China envía bombarderos y cazas a la zona de defensa aérea de Taiwán

Por Frank Fang
06 de septiembre de 2021 10:24 AM Actualizado: 06 de septiembre de 2021 10:24 AM

TAIPEI, Taiwán— Continuando con su postura agresiva, el 5 de septiembre China envió 19 aviones militares a la zona de identificación de defensa aérea (ADIZ) de Taiwán y la isla autogobernada respondió despegando sus aviones caza. El incidente suscitó la preocupación de funcionarios y exfuncionarios estadounidenses.

En la incursión de China participaron 10 cazas polivalentes J-16, cuatro cazas SU-30, cuatro bombarderos H-6 y un avión antisubmarino Y-8, según el ministerio de Defensa Nacional de Taiwán. En respuesta, Taiwán envió sus propios aviones militares para vigilar a las aeronaves chinas y desplegó su sistema de misiles para vigilar a estos aviones.

Este fue el tercer día consecutivo en que el Partido Comunista Chino (PCCh) decide introducir sus aviones en la ADIZ de Taiwán. China envió cuatro aviones militares en cada uno de los dos días anteriores al domingo. La última incursión a gran escala se había producido el 15 de junio, cuando Beijing ingresó 28 aviones militares en la zona ADIZ de la isla.

Una ADIZ es una zona de declaración pública junto al espacio aéreo nacional de un Estado, en la que las aeronaves extranjeras que se acercan deben estar preparadas para presentar sus identificadores y su ubicación. La zona permite a un Estado tener tiempo para juzgar la naturaleza de la aeronave entrante y tomar medidas defensivas si es necesario.

El régimen chino ha llevado a cabo incursiones similares durante el último año en un esfuerzo por intimidar al gobierno democrático de Taiwán y coaccionar a la población taiwanesa para que acepte el control del poder del PCCh.

La actitud beligerante de Beijing hacia Taiwán quedó de manifiesto en un artículo difundido por el medio de comunicación estatal chino de línea dura, Global Times. El artículo argumenta que la última incursión aérea, que califica de «simulacro rutinario», muestra la «abrumadora ventaja» del ejército chino sobre las fuerzas armadas de Taiwán.

El artículo afirma que, como resultado, esa «brecha de poder» entre ambas partes permitiría a los comunistas chinos de Beijing salvaguardar «la integridad territorial, incluso si las fuerzas extranjeras interfieren».

Beijing pretende imponer su dominio en Taiwán —ya sea mediante la guerra o por otros medios para socavar la democracia de la isla—, ya que el régimen considera la isla como parte de su territorio. Taiwán, un país independiente de facto, tiene relaciones diplomáticas con 15 naciones y mantiene lazos informales con otras, como Japón y Estados Unidos.

«Estados Unidos debe estar siempre junto a Taiwán y a favor de la libertad», escribió en su Twitter el exsecretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, en respuesta a la última incursión.

El senador Bill Hagerty (R-Tenn.) también respondió en Twitter, diciendo que el Senado de Estados Unidos «debe presionar al Gobierno de Biden para que adopte una postura más firme para evitar la agresión extranjera».

«La China comunista y otros adversarios seguirán sondeando la determinación de Estados Unidos y nuestros aliados tras la debacle de Biden en Afganistán», añadió.

En marzo, Hagerty declaró a NTD, empresa aliada de The Epoch Times, que Estados Unidos no puede «retroceder» ante China bajo la administración de Biden. «China ha sido agresiva y depredadora desde un punto de vista militar, desde un punto de vista diplomático y desde un punto de vista económico durante muchos años», añadió el senador.

Beijing ha explotado la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán para alimentar su propaganda antiestadounidense, con la intención de socavar el liderazgo norteamericano en el mundo. El portavoz estatal, Global Times, publicó una serie de artículos en los que argumenta que Estados Unidos «abandonaría» a Taiwán tal como lo hizo con Afganistán.

Por su parte la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reafirmó el compromiso de Estados Unidos con Taiwán durante una sesión informativa el 17 de agosto. «Nos mantenemos, como se indica en el Acuerdo de Relaciones con Taiwán (…) Nos mantenemos junto a los socios de todo el mundo que son objeto de este tipo de propaganda», dijo Psaki.

Washington puso fin a sus vínculos diplomáticos con Taipei en favor de Beijing en 1979, pero ha mantenido una sólida relación con la isla basada en la Ley de Relaciones con Taiwán (TRA). Esta ley autoriza a Estados Unidos a proporcionar a la isla equipos militares para su autodefensa.

Tsai Shih-ying, legisladora de la agrupación gobernante, el Partido Democrático Progresista de Taiwán, declaró el lunes a los medios de comunicación locales que la última incursión demostraba la importancia de aumentar el presupuesto militar de la isla para mejorar su autodefensa.

Kelly Craft, exembajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas bajo la administración de Donald Trump, criticó recientemente al PCCh por haber «explotado las muertes de militares estadounidenses y de ciudadanos afganos para poner en duda» el compromiso de Estados Unidos con Taiwán.

«Debería darles vergüenza. Debería darles vergüenza utilizar las vidas de hombres y mujeres valientes como propaganda. Estoy aquí para asegurarles que ellos [el PCCh] se equivocan. Estoy aquí para asegurarles que creo en el firme compromiso de Estados Unidos con la defensa de Taiwán», dijo Kelly.

La exembajadora hizo estas declaraciones durante el Ketagalan Forum: Asia Pacific Security Dialogue (Foro anual Ketagalan: Diálogo sobre Seguridad en Asia y el Pacífico), el 31 de agosto. El evento, celebrado virtualmente este año, fue coorganizado por expertos taiwaneses y el ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán.

«Sin Taiwán, perdemos el Pacífico. Después de todo, somos una nación del Pacífico y no podemos permitirnos ceder nuestro destino a la China comunista», añadió Craft.

«Si se pierde Taiwán, nosotros también perdemos», dijo a continuación.

El 16 de agosto, el presidente Joe Biden indicó que una retirada de Estados Unidos de Afganistán permitiría a Estados Unidos centrarse en cuestiones más urgentes, como hacer frente a la China comunista.

«A nuestros verdaderos competidores estratégicos —China y Rusia— nada les gustaría más que Estados Unidos siguiera canalizando miles de millones de dólares y recursos y atención para estabilizar Afganistán indefinidamente», dijo Biden.


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