Después de la Segunda Guerra Mundial cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó su ofensiva para la toma del poder en China, el entonces líder chino, Mao Zedong, ideó una estrategia única: “Rodeen la ciudad con el campo”.
Esta misma estrategia está ahora en juego en los intentos del PCCh de subvertir a Europa -para dominarla desde dentro, y de una manera que aquellos que están siendo subvertidos no se den cuenta hasta que sea demasiado tarde.
Europa estuvo intentando obtener unos términos más equitativos con China a través de la Unión Europea. El PCCh, en cambio, quiere comprometerse con cada país europeo individualmente, convirtiéndose en el actor principal, y permitiéndole aprovechar al máximo su poder, influencia y fuerza.
Los líderes de la Unión Europea se reunieron con el líder chino Xi Jinping el 26 de marzo en Francia, en unas negociaciones calificadas de “prudentes” por parte de la UE. Un informe de la Comisión Europea del 12 de marzo demuestra esta cautela y describe al PCCh como un “competidor económico” y un “rival sistémico” de Europa.
Sin embargo, justo antes de esta reunión supuestamente cautelosa, sobre tener condiciones más equitativas, Xi viajó a Roma, donde se reunió con el Primer Ministro italiano Giuseppe Conte en una visita de tres días. Luego Conte respaldó la iniciativa “Un Cinturón y Una Ruta” del PCCh, convirtiendo a Italia en la primera nación del G7 en hacerlo.
Al conseguir que Conte apoyara los objetivos chinos, sin la opinión de otros líderes europeos, le permitió a Xi poner un pie en la puerta de Europa antes de la reunión oficial que tendría con la Unión Europea más adelante.
Una táctica más profunda
En los primeros tiempos del PCCh, la estrategia de Mao de “rodear la ciudad con el campo” funcionó al principio al permitir que las fuerzas del PCCh evitaran las batallas difíciles, y en cambio, se aprovecharan de los campos y los recursos que las ciudades dependían para sobrevivir. Cuando los líderes de China de aquel entonces se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, ya era demasiado tarde para actuar.
Otras versiones de esta estrategia para la subversión fueron desplegadas en las “tácticas del salame” soviéticas, y la más reciente “estrategia del repollo” del régimen chino que se utilizó en el Mar de China Meridional. Ambos métodos trabajan comenzando desde el anillo exterior del objetivo y luego van conquistándolo gradualmente hacia el centro.
Bajo los soviéticos, esta estrategia tomó varias formas. Además incluía operaciones de influencia para comprometer a políticos extranjeros lentamente, la creación de facciones de oposición dentro de los partidos políticos existentes, la creación de organizaciones de base para generar discordia y muchas otras tácticas.
Mientras se llevaban a cabo las tácticas del salame, uno de los principales objetivos de los instigadores soviéticos era mantener a sus objetivos al margen de lo que estaba sucediendo.
La estrategia del repollo
En mayo de 2013, el entonces Mayor General del PCCh, Zhang Zhaozhong, describió cómo tomaría el Mar de China Meridional utilizando semejante estrategia.
Zhaozhong explicó que para tomar el territorio en disputa, el PCCh enviaría primero barcos pesqueros, luego barcos de vigilancia marítima para patrullar y finalmente barcos de guerra.
“La isla está así envuelta capa por capa como un repollo… una estrategia de repollo ha tomado forma”, dijo, agregando que “Para muchas cosas, tenemos que escoger el momento adecuado para realizarlas”.
Cuando se aplica a los entornos políticos actuales, el PCCh está utilizando el mismo enfoque básico. En sus iniciativas como el proyecto “Un Cinturón y Una Ruta”, el objetivo principal del PCCh es superar a Estados Unidos como líder mundial, tanto en términos de economía como de influencia, sin embargo no puede realizarlo de manera directa.
En lugar de enfrentarse frontalmente con Estados Unidos, o incluso con Europa, el PCCh empezó en las zonas circundantes. Comenzó impulsando primero el proyecto “Un Cinturón y la Ruta” en los países del tercer mundo, y ya obtuvo un control significativo sobre la política local y la infraestructura a través de este y otras iniciativas relacionadas en América Latina, África y partes de Asia.
Para la estrategia del PCCh, América Latina, África y Asia son los anillos exteriores del territorio. Los siguientes anillos hacia Estados Unidos son Australia, Nueva Zelanda, Europa y Canadá, países a los cuales el PCCh está actualmente apuntando para proyectos de infraestructura, con distintos niveles de controversia.
Si el PCCh puede tomar el control de estos países centrales -utilizando su combinación de infraestructura crítica, comprando sectores económicos básicos, subvirtiendo los círculos políticos y utilizando las trampas de la deuda- Estados Unidos podría encontrarse aislado del resto del mundo en términos de influencia y economía.
Condiciones favorables
Desde el punto de vista de la guerra tradicional china, observando los patrones de cambios actuales en la sociedad para entender la dirección futura, Europa se convirtió en un campo de batalla que podría ser golpeado a través de la subversión.
Con el Brexit, la Unión Europea corre el riesgo de quebrarse. Y muchos líderes europeos del lado socialista de la política se oponen abiertamente al modelo dirigido por Estados Unidos. A los ojos del PCCh, estas son condiciones favorables para explotar.
Esta es una herramienta común de la subversión en general: observar las tendencias destructivas dentro de una sociedad y amplificar su repercusión.
En términos de política internacional, cuando los países rompen con el modelo estadounidense que valora la libertad individual y los derechos humanos, tienden a orientarse hacia el modelo chino, que tiene un enfoque de “haz lo que quieras” con respecto a las violaciones de los derechos humanos y el control social totalitario.
Esto fue implementado por los efectos de la “revolución rosa” de Latinoamérica, que hizo que muchos países se separaran de Estados Unidos y avanzaran hacia un sistema global dominado por Irán, Rusia y China.
Para el PCCh, el nombre del juego es divide y vencerás. Es difícil enfrentarse cara a cara con grandes naciones, pero si estas naciones pueden ser fracturadas en pequeños países balcanizados y tratados uno por uno, de esa manera se convertirán en blancos fáciles.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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