemos hacer?», dijo Li Xin (seudónimo), del distrito de Hankou, en Wuhan.
El reciente brote del virus del PCCh se notificó por primera vez el 20 de julio en la ciudad oriental de Nanjing, donde se identificaron nueve trabajadores del aeropuerto mediante pruebas rutinarias.
Los datos oficiales indican que muchos de los casos infectados en el nuevo brote habían recibido las vacunas chinas. En la ciudad de Nanjing, las autoridades sanitarias admitieron el 22 de julio que casi todos los casos infectados eran entre personas que ya fueron vacunadas, excepto una persona menor de 18 años. El sitio web oficial del aeropuerto, donde se produjo el primer brote, mostró que más del 90 por ciento del personal del aeropuerto había recibido las vacunas chinas en mayo.
Con información de Dorothy Li y Reuters contribuyeron a este informe.
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