China derribó su globo después de que cruzara América Latina en el momento en que otro estaba volando a través de Estados Unidos, los comandantes de los Comandos Norte y Sur de EE. UU. dijeron a los legisladores el 8 de marzo.
«Según tengo entendido, la República Popular China derribó ese globo en el océano Atlántico, frente a la costa este de Sudamérica», declaró el general Glen VanHerck, jefe del Mando Norte, ante la Comisión de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, utilizando el acrónimo de la República Popular China. La jefa del Mando Sur, la general Laura Richardson, confirmó que eso era cierto.
Ninguno de los dos reveló el momento ni el lugar del derribo ni el paradero de los restos del globo.
El globo fue avistado sobre Costa Rica, Nicaragua, Colombia y Venezuela. Beijing había afirmado que tanto ese globo como el que Estados Unidos derribó frente a la costa de Carolina del Sur el 4 de febrero eran activos no militares que se desviaron de su rumbo original.
Funcionarios estadounidenses han descrito los globos como herramientas de espionaje que ayudan al programa de vigilancia global del régimen chino, que según ellos se ha extendido por los cinco continentes.
Las declaraciones fueron la primera vez que los funcionarios revelan lo ocurrido con el globo sobre América Latina.
Tras la intrusión del globo chino en el espacio aéreo estadounidense, ambas cámaras del Congreso han aprobado resoluciones que condenan el acto como una «descarada violación de la soberanía de Estados Unidos».
VanHerck dijo en su discurso inaugural que la incursión del globo demostraba las «limitaciones de nuestro conocimiento del dominio y los impedimentos a los que nos enfrentamos para hacer llegar rápidamente la información a los responsables de la toma de decisiones».
«El globo de gran altitud de la RPC fue obviamente un acontecimiento significativo que arrojó luz sobre la descarada recopilación de inteligencia de la RPC contra Estados Unidos y Canadá», dijo. «Fue la primera vez en la historia del NORTHCOM que realizamos un compromiso sobre Estados Unidos y dejó claro que nuestros competidores tienen la capacidad y la intención de llegar a nuestra patria».
Para cerrar esa brecha, dijo VanHerck, Estados Unidos necesita modernizar su sistema de radar desplegado durante la era de la Guerra Fría para permitir la detección de amenazas que entran en el espacio aéreo y el ciberespacio de Estados Unidos.
«Absolutamente, ahí hay una vulnerabilidad», dijo. «Lo primero que diría es: desplieguen cuanto antes las capacidades sobre el horizonte que el departamento ya ha financiado en el presupuesto del año pasado. Tenemos que ir más rápido».
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